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:: 09/11/2019

Uruguay: Cuando se habla de ciclos progresistas, se mete a todo el mundo en una misma bolsa

Mario Hernández
Entrevista con Mónica Riet, integrante de la Coordinadora uruguaya contra las Tropas de Ocupación y en solidaridad con Haití

La derecha puede regresar al poder después de 15 años en Uruguay. ¿Cuál es tu visión?

Después de 15 años de gobierno del Frente Amplio hay mucho para analizar. En primer lugar ver que el Frente Amplio perdió 200.000 votos, respecto de la elección primaria de la última vez, pero que ya en las internas, el Partido Nacional, que es un partido de la oligarquía terrateniente, saca el doble de votos que el Frente Amplio. Hay que saber entonces que la derecha presentó una estrategia muy inteligente de abrirse en distintos partidos, que pienso que fueron estudiados en relación a los distintos "nichos" de votantes, aparte del Blanco y el Colorado, los dos partidos tradicionales que han gobernado al país, el Partido Independiente que era de centro, que ahora se corrió más a la derecha y aparece Cabildo Abierto que es un partido militar.

Que consigue 3 senadores y 11 diputados.

Sí, sacó 250.000 votos, pero además es muy interesante analizar de dónde sale el General Guido Manini Ríos, que fue hasta hace poquitos meses el Comandante en Jefe de las FF AA uruguayas, nombrado en primer lugar por Mujica y luego por Tabaré Vázquez. Y saber que este no es un puesto al que se llegue por antigüedad dentro de las FF AA sino que es un puesto de confianza. Y que fue durante la presidencia de Mujica que lo asciende a General y lo propone al Senado para obtener su venia, con el acuerdo de Eleuterio Fernández Huidobro que era en ese momento el ministro de Defensa.

Ex Tupamaro al igual que Mujica.

Claro, Eleuterio Fernández Huidobro fue dirigente histórico del MLN. Mujica fue un cuadro que estuvo desde muy temprano y, sobre todo, surgió mucho más a la luz en el período post dictadura. Se hace conocer cuando se presenta a elecciones y sale electo Diputado.

Manini Ríos había sido varias veces sancionado por sus declaraciones políticas, ya sea en contra de los sueldos que estaban recibiendo, como de los fallos contra los militares violadores de los Derechos Humanos, diciendo que se inventaban pruebas. Tanto en un gobierno como en otro se le permitió hablar como quiso.

Yo no sé cómo es eso en Argentina pero aquí la Constitución siempre fue muy clara y se aplicó verticalmente desde antes de la dictadura. Allí se establece que los militares no tienen derecho a hablar políticamente y jamás lo hicieron antes. Este señor hizo muchas declaraciones hasta que en determinado momento Tabaré Vázquez le da un arresto de un mes, durante el cual Manini Ríos le pide al Presidente que lo deje ir a la asunción de Bolsonaro, a la que estaba especialmente invitado y Tabaré se lo concede.

Digo esto para que entendamos que se habla de ciclos progresistas y se mete a todo el mundo en una misma bolsa y es un análisis muy poco materialista dialéctico, muy poco marxista para aquellos que utilizamos ese método de análisis. No se hace un análisis particular de cada uno de los gobiernos que han sido bastante diferentes. Entonces el resultado de hoy, de alguna manera era previsible para muchos.

Por supuesto están los militantes que siempre están fanatizados y no ven para los costados, pero yo les contaría que en primer lugar toda esta elección, desde las internas hasta las elecciones presidenciales y legislativas que tuvimos el domingo 27, han estado marcadas por una apatía generalizada de la población. Si has estado en Montevideo, en alguna de las otras elecciones donde le Frente Amplio ganó, que fueron 3 veces desde 2004, Montevideo estaba absolutamente embanderada, casas, autos, fueras por el barrio que fueras, desde los barrios más humildes, incluso los de clase media alta. Y los lugares más ricos embanderados con las banderas del Partido Nacional o Colorado. En esta última elección ha habido una apatía generalizada de todos los partidos, uno remarcaba antes lo del Frente Amplio porque veníamos de tres gobiernos progresistas.

El gobierno tuvo a su favor, como todos los que conocimos, esos primeros años económicamente muy buenos. En 2005 subió cuando el ciclo capitalista que tuvimos de debacle, que empezó un año después que en Argentina, en el 2002, en el 2005 ese ciclo venía revirtiéndose, lo cual le dio un gran impulso al Frente Amplio. Aplicó políticas sociales focalizadas que sabemos que nunca revierten los estados de pobreza ni de marginación, pero en un momento de la economía en auge, como se fue desarrollando cada vez subiendo más, hasta que tuvimos PBI históricos, que Uruguay nunca había tenido en su historia. Eso tuvo un efecto sobre los sectores empobrecidos y marginalizados.

Lo que en este último gobierno de Tabaré Vázquez fue cambiando, el Frente Amplio ha tenido una política para mí muy terca, de no reconocer la realidad, de seguir agitando sus grandes logros del 2005 al 2007 como si siguiéramos en la misma situación, cuando la gente sabe que si va al supermercado el dinero no le da para nada, que los sueldos no alcanzan, que quien no tiene trabajo está pasando hambre y quien trabaja y cobra un salario mínimo puesto por este gobierno, come salteado. Esta realidad el gobierno si la visualizó, no la quiso transparentar. Yo creo que ni siquiera la tocan, porque se mueven en otras esferas y siguió con ese discurso que no empatizaba con la población.

¿Qué perspectivas ves en el balotaje en el cual se enfrentan los candidatos del Partido Blanco y del Frente Amplio?

Yo personalmente tengo una visión de que va a ganar la derecha, es lo más probable. Los encuestadores ya decían que para tener chance el Frente Amplio tenía que llegar por lo menos a un 40% en la primera vuelta. Cosa que no logró, llegó a un 38/39% mientras que el Partido Nacional llegó al 29% casi a un punto menos que en la elección anterior, y el Partido Colorado también, aquí la diferencia la hace el partido Cabildo Abierto que aporta un 11% de votantes.

El partido de Manini Ríos.

Exacto, el General destituido Guido Manini Ríos y se le suman otros partidos pequeños, el Independiente corrido a la derecha y que en el mismo día de la elección proclamó que iba a apoyar a la fórmula de Lacalle, también el Partido de la Gente, que dirige un empresario como los que han aparecido en otros lugares, como Trump, que aportan un poco. Entre todos suman un 53% del electorado y el Frente Amplio está en 39%. O sea que es prácticamente imposible. Las encuestas y sus cálculos dicen que podrían llegar hasta un 42%. No sé. Yo la veo muy difícil. Más allá de que se dice que en los partidos chicos, incluso en Cabildo Abierto las bases, que votaron en primera vuelta no votarían igual necesariamente en segunda vuelta. Pero si ves el desempeño de cómo se están presentando los dos candidatos, Luis Lacalle Pou y cómo se presenta Daniel Martínez, Pou lo hace como un estadista, con un programa, con una coalición de gobierno de la cual va adelantando día a día las estrategias y los acuerdos; mientras que Daniel Martínez es un candidato mudo, sordo y ciego que no tiene ni siquiera un discurso armado y coherente.

Otro signo es que la presentación se hace en un lugar absurdo, en un cruce de dos calles, ni siquiera fueron a la explanada de la Intendencia porque no la iban a llenar y lo peor de todo es que no se presenta ningún referente del Frente Amplio. Solamente Daniel Martínez con su acompañante Graciela Villar. Y aún peor, personalmente tengo la hipótesis de que el Frente Amplio no ha querido ganar esta elección. Lo digo porque en la elección interna hubo 4 candidatos del Frente Amplio, Daniel Martínez del Partido Socialista que obtiene el 42%, Carolina Cosse del MPP que obtiene un 25%, Oscar Andrade que es del PC, un dirigente sindical muy importante, un 23% y Mario Vergara el 9%. El Frente Amplio tenía decidido por todos sus congresos que la fórmula iba a ser con una figura femenina, lo lógico era que Daniel Martínez ese mismo día nombrara a Carolina Cosse como su vice presidenta; como lo hizo Lacalle Pou, que no había declarado nada pero ese día, siempre un paso adelante del Frente Amplio, declaró que su vice presidenta iba a ser quien era hasta ese momento la jefa del Partido Blanco, Beatriz Argimón. Y Martínez dice que no sabe y que tiene que encontrarse con el resto de los partidos. En los días posteriores sorpresivamente, después de distintos encuentros dice que su vice presidenta va a ser Graciela Villar, una persona absolutamente desconocida que fue integrante de la Junta departamental y en algún momento fue presidenta de la Junta pero en un papel totalmente secundario y local.

La Haine

 

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