El depuesto presidente de Bolivia, Evo Morales, afirma que los golpistas accedieron al poder a través de un plan elaborado detalladamente durante meses desde la embajada del régimen de EEUU.
Morales subraya que renunció a su cargo para evitar la violencia, pero denunció el uso de la represión y la violencia por los golpistas para acallar al pueblo.
En este sentido, recalca que los manifestantes pacíficos que reclaman el fin de la represión son acusados de sedición por el Gobierno de facto de Bolivia.
También asegura que su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS), participará en las elecciones y deja claro que seguirá luchando por el pueblo boliviano.