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Mundo :: 11/12/2019

Elecciones presidenciales en Argelia este 12 de diciembre

Amir Akef
La campaña electoral amplía la brecha entre Hirak (Movimiento Popular del Rif) y el poder

Los arrestos de manifestantes, activistas y periodistas están aumentando en el período previo a las elecciones del 12 de diciembre, mientras se obstaculiza a los candidatos

Al menos 25 manifestantes fueron arrestados el viernes (29 de noviembre) en Argel, incluso antes del inicio de la tradicional marcha contra el poder gobernante. Varios cientos de personas se reunieron temprano en el centro de la capital, gritando «juramos que no habrá votaciones», «es nuestro país, decidimos». Este es el viernes consecutivo número 41 de protestas que no escapan a la creciente presión de las autoridades, decididas a silenciar a los críticos contra las elecciones presidenciales del 12 de diciembre.

Detenida el martes, la caricaturista Amine Benabdelhamid, conocida como «Nime», fue puesta en prisión preventiva el jueves por un tribunal en Orán, Argelia. Una de sus caricaturas, titulada «El elegido» e inspirada en la historia de Cenicienta, mostraba a los cinco candidatos presidenciales que esperaban su turno para probarse el zapato del jefe de estado mayor del ejército, Ahmed Gaid Salah, actual hombre fuerte del país. El mismo día, el fiscal del tribunal de Sidi M'Hamed, en Argel, solicitó dos años de prisión contra el joven activista Mohamed Tadjadit, apodado «el poeta de la casbah», procesado por «socavar el interés nacional» y encarcelado desde el 11 de noviembre.

La lista de «presos de conciencia», actualizada regularmente por el Comité Nacional para la Liberación de Prisioneros (CNLD), crece diariamente. Según un recuento no exhaustivo publicado por la CNLD, más de 140 personas, manifestantes, activistas o periodistas, han sido encarceladas desde finales de junio. La Liga Argelina para la Defensa de los Derechos Humanos (LADDH) informa de cientos de arrestos desde el inicio oficial de la campaña electoral el 17 de noviembre. «Al no poder organizar una campaña electoral, el poder se contenta con una campaña de arrestos masivos», denunció en su cuenta de Facebook.

En Tlemcen, cuatro manifestantes arrestados durante una visita de Ali Benflis, ex primer ministro y uno de los candidatos presidenciales, fueron juzgados en los tribunales el 18 de noviembre y condenados a 18 meses de prisión. El viernes siguiente, los manifestantes se detuvieron bajo los muros de la prisión y corearon sus nombres. El video de la escena ha sido ampliamente compartido en las redes sociales.

Si bien el principio mismo de la elección es disputado por el Hirak (el movimiento popular que estalló el 22 de febrero), con manifestaciones que ya no se limitan a los martes (estudiantes) y viernes, los cinco candidatos seleccionados —Ali Benflis, Abdelmadjid Tebboune, Azzedine Mihoubi, Abdelaziz Belaid y Abdelkader Bengrina— tienen grandes dificultades para hacer campaña. Sus salidas, supervisadas por los servicios de seguridad, son continuamente interrumpidas. Los mítines se organizan laboriosamente en salas cerradas, mientras que alrededor los oponentes cantan consignas hostiles.

Con demasiados riesgos sobre el terreno, la campaña se lleva a cabo principalmente a través de los medios audiovisuales públicos y privados, donde la oposición, vilipendiada, no tiene derecho a intervenir. Los cinco candidatos, que han sido familiares o simpatizantes del derrocado presidente Abdelaziz Bouteflika, solo se diferencian a los ojos de muchos argelinos, por la edad. Todos defienden que la elección es la «forma más segura» de salir de la crisis y tratar de aprovechar el Hirak. Un discurso apenas audible en un clima de tensión cada vez más palpable.

Un primer juicio por corrupción

La distancia entre Hirak y el poder solo está aumentando. A la clásica pregunta de quién es el «candidato del poder», muchos responden sin dudar: «son las elecciones». Un responsable de la LADDH, Said Salhi, estaba preocupado por el «tira y afloja que se establece en un contexto de escalada peligrosa» y pidió la cancelación de la votación. El sociólogo Lahouari Addi y Djamel Zenati, ex diputado de las Fuerzas del Frente Socialista (FFS, el partido de oposición más antiguo), lanzaron un «llamamiento a las conciencias» para evitar «la celebración de esta aventura electoral». Demandas que continúan sin eco dentro del poder. El general Ahmed Gaid Salah, que ha impuesto la celebración de las elecciones presidenciales, mantiene el rumbo fijado. Llamó al pueblo argelino a la «participación masiva».

En este contexto, el ministro de Justicia anunció la organización el lunes, diez días antes de la votación, de un primer juicio por casos de corrupción, donde aparecen los dos ex primeros ministros Ahmed Ouyahia y Abdelmalek Sellal, así como varios ministros más. Se les procesa especialmente por «otorgar ventajas indebidas en interés de otros», «abuso de poder», «trafico de influencias» y «violación de la regulación de los mercados públicos». Una ofensiva judicial destinada a dar garantías a la impugnación haciendo desfilar ante el tribunal a grandes figuras del «sistema Bouteflika».

lemonde.fr. Traducción: Ana Jorge para Sinpermiso. Extravtado por La Haine.

 

Enlace al artículo: https://www.lahaine.org/cQ4p