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Mundo :: 11/12/2019

Michael Löwy: disyuntivas

Maciek Wisniewski
¿Será que la disyuntiva de hoy es al final socialismo verde o ecofascismo?

1. Si la enorme diversidad en la obra de Michael Löwy (1938) –sociólogo y filósofo brasileño afincado desde hace años en Francia− se explica por sus heterodoxos orígenes y trayectoria, su enfoque marxista y contenido militante se debe a sus propios compromisos políticos.

Löwy que estudió con Lucies Goldmann y Nicos Poulantzas y quedó influenciado por Ernest Mandel, otro gran marxista de la época y escribía sobre temas tan diferentes como epistemología (¿Qué es la sociología del conocimiento?, 1991), teología de la liberación (Guerra de Dioses. Religión y política en América Latina, 1996) o arte (La estrella de la mañana: surrealismo y marxismo, 2000), descubrió al socialismo a los 16 años leyendo a Rosa Luxemburgo haciendo suya –y retrabajando y recontextualizando− su clásica disyuntiva socialismo o barbarie del Folleto Junius (1915), donde esta rechazaba la fe en historia lineal −algo que encontraría más tarde su madurez con Benjamin (Aviso de incendio, 2005)−, un planteamiento profético, que después, con el nazismo, llegó a niveles inimaginables para ella y que hoy resalta frente al espectacular auge de la barbarie moderna: la extrema derecha (https://lahaine.org/bO6k).

2. Tras criticar y distanciarse tanto del socialismo realmente existente y su burocracia, como del optimismo socialdemócrata con su creencia en el progreso inevitable y abrazando el marxismo hereje de Benjamin y Lukács –demostrando también que incluso para Lenin, Trotsky y Luxemburgo lo único inevitable en ausencia del socialismo era la barbare (On changing the world, 1993)−, Löwy se volvió un proponente del Socialismo del siglo XXI, revolucionario y libertario que está en una relación de continuidad y ruptura con el pasado (https://lahaine.org/dF7t).

Apuntando al capitalismo y su insaciable crecimiento como responsables por la devastación actual y aún mayores desastres por venir y urgiendo a reorganizar producción y consumo con criterios exteriores a éste (https://lahaine.org/aE2g), subraya que la consigna de Luxemburgo sigue actual, pero que igual −como remarcaba Mandel− “la disyuntiva para la humanidad en el siglo XXI ya no sería, como en 1915, ‘socialismo o barbarie’, sino ‘socialismo o muerte’” (bit.ly/2DlZB57), e incluso frente a la dramática crisis ecológica, ecosocialismo o destrucción de vida en el planeta.

3. Dado que la civilización se encuentra en una encrucijada: o es capaz de terminar con la destructiva lógica capitalista reinventando el socialismo o corre el riesgo de sufrir catástrofes que la lleven a la barbarie (bit.ly/2qX4X4f), Löwy aboga por un ecosocialismo, distanciado tanto de la ecología conformista que impulsa el capitalismo verde, como del anti-ecologismo del socialismo real (https://lahaine.org/aB1p), una alternativa radical y una lógica sustitutoria a la civilización capitalista (https://lahaine.org/cO3g) basada en otros valores, necesidades verdaderas y otra relación con la naturaleza (https://lahaine.org/fF9S).

Más que una utopía (Ecosocialismo. La alternativa radical a la catástrofe ecológica capitalista, 2011), es un proyecto político de organización y lucha ahora (Manifiesto Ecosocialista, bit.ly/2rwZSzs ), una perspectiva roji-verde apoyada también en Marx que no era tan productivista ni tan partidario de dominar a la naturaleza como se suele pensar.

4. Trazando sus propias raíces −nació en el seno de una familia de judíos alemanes que huyeron de Viena en 1934− con ayuda de afinidad electiva (Max Weber), Löwy de manera novedosa exploró los lazos entre política utópica y revolucionaria y formas herejes de la religión en los pensadores de la Mitteleuropa alemana –Buber, Rosenzweig, Scholem, Lukács, Loewenthal, Benjamin, Kafka, Fromm, Lazare− donde la crítica romántica del capitalismo se mezclaba con el mesianismo judío –Redención y utopía. El judaísmo libertario en Europa Central (1988) y Judíos heterodoxos. Romanticismo, mesianismo, utopía (2015)−, develando también, entre otras, desconocidas facetas socialistas y libertarias de Kafka (Franz Kafka, un pensador insumiso, 2004) o apuntando a inesperados links con la teología de la liberación, un movimiento que −tal como Benjamin en su radical crítica al progreso−, concilió idealismo y materialismo, religión y marxismo.

5. Respecto al ascenso global de la extrema derecha −un fenómeno sin precedentes desde la década de los 30–, según Löwy es un error pensar que fascismo y antifascismo son cosas del pasado. Rechazando al economicismo que lo tiende a explicar todo solo con la crisis (https://lahaine.org/eH0h), para él en el auge de Trump, Modi, Orbán, Erdoğan, Salvini, Duterte −y en menor medida de Putin, Netanyahu, Abe, Kurz o Kaczyński−, se trata de posfascismo (E. Traverso), no de populismo, un seudoconcepto nacido para confundir.

Pero la figura que en sus ojos más lo encarna es Bolsonaro, no sólo con su cruzada antisocialista, sino con su negacionismo climático y la destrucción de la Amazonia, por lo que es aún más urgente que nos apropiemos de la cuestión ecológica para luchar contra el capitalismo y el fascismo, también dado que este último ya abrazó −supuestamente− valores verdes (sic) alegando, por ejemplo, que “la invasión de refugiados a los países blancos ('the great replacement') pone en peligro el balance ecológico”. ¿Será que la disyuntiva de hoy es al final socialismo verde o ecofascismo?

@MaciekWizz

 

Enlace al artículo: https://www.lahaine.org/cQ4r