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México :: 01/03/2011

[Libros] Reseñas: Cuatro libros sobre América Latina

Gerardo Peláez Ramos
Incluyen temas sobre el movimiento sindical, aspectos generales, Mesoamérica, y los primeros círculos marxistas en América Latina

1. Sindicatos, nuevos movimientos sociales y democracia

LA UNIVERSIDAD OBRERA de México, que a lo largo de su historia ha publicado muchos documentos de la Confederación de Trabajadores de América Latina, de la Federación Sindical Mundial y de otras importantes organizaciones sindicales, en los últimos años ha lanzado a la luz pública algunos libros sobre el movimiento obrero de Moisés Poblete Troncoso, Enrique Arreguín y Gregorio Selser, entre otros autores. En 1994, la UOM publicó la obra de Jorge Turner, Sindicatos, nuevos movimientos sociales y democracia, que es reseñada en estas líneas.

El libro está constituido por varios trabajos: “Raíz, historia y perspectiva del sindicalismo en Panamá (1984-1988)”, “La Confederación de Trabajadores de América Latina (CTAL), a los 50 años de su fundación”, y “El sindicalismo y los nuevos movimientos sociales en América Latina”. Los primeros ya habían sido publicados en obras colectivas y el último en la revista Memoria, del Centro de Estudios del Movimiento Obrero y Socialista.

Para el lector mexicano, la lectura de los dos primeros ensayos permite adquirir ciertos conocimientos básicos acerca del surgimiento, el desarrollo y la situación actual del movimiento sindical en el país istmeño, las huelgas inquilinarias de 1925 y 1932, la organización y luchas de los tipógrafos, bananeros y cañeros, además de las movilizaciones estudiantiles, campesinas y por la plena independencia nacional.

En el texto sobre la Confederación de Trabajadores de América Latina, Jorge Turner plantea: “…Aunque se conoce el dato de que representantes de trece países asistieron al evento (constitutivo), lo cierto es que sólo en cuatro de éstos existían centrales sindicales unitarias. Sin embargo, la CTAL fue creciendo y bajo su guía se organizaron, como lo ha registrado don Antonio García Moreno, dieciocho centrales sindicales nacionales”. (p. 145)

Según el autor “…la CTAL se convirtió en la fuerza más vigorosa del continente en la lucha contra la bestia fascista”. (p. 146)

La obra incluye algunos pequeños errores: por ejemplo se afirma que la American Federation of Labor se retiró en el período de la guerra fría de las filas de la FSM, cuando lo cierto es que nunca estuvo afiliada a ésta. La organización norteamericana que se salió de la FSM fue el Congress of Industrial Organizations, el famoso CIO, que se fundiría con la AFL hasta 1955.

En la ponencia sobre el sindicalismo y los nuevos movimientos sociales, Turner logra presentar una visión panorámica de los cambios y problemas a que se enfrenta actualmente el movimiento obrero: disminución de la clase obrera industrial y aumento de los trabajadores de “cuello blanco”, incremento de la economía informal, implantación de las políticas neoliberales que afectan la distribución de la riqueza nacional, el empleo, la contratación colectiva, la soberanía nacional y la organización sindical.

Como resultado de las nuevas condiciones, la tasa de sindicación tiende a descender, el papel de los sindicatos se ve aminorado y surgen y se desarrollan nuevos movimientos sociales, que naturalmente no desplazan ni niegan el papel de los sindicatos.

La caída del “socialismo real” y el término de la guerra fría, plantean la posibilidad --no obstante las dificultades y problemas-- de transitar hacia la unidad del movimiento sindical latinoamericano y la unidad de éste con las ligas campesinas, los grupos estudiantiles y los nuevos movimientos sociales para enfrentar los nuevos retos y tareas.

La lectura de la obra de Jorge Turner ayuda a tener una mejor comprensión de las fuerzas sociales que se mueven en nuestro subcontinente.

***Jorge Turner, Sindicatos, nuevos movimientos sociales y democracia, México, UOM, 1994, 186 pp.


2. Anuario del Cela 2006

Primer Anuario del Colegio de Estudios Latinoamericanos 2006, singular compilación de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, que, por su calidad académica e intelectual, fortalece la docencia del Cela en historia, literatura, filosofía y ciencias sociales. El Anuario es interdisciplinario y vincula investigación y docencia, de acuerdo con el plan de estudios de esta licenciatura.

Integran la publicación 25 artículos y 11 reseñas bibliográficas, que previamente fueron sometidos a dictamen por los coordinadores de área del colegio. Las colaboraciones solicitadas sólo tuvieron un criterio: la calidad de la producción de los autores.

2007 es un año de conmemoraciones redondas para la latinoamericanística mexicana: se cumplen el XL aniversario de la licenciatura en estudios latinoamericanos y el XXX aniversario del colegio de esta disciplina, por lo que la edición del Anuario viene a reflejar la madurez de esta opción profesional y del personal académico del Cela.

Para el doctor Mario Miranda Pacheco: "Los estudios latinoamericanos que imparte la Facultad de Filosofía y Letras constituyen un proyecto académico innovador en el conocimiento de la historia, la sociedad y la cultura de América Latina. La orientación humanística de estos estudios -articulada con las aportaciones de las ciencias sociales- afianza la amplitud de su enfoque epistemológico y propicia la aplicación de un plan de estudios que por su carácter interdisciplinario, abre espacios creativos para la investigación y la docencia". (p. 15)

En la parte Historia: configuraciones del pasado, que incluye textos de Ana Carolina Ibarra, Valquiria Wey Fagnani y Enrique Camacho Navarro, aparece el artículo de Javier Torres Parés "El pueblo elegido. Mitos, memoria e historia", en el que analiza ideas y mitos ingleses, de contenido religioso e ideológico, trasmitidos a la sociedad estadunidense. Es abordado el mito de Custer y de la frontera. Sostiene el profesor: "El mito reinterpreta los enfrentamientos raciales y de clase para restaurar la 'armonía' perdida por medio (de) una violencia santificada y regeneradora que justificó la guerra estadounidense con México en el periodo entre los años 1845 y 1850, experiencia definitoria de su visión de la otredad de América Latina y del llamado Tercer Mundo". (p. 47)

Johanna von Gafenstein escribe el artículo "El mundo atlántico a la hora de la revolución haitiana: la visión de Francisco de Arango y Parreo", que logra mostrar la situación del Caribe en esa época, el papel de Cuba y el ambiente configurado por la insurrección de los negros del Santo Domingo francés.

La sección Literatura: el lenguaje literario y sus alcances, incluye el texto de Ignacio Díaz Ruiz "El libro: un símbolo en José Martí", que resalta el interés del prócer cubano por la cultura de los pueblos latinoamericanos y la importancia de la palabra escrita.

Quedan incluidos en esta parte, artículos de Françoise Perus, Begoña Pulido Herráez, Liliana Weinberg, Antonio Candido y Jorge Ruedas de la Serna. En el apartado Ciencias sociales: sociedad y economía de ayer y hoy, el trabajo de José Luis Ávila Martínez "Dilemas de la globalidad: América Latina en la migración internacional", estudia los orígenes, las circunstancias y los resultados de los traslados de mano de obra latinoamericana y caribeña hacia Estados Unidos y algunos países de Europa, ofreciendo algunas propuestas para enfrentar y resolver el problema.

Colaboran en este capítulo, asimismo, René Aguilar Piña, Guillermo Guajardo Soto, Teresa Aguirre, Carlos M. Tur Donatti y Carlos A. Aguirre Álvarez.

La parte Cultura política y antropología contiene el ensayo de Ricardo Melgar Bao "Capital letrado y cultura política de la izquierda centroamericana, 1921-1933", que está sustentada en fuentes hemerográficas y bibliográficas, así como en sitios de internet, permiten al autor desentrañar el rol de los intelectuales en los partidos comunistas y en las organizaciones sindicales de sus países.

También participan en este capítulo Patricia Pensado, H. C. Felipe Mansilla y Sergio Ricco.

En la sección Filosofía: reflexión sin término, vienen colaboraciones de Mario Magallón Anaya, Horacio Cerutti Gulberg, Roberto Mora Martínez y Luis Gerardo Díaz Núñez. Finalmente, en Reseñas y comentarios bibliográficos se analizan obras de cuatro profesores del Cela, a saber: Mario Miranda Pacheco, Patricia Cabrera López, Alfredo Ávila y Ana Carolina Ibarra.

En este primer Anuario del Cela no se abordan algunos fenómenos de gran actualidad, como la Revolución bolivariana de Venezuela y el gobierno de Evo Morales en Bolivia, lo cual, con seguridad, constituye una limitación que habrá que superar en próximas ediciones de esta interesante publicación.

Para los interesados en los problemas pretéritos y presentes de América Latina y el Caribe, la lectura del Anuario del Colegio de Estudios Latinoamericanos 2006 es muy útil y recomendable.

***Anuario del Colegio de Estudios Latinoamericanos 2006, volumen I, Mario Miranda Pacheco (editor), presentación de Ambrosio Velasco Gómez, prefacio de José Luis Ávila Martínez e introducción de M. Miranda P., México, Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, 2007. 384 pp.

úm. 171, octubre de 2007


3. Atlas histórico de Mesoamérica

EN EL ESTUDIO del desarrollo de los pueblos, estados y naciones, juegan un papel particularmente importante los atlas históricos, que, a propósito, en años recientes se han puesto de moda y empiezan a circular en forma más o menos masiva sobre temas tan variados como el mundo, México, los judíos, España, Europa, Nuevo León, Guerrero, y la contemporaneidad. La cantidad de atlas históricos es cada vez más elevada y su diversidad también es muy grande. Son libros cada vez más populares. En esta reseña se aborda el Atlas histórico de Mesoamérica, coordinado por Linda Manzanilla y Leonardo López Luján.

La obra incluye, entre otros apartados, Mesoamérica, Aridamérica y Oasisamérica, de Pablo Escalante; Los grupos lingüísticos de Mesoamérica, de Otto Schumann; La domesticación de las plantas alimenticias. El origen de la agricultura, de Emily McClung de Tapia; Los olmecas, de Lorenzo Ochoa; El altiplano central de México en la época del esplendor teotihuacano, de Linda Manzanilla; El Clásico en el área maya, de Daniel Juárez Cossío; Los grupos otomianos, de Noemí Quezada; Las obras hidráulicas en tiempos mexicas, de Pablo Escalante, y La zona lacustre de Michoacán en tiempos de los purhépecha, de Fernán González de la Vara.

El libro trae 49 mapas, entre los cuales sobresalen los de Lenguas indígenas de Mesoamérica, Actuales grupos lingüísticos de México, Zonas con agricultura temprana, La ciudad de Tenochtitlan, Valles centrales de Oaxaca en el Clásico, Imperio tolteca, La cuenca de México en la época mexica y Dominios de la Triple Alianza.

De acuerdo con el mapa de Subáreas culturales de Mesoamérica, fuera de ésta --en su momento de mayor avance-- sólo quedan Baja California, Baja California Sur, Sonora, Coahuila y Nuevo León, la mayor parte de Tamaulipas y Chihuahua, alrededor de la mitad de Durango, Zacatecas y San Luis Potosí, y una pequeña área de Sinaloa. El resto, desde Nayarit hasta Chiapas, desde Veracruz hasta Quintana Roo y desde Aguascalientes hasta Puebla quedan incluidos en sus fronteras. México es, pues, el mayor país mesoamericano.

Además, la República Mexicana en su territorio mesoamericano sigue conservando numerosos grupos indígenas, como los coras, huicholes, nahuas, tarascos, otomíes, mixtecos, mazatecos, zapotecos, mayas, tzeltales, tzotziles, tojolabales, chontales, tlapanecos, amuzgos y muchos más. Por estas razones, el atlas aquí reseñado tiene una gran importancia. Su posesión y consulta son necesarias.

***Linda Manzanilla y Leonardo López Luján (coord.), Atlas histórico de Mesoamérica, México, Ed. Larousse, 2ª ed., 1993.

núm. 468, 8-IV-97


4. Los primeros círculos marxistas de América Latina

EN 1981, LA SECRETARÍA de Educación Sindical y Promoción Cultural del STUNAM puso en circulación el Cuaderno de Educación Sindical Número 4, que llevaba por título Surgimiento de las primeras organizaciones marxistas y círculos marxistas en los países de la América Latina (1870-1900) del académico soviético V. Ermoláev. De esta manera, el sindicalismo universitario continuaba adelante la edición de textos que, por su redacción, eran de fácil lectura para cualquier trabajador.

En la presentación del folleto se señalaba que éste “...tiene su historia. Inicialmente fue publicado en ruso en una revista especializada de la URSS. Luego fue traducido al español y publicado en la revista Estudios, de la hermana república del Uruguay. A continuación fue reeditado en Argentina, Colombia, Cuba y otros países de nuestra América. En México, a mediados de los 60, circuló en pequeños núcleos de izquierda en una edición mimeográfica. Ahora sale a la luz de nuevo”.

Agregaba la presentación: “V. Ermoláev, académico soviético, es conocido por sus estudios acerca de la historiografía de fines y principios de siglo en América Latina, algunos aspectos de la historia contemporánea de México y otros problemas. Ermoláev, pues, se incluye entre los extranjeros que han hecho aportaciones a la historiografía del movimiento obrero y socialista latinoamericano”.

Surgimiento de las primeras organizaciones marxistas y círculos marxistas en los países de la América Latina (1870-1900) incluye los siguientes apartados: “El proceso que se desarrolló en Argentina”; “México ofrece un cuadro más complejo”; “Brasil, 1892: primer intento de formar un partido obrero”; “Los cimientos del partido marxista chileno”; “Comienzos del movimiento obrero en Uruguay”, y “Se difunde el marxismo en Cuba”.

V. Ermoláev empieza su ensayo en abierta polémica, como se estilaba a la sazón, con la “historiografía burguesa” y la “historiografía del socialismo reformista”. Así, refuta a Robert Alexander (especialista norteamericano en comunismo y trotskismo de nuestro subcontinente) acerca de que las ideas del marxismo y el comunismo son extrañas a la América Latina y al Hemisferio Occidental, sobre la pretendida difusión de las ideas marxistas sólo después de la Revolución de Octubre en Rusia y la defensa que hace del panamericanismo el catedrático estadounidense.

El autor soviético polemiza, asimismo, con J. B. Justo, E. Frugoni y otros escritores adheridos al reformismo socialista en torno a la propagación del socialismo científico relacionado únicamente con el nacimiento de los partidos socialistas.

Para V. Ermoláev: “Los intelectuales avanzados de los países latinoamericanos vinculados a las organizaciones obreras, Luis M. Olea en Chile, Carlos Baliño en Cuba y Santiago Villanueva en México, habían leído ya en la década del 60 el Manifiesto del Partido Comunista y otras obras de Marx y Engels. Pero la amplia difusión de las ideas del comunismo científico, así como la fundación de organizaciones de clase del proletariado, data de comienzos de la década del 70 y está relacionada con la actividad del Consejo General de la Primera Internacional”.

En el apartado referente a nuestro país, Ermoláev dice: “En México la formación del proletariado y el ascenso del movimiento obrero transcurrieron en condiciones más complejas que en Argentina. A diferencia de este país donde los principales cuadros de la clase obrera estaban formados por inmigrados europeos, en México el proletariado nace fundamentalmente de la población aborigen. En la rama principal de la industria, las minas y los yacimientos de plata y oro, trabajaban indios, pero estas empresas pertenecían a europeos...”

El folleto del autor soviético trae algunas imprecisiones, que, afortunadamente, ya han sido aclaradas en las obras de Lino Medina, Ana María Prieto, Gastón García Cantú y Rafael Carrillo.

Sin embargo, cabe destacar que da luz sobre diversos procesos y fenómenos en nuestra patria.

La publicación del texto de Ermoláev trae una errata desafortunada: en lugar de haberle intitulado, como en la traducción original, Surgimiento de las primeras organizaciones obreras y círculos marxistas... se le puso por título Surgimiento de las primeras organizaciones marxistas y círculos marxistas... De haber una impresión posterior, sería útil que se corrigiera este error lamentable.

Mas independientemente de la falla señalada, lo cierto es que la edición del folleto reseñado es una importante aportación del STUNAM al mejor conocimiento de los orígenes del marxismo latinoamericano. Su lectura es muy útil para los dirigentes y activistas sindicales y políticos.

***V. Ermoláev, Surgimiento de las primeras organizaciones marxistas y círculos marxistas en los países de la América Latina (1870-1900), México, Sría. de Ed. Sindical y Promoción Cult. del STUNAM, 1981.

 

Enlace al artículo: https://www.lahaine.org/cQ8o