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Medio Oriente :: 27/02/2011

Egipto: el Ejército cede ante la huelga de los trabajadores textiles

Juan Andrés Gallardo
Consiguieron la destitución del director de la empresa, un aumento del 25% en el salario mensual y el pago de los días de huelga :: Siguen las protestas en Bahrein

A pesar de la dura advertencia de la junta militar sobre el "daño que representan para la economía", los trabajadores de Egipto mantienen huelgas y protestas.

Las luchas obreras continuaron y se profundizaron alentadas por el sentimiento de triunfo tras la caída de Mubarak. Sus demandas van más allá de las meramente salariales e incluyen el fin de los maltratos en las fábricas y lugares de trabajo como así también la renuncia de los burócratas sindicales que eran leales a Mubarak.

Más de 15.000 trabajadores de la Compañía Hilos y Tejidos de Egipto (la mayor fábrica del país, que emplea a 24.000 personas en la ciudad industrial Al-Mahalla) llevaron a cabo una huelga y manifestación frente a la planta desde el 16/2, que terminó en un importante triunfo. Los trabajadores de la empresa textil se venían negado a poner fin a su protesta hasta que se vea satisfecha su demanda principal que consistía en la destitución del director de la empresa, Fuad Abdel Alim, acusado de corrupción.

El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, que está a cargo del gobierno de Egipto, había anunció la semana pasada duras represalias contra los trabajadores con el argumento de que “no permitirá la continuación de tales actos ilegales que constituyen un peligro para la nación y se enfrentará a ellos tomando medidas legales para proteger la seguridad de la nación”.

Sin embargo las Fuerzas Armadas tuvieron que retroceder ante los trabajadores de Al-Mahalla que constituyen un sector estratégico de la economía. La industria textil ocupa al 48% del total de la fuera laboral del país y la ciudad industrial fue escenario de protestas y levantamientos en 2006 y 2008.

Según el diario Los Angeles Times, “Alarmados por la protesta en una ciudad industrial con una larga historia de luchas obreras, los líderes militares habían amenazado inicialmente con utilizar la fuerza para detener la huelga en el complejo, propiedad del gobierno. Sin embargo, el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas estuvo rápidamente de acuerdo en aceptar algunas demandas de los trabajadores”.

En una importante victoria, los trabajadores consiguieron la destitución del director de la empresa, un aumento del 25% en el salario mensual y el pago de los días de huelga.

Como señala el diario, “Los militares claramente no quieren más conflictos laborales en esta fábrica debido a su potencial efecto dominó”. Es que desde que comenzó el actual movimiento diferentes sectores obreros participaron de las manifestaciones en el interior y en la misma capital: trabajadores petroleros, administrativos, ferroviarios y bancarios, entre otros, que pueden ver en la lucha de los textiles de Al-Mahalla un ejemplo a seguir.

Junto al proceso de huelgas se ha venido desarrollando también una incipiente organización sindical independiente de la vieja burocracia adicta al régimen de Mubarak que mantuvo la opresión y la prohibición del derecho a huelga sobre los trabajadores durante 30 años. Como parte de esta reorganización, la Central Sindical Independiente recientemente fundada ha publicado una declaración el 20/2 donde entre otras demandas piden la renacionalización de las empresas privatizadas, la libertad de organización sindical y el derecho a huelga y la disolución de la Federación Sindical burocrática.

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Siguen las protestas en Bahrein

Celeste Murillo

Después de la cruenta represión del 18/2, cuando el Ejército disparó contra los manifestantes en Bahrein, la gente retomó el control de la simbólica Plaza Perla en la capital, Manama. Al volver a la plaza, después de que se retiraran las fuerzas de seguridad, la gente cantaba “El pueblo quiere que se vaya el gobierno”. Así empezaba la segunda semana de protestas contra la monarquía sunita liderada por el rey Hamad Ben Isa Al Khalifa y su tío, el primer ministro Khalifa bin Salman Al Khalifa, en el poder desde 1971.

El 20/2 el sindicato docente y la federación sindical convocaron una huelga en protesta contra la represión y por el derecho a manifestarse. Las protestas comenzaron contra la pobreza y el alto desempleo, que afectan especialmente a la mayoría shiíta (70% de la población). El gobierno había intentado prevenir las protestas con un subsidio de 2.650 dólares para cada familia. Cabe señalar que la mitad de la población de 1,3 millones son trabajadores extranjeros (que no serían beneficiarios del subsidio).

Wefaq, el principal partido de oposición shiíta, se había retirado del Parlamento en protesta por la muerte de dos manifestantes shiítas en las primeras marchas.

Frente a la represión del 18/2, el presidente norteamericano Barack Obama llamó al gobierno a “moderar” su respuesta y pidió el respeto de los “derechos universales”. Lo que no dijo Obama es que Estados Unidos tiene grandes intereses en Bahrein: allí está instalada la V Flota de la Marina estadounidense, que cuenta con portaaviones, destructores y otras embarcaciones desplegadas en el Golfo.

A pesar del anuncio del régimen de la liberación y “perdón real” para varios presos políticos (como gesto para apaciguar las críticas), el 22/2 una multitudinaria marcha (muchos hablan de 100.000 personas) llegó a la Plaza Perla.

A pesar de su menor peso demográfico y político las protestas en Bahrein puede tener importantes consecuencias en Arabia Saudita, donde también un sector de la población es shiita en su región oriental, y para EE.UU. por sus intereses en el pequeño país. De aquí el seguimiento y el “asesoramiento” que recibe del gobierno norteamericano.

Finalmente, el 23/2 el gobierno liberó a 300 presos políticos. Sin embargo, la oposición (encabezada por Wefaq) presentó una serie de demandas al príncipe, cara pública del régimen para dialogar, que incluyen la disolución del actual gobierno y la apertura de reformas políticas. Hoy, aunque el clima se ha calmado momentáneamente, la gente sigue presente en la plaza y se mantienen las aspiraciones de mayores libertades democráticas, contra la pobreza y por el fin de la opresión.

Panorama Internacional

 

Enlace al artículo: https://www.lahaine.org/cQ9H