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Nacionales E.Herria :: 30/04/2011

Ezker Abertzalea valora la situación política en Euskal Herria

Ezker Abertzalea
Nuestro pueblo ha sido hasta ahora el mayor freno a la estrategia represiva y de no soluciones de Madrid, pero ahora, ese freno popular debe ir más allá

En primer lugar queremos agradecerles el haber asistido a nuestra convocatoria. Tal y como les hemos señalado en el llamamiento para esta tarde, la Izquierda Abertzale pretende mediante esta rueda de prensa trasladar su análisis o valoración de la situación política a la opinión pública.

En nuestra opinión, hay dos elementos principales a analizar: la decisión de ETA de cesar el impuesto revolucionario comunicada a las patronales de Comunidad Foral Navarra y de la Comunidad Autónoma Vasca y por otro lado la decisión política de impugnar todas las listas de la coalición electoral Bildu, formada por Eusko Alkartasuna, Alternatiba e independientes.

Ambas, la decisión de ETA de cesar el impuesto revolucionario y la decisión de impugnar las candidaturas de Bildu son decisiones políticas, pero que van en direcciones diametralmente opuestas. La carta de ETA remitida a la CEN y a CONFEBASK se enmarca dentro de una serie de comunicaciones de ETA que remarcan el firme compromiso y voluntad de la organización de impulsar el proceso en marcha y de aportar a la nueva era abierta en Euskal Herria, con vista a la superación definitiva del conflicto político y al cierre definitivo de la confrontación armada.

Tal y como señalábamos al valorar el alto el fuego general, incondicional e internacionalmente verificable anunciado por ETA el pasado 10 de enero, nos encontramos ante una situación sin precedentes, en la que ETA además de responder a los requerimientos realizados desde Gernika y Bruselas, mostraba su compromiso y disposición para continuar dando pasos para el afianzamiento y desarrollo de la nueva situación. Además, tal y como hicimos al valorar el comunicado del Aberri Eguna, la Izquierda Abertzale quiere remarcar que ETA situé la clave en dar la palabra y la capacidad de decisión al pueblo vasco.

Sin embargo, el Gobierno español no ha realizado ninguna aportación en positivo ante el cambio de escenario que estamos viviendo en nuestro país. Quiso condicionar el debate interno de la Izquierda Abertzale mediante la represión y la intoxicación mediática; intento restar credibilidad a la apuesta política realizada tras dicho debate y este ultimo año no ha hecho sino incrementar la represión en todos los ámbitos para intentar evitar la consolidación de un nuevo escenario, en el que la confrontación se de exclusivamente en el ámbito político y de las ideas.

Uno de los mayores exponentes de la obstinación estatal por evitar una situación democrática de libre confrontación de ideas y proyectos políticos es la impugnación de las candidaturas de la coalición electoral Bildu. Nos encontramos ante una decisión política de enorme gravedad. A través de las impugnaciones, el Gobierno del PSOE ha situado en el punto de mira los derechos civiles y políticos de cientos de miles de personas de nuestro país.

No es una situación nueva, en la última década decenas de miles de personas hemos sufrido un apartheid político; nos han impedido elegir y ser elegidos y hemos engrosado listas compuestas por cerca de 40.000 personas que por razones diversas y sin que medie resolución judicial nos hemos convertido en personas sin derechos y con la capacidad de anular los derechos de terceros si se nos ocurre participar en alguna candidatura.

Sin embargo, aunque no sea novedosa, la decisión de impugnar Bildu supera todos los límites conocidos, ya que no se actúa contra la Izquierda Abertzale sino contra todo un sector social que aboga por construir el futuro de nuestro país desde parámetros de cambio político y social. Reflejo de ello es que estas impugnaciones han indignado al sentir mayoritario de la sociedad vasca, indignación que han trasmitido casi todas las fuerzas políticas, sindicales y sociales del país.

Es evidente que nos encontramos ante una decisión política. La izquierda abertzale ha repetido hasta la saciedad que las ilegalizaciones no se circunscribían al ámbito jurídico, sino que partían de decisiones políticas. Con la coalición Bildu, la decisión política de la impugnación se ha retransmitido con luz y taquígrafos, en un espectáculo de autentica vergüenza visto desde Euskal Herria.

Si la división de poderes es la base de una democracia, en el Estado español tenemos una democracia sin base, ni altura de miras para hacer frente al nuevo escenario que se ha abierto en nuestro país. El actual modelo estatal no es más que una continuación de la Democracia Orgánica franquista.

La responsabilidad política de las impugnaciones y de sus posibles consecuencias es del PSOE. El PSOE se muestra como un partido políticamente cobarde y a merced del PP. Es patético que algunos digan que la decisión corresponde a los jueces cuando todo el proceso de ilegalizaciones parte de un acuerdo entre el PSOE y el PP. En ese sentido, nos gustaría saber cual es el compromiso que piensan adoptar los dirigentes del PSE como López o Elorza que se han mostrado contrarios a la impugnación.

La impugnación de todas las listas de la coalición Bildu va en contra del proceso abierto en este país, contra el nuevo escenario de paz y soluciones y contra todos aquellos que han dado pasos valientes para llegar hasta aquí.

Estas impugnaciones responden a las necesidades del PSOE y el PP, que no quieren que el nuevo escenario abierto se asiente tras estas elecciones, porque de ello derivaría un impulso del mismo, consolidándose un escenario de libre confrontación de ideas y proyectos, escenario al que tanto el PSOE y el PP le tienen verdadero pavor, ya que carecen de oferta y proyecto político para nuestro pueblo.

Ante la realidad que se nos quiere imponer desde Madrid, desde la Izquierda Abertzale consideramos necesaria una respuesta como pueblo: ese pueblo que como sujeto político colectivo emergente ha dicho que basta ya de leyes de partidos, de fraudes electorales, de acuerdos antidemocráticos que vienen de Madrid en contra siempre de la voluntad mayoritaria que quiere, anhela, un escenario de soluciones, de paz, de cierre definitivo del conflicto.

Para la Izquierda Abertzale nuestro pueblo ha sido hasta ahora el mayor freno a la estrategia represiva y de no soluciones de Madrid, pero ahora, ese freno popular debe ir más allá, a impedir que se consuma esta operación política diseñada por aquellos que quieren perpetuar una situación de conflicto en nuestro país.

Por ultimo, la Izquierda Abertzale considera que cualquier persona que apueste por el proceso, por una resolución política y democrática, por la construcción de un escenario de paz, justicia y libertad, tiene que aportar su granito de arena para impedir que Madrid pueda consumar su jugada; es posible y es necesario.

Además consideramos que son más necesarios que nunca los posicionamientos y actuaciones concretas acordes con la gravedad de los hechos, que tendremos que decidir entre todos los que estamos dispuestos a avanzar en el escenario abierto en nuestro país.

 

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