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EE.UU. :: 11/08/2011

Las bombas atómicas no se fabricaron para adelantarse a la bomba alemana

Alfredo Embid
Joseph Rotblat abandonó los Álamos cuando comprendió que la bomba en realidad estaba dirigida contra los soviéticos utilizando a los japoneses como cobayas

En principio, oficialmente se trataba de adelantar a los alemanes en un supuesto proyecto secreto de utilizar una bomba atómica que estaban fabricando. Luego se dijo que nunca terminaron de fabricarla, pero de hecho los datos disponibles indicaban que nunca iniciaron semejante proyecto.

Se ha dicho que Einstein advirtió al presidente Franklin D. Roosevelt que los alemanes estaban preparándose para fabricar la bomba atómica. En realidad la carta de Einstein solo contiene un pasaje en el que literalmente dice: “Me he enterado de que Alemania ha detenido la venta de uranio proveniente de las minas checoslovacas de las que se ha apropiado. El hecho de que haya adoptado una acción tan rápida podría ser comprendido a la luz de este hecho a saber, que el hijo del subsecretario de estado alemán, Von Weizaecker, trabaja en el Kaiser Institute de Berlín donde algunos de los trabajos sobre el uranio de los Estados Unidos son actualmente reexperimentados. " [1]

En el resto de la carta evoca la posibilidad científica de fabricar un arma atómica a partir del uranio. Einsteín precisaría luego:

"Mi participación en la construcción de la bomba atómica se limitó a un único hecho: firmé la carta dirigida al presidente Roosevelt. En ella el énfasis se ponía en la necesidad de preparar experimentos para estudiar la posibilidad de realizar una bomba atómica. Era consciente del horrendo peligro que la realización de ese intento representaría para la humanidad. Pero la probabilidad de que los alemanes estuvieran trabajando en lo mismo me empujó a dar ese paso.” [2]

Albert Einstein, en 1954 le confiaría al premio Nobel Linus Pauling que ése había sido el peor error de su vida. En diciembre de 1944, le había escrito una carta a Niels Bohr donde preveía la carrera nuclear y anunciaba “destrucciones aún peores”.

Pero la carta no fue redactada por Einstein, sino por Leo Szilard, físico húngaro refugiado en EEUU que en 1939 con Enrico Fermi concibió el primer reactor nuclear del mundo. Szilard estaba preocupado por las investigaciones del Instituto Kaiser y por la reciente ocupación alemana de la minas de uranio de Joachimstal en Checoslovaquia. Preocupación que compartía con Max Teller y Eugene Wigner, otros físicos húngaros en su misma condición. El 30 de julio de 1939 los tres fueron ver a Einstein y el 2 de agosto de 1939 le presentaron la carta que firmó.

La acompañaron de un dossier sobre las reacciones en cadena a partir del uranio que estaban convencidos podía ser la base de la bomba y recomendaron comprar el uranio de las minas de Katanga. Así pues las advertencias no estaban basadas en hechos sino en suposiciones. Suposiciones que se revelaron falsas como veremos. El presidente no les prestó demasiada atención pero dedicó un pequeño presupuesto a la investigación que proponen.

Serán los ingleses (vease Churchil) los que convencerán a Franklin D. Roosevelt de tomárselo en serio en octubre de 1941. [3] El equipo británico que lo investiga ha llegado ya a la conclusión de que el proyecto es factible [4]. El proyecto Manhattan se lanzará con el mayor presupuesto de la historia de los EEUU que llegará a 2.000 millones de dólares.

El proyecto se centraliza en los Álamos en Nuevo Méjico, creando un enorme centro experimental donde residían los científicos que participaban en él. También se le llamó “campo de concentración de los premios nobel” ya que todos estaban estrechamente vigilados. Es dirigido con mano dura por el General Leslie Groves.

En 1943 se empieza a fabricar plutonio en la central nuclear de Hanford en Washington, construida expresamente para ello por General Electric. La fábrica de Oak Ridge se construye en Tennessee para separar el U 235 de los otros isótopos del uranio natural (U234, U238) de las minas de Shinkolowe en Katanga y fabricar la bomba. Boeing fabrica los enormes bombarderos B 29 modificados que las lanzarán sobre las ciudades japonesas.

Al menos desde finales de 1944 el grupo de espionaje Alos, creado por el general Groves para investigar a los alemanes sabía que estos no estaban fabricando ninguna bomba atómica y que lo mismo sucedía en la URSS.

El "Proyecto Uranio" alemán, destinado a controlar el desarrollo de la investigación nuclear, se centró en el Instituto de Física Kaiser Wilhelm en Berlín, bajo la dirección del físico W. Heisenberg. Pero el Heisenberg había informado al Ministro de armamento Speer que la bomba costaría demasiado tiempo. [5]

William Lanouette historiador norteamericano explica que “El proyecto alemán (de la bomba) no despegó realmente nunca. Hicieron algunos experimentos equivocados y a causa de cálculos que llevaron a deducciones falsas, concluyeron que la bomba no sería de hecho utilizable. Su proyecto fue abandonado en 1942.” [6]

Por lo tanto Estados Unidos y Gran Bretaña sabían perfectamente que la primera justificación para la fabricación de la bomba era falsa, pero esto no impidió que el proyecto Manhattan continuase en secreto sin informar a su "aliado" la URSS.

El ataque a Japón ya estaba programado

Ya en septiembre de 1944, antes de que Alemania se rindiese el presidente Roosevelt y Churchil se reunieron en Hyde Park en el estado de Nueva York y acordaron que: “la bomba A, concebida como un arma defensiva contra Alemania, podría ser utilizada como un arma ofensiva contra Japón” [7] …

Los Estados Unidos y Gran Bretaña firmaron un documento secreto que sellaba la cooperación entre ambos países incluso después de la guerra y en el que se mencionaba que: "El proyecto Manhattan debe continuar en el mayor secreto: tras una madura reflexión la bomba A podría utilizarse contra los japoneses que serían advertidos de que se les continuarían tirando bombas atómicas hasta que capitulasen." [8] De hecho no se les advirtió de nada en absoluto y tampoco a los soviéticos antes de tirar las bombas.

Cuando acabó la guerra se confirmó definitivamente que la bomba atómica nazi nunca existió. “En el otoño de 1943 se formó un servicio de información especial, con la asesoría científica del físico holandés Samuel Goudsmith, que debía llegar a Europa junto con las primeras tropas aliadas e informarse del estado de la investigación nuclear alemana. Al capitular la ciudad de Estrasburgo el 15 de noviembre de 1944 ante las tropas norteamericanas, Goudsmith se dirigió al Instituto de Física de la Universidad que había dirigido el físico alemán Carl F. von Weiszacker. Goudsmith encontró entre los documentos del Director elementos suficientes como para convencerse de que el temido plan bélico nuclear alemán no existía”. Alemania no contaba con fábricas para separar el uranio ni para producir plutonio, que son pasos previos esenciales para fabricar la bomba, ni siquiera tenían un reactor experimental como el de Fermi. [9]

La rendición de Alemania a principios de Mayo 1945 eliminó definitivamente el objetivo inicial de la construcción de la bomba que, como se ve, desde el comienzo era un engaño. Cuando Roosevelt murió el vicepresidente Truman ocupó su lugar. Increíblemente no estaba al tanto del proyecto Manhattan y solo fue informado por Groves dos meses después. Todo estaba en marcha. Quedaba en primer plano el objetivo japonés que en realidad no era el objetivo principal de la bomba.

El proyecto Manhattan tampoco es una “venganza contra Japón”: se lanzó como hemos visto antes de Pearl Harbour que tendrá lugar el 7 de diciembre de 1941. La fabricación de las bombas y su utilización contra los japoneses no tiene una justificación vengativa como algunos han esgrimido. Además no olvides que la supuesta “sorpresa” del ataque había sido minuciosamente preparada por el gobierno de los EEUU para movilizar a la opinión pública norteamericana que siempre ha estado reticente a entrar en las guerras. La misma táctica se ha utilizado 7 veces. [10] Para los soviéticos, siempre estuvo claro que el motivo de tirar las bombas era una estrategia política contra ellos.

“No era necesario destruir Hiroshima y Nagasaki... El empleo de la bomba tenía como fin esencial enseñarles a los rusos quien era el jefe”. Esta declaración no pertenece a ningún comunista sino a Joseph Rotblat, profesor emérito de la Universidad de Londres, Fellow de la Royal Society, que luego sería secretario general del grupo Pugwash y presidente de este grupo internacional de científicos antinucleares. Recibiría el Premio Nobel de la Paz en 1995. Pero no es destacable por su curriculum, sino porque el sabio Joseph Rotblat trabajaba en el proyecto Manhattan y fue uno de los elementos clave del descubrimiento de la bomba, sin embargo renunció a seguir trabajando en el corazón del proyecto para construirla y abandonó los Álamos cuando supo que Alemania no poseería armas nucleares. [11]

Anne Morelli y Piere Pierart lo explican: “abandonó los Álamos cuando comprendió que la bomba originalmente destinada a disuadir a los alemanes, en realidad estaba dirigida contra los soviéticos utilizando a los japoneses como cobayas”. [12]

En una intervención en el coloquio Internacional organizado por la Universidad de Mons – Hainaut y la Universidad libre de Bruselas en Mons del 15 al 16 septiembre 1995, el propio Joseph Rotblat a sus 87 años relató su experiencia personal y que le llevó a tomar esa decisión. [13]

“En marzo de 1944, mucho tiempo antes de que se construyera la primera bomba y 18 meses antes de Hiroshima, asistí a una cena en los Álamos con el General Groves y James Chadwick, jefe de la misión británica. Era una recepción privada en “petit comité”. Durante la cena el general nos dijo, casi de pasada:

- “Son ustedes conscientes, por supuesto que el objetivo de todo el proyecto es someter a los rusos”

Aún tengo con precisión estas palabras en mis oídos debido al shock que me causaron. Fueron pronunciadas en un momento en el que los rusos eran nuestros aliados y soportaban lo esencial del combate contra Hitler. ¡Someter a los rusos! La gente no iba a creerme cuando lo contase. Pero 10 días más tarde Groves se expresó en público en los mismos términos:

- “Dos semanas después de aterrizar aquí y de encargarme del proyecto ya no me hacía ilusiones y sabía que nuestro enemigo real era Rusia. Es con este espíritu que dirigí las cosas.”

Por supuesto en esa época las decisiones no estaban completamente en manos de los militares. Pero para Groves la única motivación posible era contrarrestar a los rusos. Esa es una de las razones por las que creo que no era necesario tirar las bombas sobre Hiroshima y Nagasaki.”

Es lo mismo que afirmaron muchos científicos e investigadores occidentales como por ejemplo el historiador norteamericano Gar Alperovitz que, basándose en documentos desclasificados, plantea que las bombas tenían como objetivo la URSS. [14] El Secretario de Estado James F. Byrnes en el Gobierno de Truman le dijo al científico del proyecto Manhattan Léo Szilard que la bomba haría que los rusos fueran "más manipulables" [15] Y Byrnes nunca desmintió posteriormente haberlo dicho. [16]

Ha habido y sigue habiendo personas que rechazan este hecho como Jean Marie Matagne presidente del grupo ecologista Acción de los Ciudadanos por el Desarme Nuclear y lo califican de “ilusión retrospectiva” en su tesis de doctorado en filosofía donde lo “demuestra” [17]. Pero hay que dejarse de filosofías y remitirse a los hechos: en este caso las declaraciones del General Groves que era el jefe del proyecto Manhattan y del Secretario de Estado James F. Byrnes son definitivas.

El empuje para crear el proyecto Manhattan vino de Inglaterra donde evidentemente sus élites se sentían mas amenazadas por el comunismo que sus homólogas del otro lado del Atlántico.

Curiosamente en 1943 el mismo año en que el proyecto Manhattan consigue fabricar el plutonio, el primer ministro británico Wiston Churchil declaró en Quebec: “El nuevo orden mundial será anglosajón e impuesto ante todo por la formidable potencia militar anglosajona”. [18]

La obsesión anticomunista de Wiston Churchil está bien documentada, no por los rusos, sino por el mismo. En 1920 promovió una expedición militar para aplastar la revolución rusa. En 1945 Churchil admitió que una de las condiciones impuestas a la rendición alemana fue que el armisticio se retrasase para permitir al mayor número posible de unidades del ejército alemán escapar del frente oriental y entregarse a los estadounidenses o a los británicos y no a los soviéticos. “Muchas de estas unidades realmente se mantendrán preparadas - de uniforme, armados, y bajo el mando de sus propios funcionarios - para su posible uso contra el Ejército Rojo” [19] Años después, en 1954 en Woodford, reconocerá que consideraba antes del fin de la guerra, rearmar a Alemania para contra los soviéticos. [20]

El presidente Truman no se quedaba atrás, según Michel Parenti dijo que las bombas atómicas se construyeron "para ser utilizadas como un martillo, como una ola sobre las cabezas de los niños en el Kremlin." [21] Aunque esta no sea la única causa sin duda era una de las más importantes como ya discutí en un trabajo anterior. [22]

No es cierto que los rusos entraran en guerra a causa de Hiroshima como algunos historiadores pretenden. La URSS acordó con los aliados, Gran Bretaña y Estados Unidos, en la conferencia de Teherán en 1943, declarar la guerra a Japón 3 meses después de la rendición alemana. Lo confirmó en las siguientes, Yalta en febrero de 1945 y Postdam en Julio 1945, y lo cumplió estrictamente en la fecha acordada: El 8 de agosto de 1945 declaró la guerra y sus tropas entraron en la China ocupada por Japón al día siguiente.

Que Estados Unidos tirara la bomba de Hiroshima el 6 de agosto no fue evidentemente la causa. Esto fue resaltado incluso por Churchil que comentará irónicamente: “no se desplaza un ejercito en el transiberiano en 24 h.” [23] Pero que tiraran la segunda bomba aniquilando a ciudad de Nagasaki justo el día que los soviéticos entraran en China no fue casual.

No se trataba de impedir que invadieran Japón. Un contingente importante del ejército de tierra japonés ocupaba el territorio chino y habrían tenido que vencerlo lo que llevaría tiempo. Por otra parte el ejército soviético no tenía medios para invadir Japón, aunque avanzó rápidamente en Manchuria y Corea.

La conferencia de Potsdam con los aliados fue retrasada deliberadamente para que la bomba estuviera lista, de junio a mediados de julio. De hecho Truman fue informado durante la conferencia de que la prueba de la primera bomba en Alamogordo se hizo con éxito el 16 julio de 1945. En cuanto recibió la noticia, Truman cambió de actitud, borracho de omnipotencia como observaron muchos participantes de la conferencia. Rechazó intransigentemente las propuestas presentadas por sus aliados soviéticos respecto a los pagos de reparación de Alemania que ya habían sido aceptados en anteriores acuerdos entre los Aliados. Le dijo a Stalin que poseía un arma nueva sin dar explicaciones y abandonó la conferencia precipitadamente antes de que acabara para ejecutar el plan criminal de los bombardeos.

En este contexto, al utilizar las bombas los norteamericanos evitaban que les pasara lo mismo que en Europa. Toda persona mínimamente informada sabe que los nazis fueron derrotados por los soviéticos, que ellos ganaron la guerra pagando un altísimo coste en vidas humanas. [24] Pero al tirar las bombas, los norteamericanos se proclamaban como únicos ganadores de la guerra. Además podían iniciar la ocupación unilateral de todo Japón y de la región del Pacífico en general, sin hacer un reparto de los territorios ocupados con la URSS, como se habían visto obligados a hacer en Europa hasta ese momento.

Se evitó que hicieran lo mismo que los Estados Unidos habían hecho a pesar de intervenir tarde en la guerra en Europa; "tener un lugar en la mesa redonda de los vencedores, que permitiría negociar sobre el enemigo derrotado, ocupar zonas de su territorio, cambiar las fronteras, determinar las estructuras socio-económicas y políticas de posguerra, y obtener enormes beneficios y prestigio." Vannevar Bush [el jefe del Centro Americano para la investigación científica] indicó que la bomba "se entregó también a tiempo, de modo que no hubo necesidad de hacer concesiones a Rusia al final de la guerra”. [25]

De hecho no las hicieron, durante la firma de los acuerdos tras el fin de la guerra, los representantes de la URSS solo fueron figuras decorativas. Un capellán del ejército estadounidense indicó después de que la segunda bomba arrasó Nagasaki: "Querían obligar a los japoneses a capitular antes de que los rusos se presentaran." [26]

Por eso hubo que cometer el crimen lo [27] más rápidamente posible pues el tiempo apremiaba. El 6 de Agosto en Hiroshima y el 9 en Nagasaki. Esto explica la precipitación en lanzarlas en cuanto estuvieron listas y el que la segunda bomba se adelantara incluso 2 veces a la fecha prevista inicialmente, del 11 al 10 y luego finalmente al 9 de agosto. Explica también el que Groves bloqueara la carta dirigida al ministro de defensa y al presidente Truman en julio por casi 200 científicos del proyecto Manhattan que se oponían al lanzamiento de la bomba sobre la población japonesa y que esta carta fuera clasificada como secreto.

Los argumentos posteriormente invocados para tirarlas también fueron un fraude fácilmente demostrable: Las bombas no evitaron la muerte de soldados aliados, no pusieron fin a la II Guerra mundial, ni se tiraron para derrotar a Japón. [28]

El Premio Nobel de Física P. M. Blackett, comentaría acertadamente que Hiroshima fue, más que el fin de la Segunda Guerra Mundial, “el primer acto de la Guerra Fría”. [29] Las bombas no servirían para ganar la guerra, que ya estaba ganada, sino como armas de disuasión contra la URSS y contra todo el mundo.


Referencias

[1] Pierre Pierart. “D´Hiroshima a Sarajevo. La bomba, la Guerra Fría y el ejército europeo”. Ed EPO Bélgica, pgna 19

[2] “Para la abolición de la guerra”, publicado el 20 de septiembre de 1952 en la revista japonesa Kaizo, Einstein (1981) citado en http://www.fte-energia.org/pdf/e65-36-39.pdf

[3] Louis Puiseux. La babel nucleaire. de. Galilée. 1977 pgna. 106

[4] Margaret Gowing. Dossier secret des relations atmiques entre alliés 1939-1945, Paris Plon. pgna 80

[5] Pierre Pierart. “D´Hiroshima a Sarajevo. La bomba, la Guerra Fría y el ejército europeo”. Ed EPO Bélgica, pgna 21

[6] William Lanouette. Les scientifiques les hommes politiques et la bombe. Hiroshima sans amour. Coloquio Internacional organizado por la Universidad de Mons – Hainaut y la Universidad libre de Bruselas . Mons 15 – 16 septiembre 1995. Socialisme nº 252 nov-dic 1995. pgna 317

[7] William Lanouette. Les scientifiques les hommes politiques et la bombe. Hiroshima sans amour. Coloquio Internacional organizado por la Universidad de Mons – Hainaut y la Universidad libre de Bruselas . Mons 15 – 16 septiembre 1995. Socialisme nº 252 nov-dic 1995. pgna 311.

[8] Pierre Pierart. “D´Hiroshima a Sarajevo. La bomba, la Guerra Fría y el ejército europeo”. Ed EPO Bélgica, pgna 20

[9] HISTORIA DE LA PRIMERA BOMBA. http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx/sites/ciencia/volumen2/ciencia3/061/html/sec_5.html

[10] Boletín173: Cómo iniciar guerras. La falsificación de la historia en el comienzo de las guerras. El complot “de las pólvoras”. 1770 La guerra de independencia americana. 1846 La guerra con México. 1861 La guerra civil americana. 1898 La guerra contra España. El Maine. 1915 La entrada en la primera guerra mundial. El Lusitania. 1941 II guerra mundial. Pearl Harbor. 1961 La Operación Nortwoods. 1964 El incidente del golfo de Tonkin. Conclusión. Lo que une todos estos hechos. Alfredo Embid. http://www.ciaramc.org/ciar/boletines/cr_bol173.htm

[11] William Lanouette. Les scientifiques les hommes politiques et la bombe. Hiroshima sans amour. Coloquio Internacional organizado por la Universidad de Mons – Hainaut y la Universidad libre de Bruselas . Mons 15 – 16 septiembre 1995. Socialisme nº 252 nov-dic 1995. pgna 317

[12] Anne Morelli et Pierre Pierart. Avant – propos. Coloquio Internacional organizado por la Universidad de Mons – Hainaut y la Universidad libre de Bruselas . Mons 15 – 16 septiembre 1995. Socialisme nº 252 nov-dic 1995. pgna 301.

[13] Joseph Rotblat “ 50 ans d'age nucleaire” Hiroshima sans amour. Coloquio Internacional organizado por la Universidad de Mons – Hainaut y la Universidad libre de Bruselas . Mons 15 – 16 septiembre 1995. Socialisme nº 252 nov-dic 1995.

[14] Gar Alperovitz. Atomic Diplomacy: Hiroshima and Postdam. The use of the atomic bomb and the American confrontation with the Soviet Union. New york , Simon and Schuster, 1965.

[15] William Lanouette. Les scientifiques les hommes politiques et la bombe. Hiroshima sans amour. Coloquio Internacional organizado por la Universidad de Mons – Hainaut y la Universidad libre de Bruselas . Mons 15 – 16 septiembre 1995. Socialisme nº 252 nov-dic 1995. pgna 308 – 315.

[16] Sean Dennis Cashman, , Roosevelt, and World War II, New York and London, 1989, p. 369.

[17] Jean Marie Matagne. Hiroshima, Nagasaki une histoire meconue. Sortir du nucleaire nº 28 spt 2005.

[18] L'hegemoie atomique americaine, vue par les archives du quai d'orsay (1945-1950). Annie Lacroix – Riz. Coloquio Internacional organizado por la Universidad de Mons – Hainaut y la Universidad libre de Bruselas . Mons 15 – 16 septiembre 1995. Socialisme nº 252 nov-dic 1995. pgna 337.

[19] Jacques R. Pauwels, The Myth of the Good War: in the Second World War, , 2002, pp. p. 143.

[20] Le monde 26 noviembre 1954 p. 2.

[21] Michael Parenti, The Anti-Communist Impulse, 1969, p. 126.

[22] Boletín 85 Las bombas de Hiroshima y Nagasaki siguen explotando y la víctima eres tu. I parte. Alfredo Embid. http://ciaramc.org/ciar/boletines/cr_bol85.htm

[23] Pierre Pierart. “D´Hiroshima a Sarajevo. La bomba, la Guerra Fría y el ejército europeo”. Ed EPO Bélgica, pgna 45

[24] Boletín75: Algunas falsificaciones de la historia de la segunda guerra mundial. Las principales víctimas no fueron los judíos. Los Estados Unidos no ganaron la guerra, ni vinieron a liberar a Europa si no que apoyaron el nazismo.Alfredo Embid. http://www.ciaramc.org/ciar/boletines/cr_bol75.htm

[25] Boletín nº315 ¿Por qué la Segunda Guerra Mundial terminó con hongos nucleares? Hace 65 años, 6 y 9 de agosto de 1945: Hiroshima y Nagasaki. Jacques R. Pauwels. http://ciaramc.org/ciar/boletines/cr_bol315.htm

[26] Studs Terkel, "The Good War": An Oral History of World War Two, , 1984, p. 535.

[27] Pierre Pierart. “D´Hiroshima a Sarajevo. La bomba, la Guerra Fría y el ejército europeo”. Ed EPO Bélgica, pgna 64 - 65

[28] Boletín85: Las bombas de Hiroshima y Nagasaki siguen explotando y la víctima eres tu. I parte. Alfredo Embid. http://www.ciaramc.org/ciar/boletines/cr_bol85.htm

[29] La ética fue la primera victima a sesenta años de hiroshima el horror...el horror . 10 de agosto de 2005. http://www.minci.gob.ve/opinion/7/6405/la_etica_fue.html

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