El ciudadanismo, neoideología egocentrica que considera al ciudadano consciente (el que tiene base material, deberes y derechos para con la política) como sujeto de mejora democrática, es hoy al anarquismo lo que al estalinista el revisionismo o al demócrata la urna; la excusa perfecta para seguir dando discursos moralizantes a la vez que no se mueve un dedo y justifica su total inoperatividad.
Esta muy de moda, que se acuse a ciertos compañeros y compañeras que comparten espacios de reflexión y lucha de hacerle el juego al ciudadanismo, ir a caballo de este, rebajar su discurso al coordinarse con personas y/o colectivos que no son específicamente anarquistas y un largo etcétera. El problema de todo esto no es simplemente que sea un argumento pésimo sino que se ataca la voluntad de cambio y el esfuerzo que hacen nuestros colegas al enfrentarse a un mundo hostil, poniendo en un apuro y un aprieto a aquellos que tienen que lidiar con el mundo real ya que se ven solos en la lucha.
Es fácil achacar las aspiraciones socialdemócratas y reformistas de las gentes que participan en movimientos sociales amplios (como el 15M) ha una moral ciudadanista cuasi natural o a una voluntad de dejarse manipular por los partidos a la izquierda del PSOE, pero nunca se achaca a una realidad dura pero cierta; la falta de la agitación y la participación de los colectivos libertarios en el seno de las luchas sociales y políticas que aun lejos de ser revolucionarias, tienen un fuerte espíritu asambleario y autogestionario. Es cuando desde ciertos sectores autónomos y anticapitalistas se pretende romper con esto llevando el discurso y las prácticas (herramientas) antiautoritarias al seno de estas luchas o cuando se niegan a renunciar al caracter de movimiento sociopolítico del autonomísmo (1) son tachadas de ciudadanistas o de hacerle el juego a este. Dicho de otra manera, cuando se asume que en materia económica, social y política también se tiene voz y se quiere hacer oir a esta voz desde otros sectores libertarios se excluye o crítica a estos colectivos. Muestra de esto son los númerosos comunicados y libelos de "condena" hacía aquellos que han participado de las nuevas asambleas populares.(2)
Si uno de los objetivos que debemos marcarnos desde el antiautoritarismo es la extensión de la autoorganización esta no va hacerse sola, y cuando tratemos de autoorganizarnos para resolver nuestros problemas colectivos, y nos intentemos coordinar o solidarizar con otros oprimidos nos encontraremos con las más agudas y complicadas contradicciones, pero para aquellos que buscamos la revuelta y la revolución social éstas deben darnos más motivos, si caben, para hacer llegar nuestra voz al resto de explotados. Si la lucha en los años 70 dentro de los movimientos obreros y populares era contra el leninismo y el vanguardismo ahora mismo nos encontramos con otro enemigo; el ciudadanismo. Pero si las gentes que dan la cara en el seno de las movimientos sociales y politicos contra éste se encuentran solos, poco podrán hacer.
Llegan tiempos de calle, tiempos de guerra y de lucha. Vuelven tiempos de movimientos amplios y de intentos de dirigismo. Vienen tiempos de dar la cara contra la explotación y la miseria y si de verdad buscamos subvertir el orden actual debemos de darlo todo en los barrios, en las plazas, en las universidades, en los tajos y en los talegos y no mirar desde lejos y con cinísmo las iniciativas de los demás, dando discursos incendiarios en los bares y agachando la cabeza ante los problemas del día a día. Porque en los 70 nuestros padres se partieron la cara y ahora nos toca a nosotros. Como decía un texto anónimo por internet "todos somos anarquistas hasta que toca demostrarlo", eso es cierto como también lo es que se demuestra andando.
(2)Un ejemplo es "Los otrxs anarquistas y el 15M":http://reflexionrevuelta.wordpress.com/2011/06/07/sol-lxs-otrxs-anarquistas-y-el-15-m/
http://infopunt-vlc.blogspot.com/2011/08/opinion-el-ciudadanismo-como-excusa-o.html