Tenía además la intención de que los círculos marxistas fueran el “andamio” de un futuro partido socialdemócrata que giraría sobre un programa revolucionario basado en Marx. Fedoseev, a diferencia de Plekhanov a quién criticaba, sostenía que el Capitalismo “ya existía como tal” en Rusia (y no era un estadio porvenir o una meta futura a la que había que alcanzar). Una idea que nunca abandonará Lenin (y que muchos estudiosos como Berlín la consideran extravagante y extraña para la época). Su hermano Aleksandre y toda la Narodnaia Volia sostenían que Rusia seguiría una tercera vía, una senda histórica excepcional, que le permitiría saltarse la etapa del Capitalismo. Otro componente esencial era un fuerte anti-intelectualismo. Su objetivo era no crear más intelectuales de aparato como Bernstein o Kautsky, sino generar auténticos líderes obreros del proletariado ruso como Bebel.