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Mundo :: 03/09/2011

Achcar, el NPA y la IV Internacional mandelista: ¿ahora también esperanzas en el "CNT"?

Claudio Testa
Apoyo a la intervención :: Ridícula utopía de pretender “vigilar muy de cerca” a la OTAN :: El NPA no hizo campaña alguna en Francia contra los ataques

No es necesario subrayar el papel fundamental que los imperialismos europeos juegan en relación a Libia y a todo el proceso de la “Primavera Árabe”.

Dada la situación política europea, teñida por el descontento creciente debido la crisis y los “planes de austeridad” neoliberales, las protestas contra estas nuevas aventuras coloniales habrían sido un obstáculo serio. Pero el imperialismo logró confundir a amplios sectores obreros y populares de Europa acerca del “carácter humanitario” de los bombardeos de la OTAN. La no presencia (ostentosa) de tropas imperialistas en territorio libio, ayudó también a “maquillar” este operativo colonial. En esto cae una responsabilidad fundamental sobre las “izquierdas” del régimen, como los partidos “socialistas” y “laboristas” que apoyaron la intervención.

El rechazo y la denuncia de la intervención de la OTAN recayó principalmente sobre las corrientes de lo que se llama la “extrema izquierda”. Pero en una importante corriente marxista revolucionaria del continente –la IV Internacional “mandelista”– hubo gran confusión al respecto.

Esta corriente tiene un peso decisivo en el NPA (Nuevo Partido Anticapitalista) de Francia, país que fue clave en la intervención de la OTAN. El NPA oficialmente repudió la intervención. Pero un sector de la IV Internacional “mandelista”, encabezado por Gilbert Achcar –intelectual libanés– sostuvo una posición contraria. Achcar argumentó que “es un error por parte de cualquier fuerza de izquierda oponerse a la idea de una zona de exclusión aérea [de la OTAN] y de destrucción de las unidades blindadas de Gadafi... [...] sin estar en contra de la zona de exclusión aérea, debemos expresar nuestra desconfianza y defender la necesidad de vigilar muy de cerca las acciones de los países que intervengan".

La conclusión práctica de estas divergencias fue que el NPA no hizo campaña alguna en Francia contra la intervención, más allá de denuncias en sus publicaciones.

En su momentos, desde Socialismo o Barbarie, polemizamos duramente contra esta política y advertimos, además, la ridícula utopía de pretender “vigilar muy de cerca” a la OTAN y sus “acciones”.

Ahora Achcar vuelve al ataque. En un largo artículo –“La conspiración de la OTAN contra la revolución libia” ( http://www.rebelion.org/noticia.php?id=134474 )– hace un análisis del carácter reaccionario de esta intervención, pero se olvida de un “pequeño detalle”: que él estuvo a favor de ella. ¡Eso no lo recuerda!

Pero lo peor no es esta escandalosa amnesia política. Lo peor es que Achcar concluye abriendo expectativas esperanzadas en el Consejo Nacional de Transición. ¡Achcar no escarmienta!

Sostiene que el plan de gobierno del CNT “muestra un reconocimiento tranquilizador de la complejidad de la situación libia y la voluntad de abordarla de una manera democrática... Es de esperar que la realidad se ajuste a las previsiones del plan, pero hay muchos factores que se oponen a la aplicación del mismo, dada la compleja maraña de fuerzas tribales...”.

Así, del apoyo a la intervención –¡con “vigilancia”!– de la OTAN, Achcar pasa a la confianza política en el CNT.

Aclaremos que este “plan del CNT” ni siquiera contempla una medida democrática-revolucionaria elemental, como la de una Asamblea Constituyente. Lo que propone –como explica el mismo Achcar– es escandaloso. Es redactar desde arriba un “proyecto de constitución” y someterlo luego a “un referéndum”. ¡Es decir, un plan político absolutamente antidemocrático y bonapartista: “nosotros, el CNT, desde arriba, les redactamos una Constitución, y ustedes tómenla o déjenla!”

Asimismo, pareciera que en la “conspiración de la OTAN contra la revolución libia” no figura el tema del desarme de los sectores populares, ni el peligro de tropas de ocupación en el terreno (bajo el disfraz de “fuerzas de paz de la ONU” u otra variante). Tampoco aparece la renegociación de las explotaciones petroleras en condiciones leoninas, mucho peores que las de Gadafi.

Para concluir: pensamos que lo sucedido en relación a la intervención de la OTAN y lo que se esboza ahora, frente a la nueva situación en Libia, son hechos muy graves, tanto para el NPA como la corriente de la IV Internacional mandelista. ¿Esto es lo que el marxismo revolucionario europeo tiene para decir a la nueva vanguardia del mundo árabe? ¡Esto es un desastre!

Insistimos: esto tiene su relevancia porque hay una cierta “llegada” a esa nueva vanguardia. Así, los artículos de Achacar que comentamos, han sido reproducidos en sitios importantes de El Cairo. Y un lector le contestó muy bien, en forma lapidaria, a su artículo sobre la “conspiración de la OTAN contra la revolución libia”, diciendo más o menos lo siguiente: “¿Cómo Achcar? ¿Usted acaso no apoyó la intervención de la OTAN?”

Socialismo o Barbarie - Extractado por La Haine

 

Enlace al artículo: https://www.lahaine.org/cX68