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Mundo :: 29/03/2020

El Salvador: Nayib Bukele y las ansias por la centralidad del poder

Nery Chaves García y Esteban De Gori
Desde el inicio de su mandato, el empresario Bukele aprovecha cada situación política para incrementar su forma de gobierno autoritaria

En menos de un año de su Gobierno, Nayib Bukele ha buscado por diversos medios centralizar el poder. Desde su comunicación política hasta sus acciones concretas evidencian una administración y construcción política basadas en su figura. Él como puerta al cambio, él como oportunidad al desarrollo: su proyecto político inicia y termina consigo mismo acompañado de Dios [o quizás Alá].

El presidente salvadoreño en su reafirmación política construye un límite y muro con el bipartidismo histórico en El Salvador: la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) y el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). La distinción de los “mismos de siempre” y/o “los corruptos” es el eje central discursivo de la maquinaria estatal. Todo ello para posicionarse ante una sociedad apática hacia los partidos históricos y que se encuentra ansiosa por un cambio. Se trata de un cambio que no llega de la mano de Bukele sino, más bien, en la repetición del autoritarismo y la militarización. Sin embargo es una repetición que se vuelve novedad en ese tercero en discordia del sistema político salvadoreño.

Narcisismo y política: la forma de gobernar de Nayib Bukele

Algunos indicios empezaron a surgir en la campaña electoral. Su propuesta partidaria se llamaba “Nuevas Ideas”. Bukele fue expulsado del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional por sus “críticas” y diferencias. Esa salida construyó una trayectoria singular. Su alianza con la Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA), la escisión que Tony Saca había producido en ARENA algunos años atrás, fueron clave para lograr su participación en la pasada elección presidencial. Siempre tuvo ese objetivo: llegar a la Presidencia, meta que había visto limitada mientras estuvo en el FMLN.

Solo, completamente solo. Bukele dió su discurso como presidente electo acompañado por una pared detrás suyo con el logo de Nuevas Ideas.[i] Ni Félix Ulloa -su vicepresidente- ni su esposa lo acompañaron. “El Hombre”. Meses más tarde, en la celebración del 15 de septiembre -día en el que se celebra la “independencia” de la corona española de El Salvador y toda Centroamérica-, Bukele llevó a cabo un ejercicio militar en el que un número significativo de personas quedaron, frente a la pareja presidencial, arrodilladas y apuntadas en sus cabezas por pistolas del Ejército. Tal ejercicio fue una pequeña muestra de su proyecto central de gobierno: el Plan de Control Territorial (eufemismo por plan mano dura). El hecho de que una política represiva sea la centralidad de un plan de gobierrno demuestra que se trata de un proyecto neoliberal, que solo pretende mantener los beneficios de las clases altas salvadoreñas. Bukelele (como le suelen llamar en redes sociales) no busca mejorar los problemas reales de la sociedad: la pobreza mayoritaria, la salud, la educación, la convivencia social.

Estas fueron las primeras señales de lo que luego sería muy problemático: Bukele se presenta ante la sociedad salvadoreña como la esperanza para la superación del bipartidismo, la clave para dejar la etapa de la posguerra y caminar hacia el desarrollo. Se presenta como la llave para el cambio en El Salvador, un presidente "moderno" que da órdenes a sus ministros vía twitter (y ellos le responde, en estilo militar, "a la orden, mi presidente"), una llave que busca acabar con la corrupción, con la inseguridad y todos los males del país más pequeño de Centroamérica (excepto la pobreza). Estos males nacen, según Bukele, de la clase política gobernante, mas no -acorde con su ideología empresarial- de condiciones estructurales e históricas.[ii]

Esta retórica se asocia con un ambiente altamente crítico con los partidos históricos y con los exiguos resultados de los gobiernos del FMLN, que chocaron contra la Corte Constitucional, los medios y los liderazgos anclados en el período de la guerra. Hoy esos errores son una oportunidad para que Bukele ataque directamente a los cimientos democráticos más básicos del Estado: la división de poderes. Es llamativo que ese ataque fuera muy aplaudido. En los errores políticos de los otros y en los legados sociales del orden, Bukele ha logrado administrar muy bien las oportunidades.

9F: ¿primer ataque contra la división de poderes?

Las tensiones entre el Ejecutivo y la Asamblea Legislativa alcanzaron un tono mucho más alto cuando Bukele invocó el artículo número 167 -inciso 7- de la Constitución Política. Dicho artículo faculta al Consejo de Gobierno a convocar al órgano legislativo para que sesionara con un punto único de agenda el domingo 9 de febrero. En este caso, se trataba de la aprobación de un préstamo por $109 millones del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), el cual financiaría la Fase III del Plan de Control Territorial.

Esta acción llamó la atención de distintos sectores, incluidos los diputados y las diputadas: ese artículo no había sido invocado desde los tiempos de la Guerra Civil. En términos generales, se trata de una medida de excepción. Es decir, forma parte de las normas que trastocan los cimientos del Estado de Derecho en tanto posibilitan que el Poder Ejecutivo intervenga en el Poder Legislativo.

Ante la negativa de los legisladores y legisladoras a asistir el 9F- principalmente de ARENA y el FMLN-, Bukele militarizó las inmediaciones de la Asamblea Legislativa, convocó a sus simpatizantes y funcionarios (as) de Gobierno [obligados a asistir] a que se concentraran en las afueras del edificio y colocó pantallas para que se pudiese ver la sesión. La mala política debía ser mostrada y transmitida, como un acto de transparencia. Tras un acalorado discurso a sus simpatizantes y funcionarios (as), en el que llamó a los y las diputadas “criminales” y “sinvergüenzas” -en el tanto no cooperan con la "seguridad" de la ciudadanía salvadoreña-, Bukele entró al edificio militarizado y, frente a los curules vacíos, oró. Al salir del edificio dijo que Dios le pidió paciencia y, por ello, dio un plazo de una semana para que se aprobase el préstamo.[iii]

La demostración autoritaria, “bendecida por Dios”, de Nayib Bukele fue expuesta en medios nacionales e internacionales. Al día siguiente, el 10 de febrero, el Congreso condenó la toma del edificio y la definió como una “exhibición de fuerza bruta” que buscaba la intimidación de los y las parlamentarias.[iv] El segundo llamado de Bukele a las afueras del Congreso, cumpliéndose el plazo de una semana, no llevó a mejor cosa que un discurso del derechista Walter Araujo, exmagistrado del Tribunal Supremo Electoral, exdiputado por ARENA, expresidente de ARENA, expresidente de la Asamblea Legislativa y ahora simpatizante de Nuevas Ideas, en el que responsabilizó a los y las diputadas de las muertes y violencia en El Salvador y da un nuevo plazo de 15 días al Congreso.[v]

Al día de hoy, el préstamo no ha sido aprobado. ARENA condicionó su voto a la modificación del plan de adquisiciones. A la fecha tampoco hay mayor detalle del Plan Control Territorial. Según 'El Faro', documentación del BCIE demuestra que el Plan no va más allá de la militarización de la cotidianidad salvadoreña y traerá consigo riesgos a la privacidad de la ciudadanía: buena parte de su presupuesto está destinado al desplazamiento del Ejército salvadoreño para que pueda asumir tareas de "seguridad" pública[vi] y la otra está enfocada en la adquisición de 113 drones y 4.075 cámaras -siendo las más modernas y de mayor alcance controladas por el Ejército-.[vii]

Otra de las versiones detrás del 9F, respaldada por fuentes del Ejecutivo entrevistadas por 'El Faro', dan cuenta de que esta acción fue una estrategia de marketing que se salió de control. La figura de Bukele venía con problemas. Enero fue un mes complejo para el presidente millenial debido a: i) desabastecimiento de agua o servicio de agua en mal estado en San Salvador; ii) la revelación del pago de un viaje a México a Osiris Luna -viceministro de Justicia y Seguridad- por parte de una empresa de seguridad privada -involucrada en el Plan de Control Territorial- y; iii) el retiro de apoyo para la aprobación del préstamo con el BCIE por parte de ARENA, FMLN y el Partido Demócrata Cristiano (PDC).[viii]

En una suerte de reducción de daños y “elección de batallas para ganarlas” -según una fuente de 'El Faro'- Bukele llevó a cabo la acción del 9F. Dicha acción tendría un alto costo de oportunidad, pues evidenció que el autoritarismo, más allá de ser una característica permanente en su forma de gobernar, es parte de la cultura política salvadoreña. Son pocas las voces críticas y disonantes que confrontan al Ejecutivo, las cuales incluso han denominado al 9F como un intento de autogolpe de Estado. El orden es el orden, y el pueblo salvadoreño ha reclamado esto durante los últimos años. También reclama mejoras sociales, urgentemente necesarias, pero de momento está enceguecido por los letreros luminosos.

Ante tal despliegue bélico i) distintas representaciones diplomáticas manifestaron su preocupación; ii) el FMLN presentó un habeas corpus ante la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y una denuncia por la toma violenta del edificio a la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos; iii) Raúl Melara -fiscal general de la República- está investigando los hechos del 9F y; iv) la Sala Constitucional emitió medidas cautelares al Consejo de Ministros y al presidente de la República.[ix] Sin embargo, aún con estas medidas, el costo político para Bukele está por verse. Fue aplaudido el discurso contra los mismos de siempre.

La tensión entre ambos poderes sigue presente, y difícilmente baje de intensidad pues resulta clave para la estrategia de Gobierno de Bukele. Otro choque se dio cuando el Congreso aprobó la Ley de Reconciliación Nacional -que promueve la impunidad- y fue vetada por Bukele. Dicho veto no debe ser leído como un interés por parte de Nayib en la búsqueda de la verdad y la justicia, sino en la permanencia del conflicto político. El proyecto de Nayib Bukele inicia y acaba con él, acompañado de Dios.

¿Medidas contra el coronavirus u oportunidades para centralizar el poder?

Las medidas tomadas por Bukele frente al coronavirus deben interpretarse en esta clave autoritaria. Por ello es que genera alarma el intento de declaración de un régimen de excepción y de emergencia nacional para atender la pandemia, con pocos casos y ningún muerto en territorio salvadoreño.[x] Este intento fue matizado por el Congreso, quien permitió solamente la declaración de Estado de Excepción, la restricción del tránsito en el territorio y el derecho a reunión, el cierre total de fronteras y el establecimiento de cuarentena.[xi]

Estas medidas están lejos de la prevención; de lo contrario el Ejecutivo no permitiría focos de infección como los que creó al aislar las personas que entraban a El Salvador al momento del cierre de las fronteras. Las denuncias de insalubridad y de falta de atención médica han circulado por las redes sociales, mientras que el Ejecutivo podría sacar provecho de las medidas excepcionales.

El coronavirus puede representar una oportunidad para la centralización del poder, sobre todo ante un actor que se muestra muy ansioso por lograrlo. Si bien la crisis sanitaria está entrando a Centroamérica.
Bukele puede sacar rédito. La incertidumbre, el temor y las excepcionalidades pueden volverse medidas interesantes ante una sociedad que busca ser cuidada y atendida: las sociedades no viven solo de orden, sino de su sostenimiento y está por verse si Bukele puede seguir legitimando su figura en la garantía de largas demandas sociales y económicas [que él no está por la labor de otorgar]. La alerta continúa, sobre todo en contextos donde el temor y la excepcionalidad pueden significar oportunidadades: también son tierra fértil para el autoritarismo.

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Notas

[i] https://www.celag.org/rechazo-bipartidismo-informe-postelectoral-el-salvador/

[ii] A saber, la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) y el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).

[iii] https://www.celag.org/nayib-bukele-entre-los-militares-y-dios/

[iv] https://twitter.com/AsambleaSV/status/1227074820682256384/photo/1

[v] https://www.elsalvadortimes.com/articulo/politicos/walter-araujo-diputados-ratas-asesinas-tienen-15-dias-aprobar-109-millones-plan-control-territorial/20200216121523067197.html

[vi] A cargo de la Policía, en buena teoría.

[vii] https://elfaro.net/es/202003/el_salvador/24028/El-pr%C3%A9stamo-del-BCIE-un-paso-m%C3%A1s-en-la-militarizaci%C3%B3n-de-la-seguridad-p%C3%BAblica-de-Bukele.htm

[viii] https://elfaro.net/es/202003/el_salvador/24110/La-historia-detr%C3%A1s-del-d%C3%ADa-en-que-Bukele-se-tom%C3%B3-la-Asamblea-Legislativa.htm

[ix] https://arpas.org.sv/2020/02/sala-admite-demanda-contra-convocatoria-de-consejo-de-ministros-y-emite-medidas-cautelares/

[x] Hasta el 18 de marzo fue identificado un caso de COVID-19 en El Salvador.https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=350853&SEO=el-salvador-confirma-su-primer-caso-de-covid-19

[xi] https://arpas.org.sv/2020/03/estado-de-excepcion-que-garantias-se-pierden-a-partir-de-hoy/

www.celag.org / La Haine

 

Enlace al artículo: https://www.lahaine.org/cY1d