Principal |
Pensamiento :: 08/02/2012

[Libro] "Green Is The New Red" de Will Potter

La cizalla ácrata
lectura imprescindible sobre los recientes casos de criminalización que activistas ecologistas y por los animales sufren en base a intereses corporativos.

Will Potter, periodista estadounidense, es el autor de "Green Is The New Red", lectura imprescindible para toda aquella persona interesada en los recientes casos de persecución y criminalización que activistas ecologistas y por los animales sufren en base a intereses corporativos.

1- Por favor, preséntate y presenta también tu libro, “Green Is The New Red”.

Hola a todos. Soy un periodista independiente de Washington, DC. Mi trabajo ha sido editado en publicaciones como Los Angeles Times, Mother Jones y la National Public Radio. Centro mis escritos y mis charlas en cómo los activistas políticos están siendo etiquetados como “terroristas” por parte de corporaciones y del gobierno de los Estados Unidos. Green Is The New Red saca a la luz cómo activistas por los derechos de los animales y activistas ecologistas se han convertido en la “amenaza número uno de terrorismo doméstico” para el FBI. Mi libro está escrito de manera narrativa, contando la historia de varios miembros del Frente de Liberación de la Tierra, de Stop Huntingdon Animal Cruelty y de otros grupos, al mismo tiempo que investigo cómo las corporaciones fabricaron la idea del “eco-terrorismo”.

2- Cuando hablamos del AETA*, el Green Scare**... ¿Podemos decir que han conseguido su objetivo? Me refiero, ¿Has notado que en Estados Unidos el trabajo de los activistas por los animales y la tierra haya disminuido desde que comenzaron estas estrategias represivas?

Esta pregunta es muy difícil de contestar, porque los movimientos sociales, por su propia naturaleza, cambian constantemente. Sin embargo, no podemos negar que estas tácticas han tenido un efecto escalofriante, lo que se traduce en que muchos activistas se lo piensen dos veces antes de decir o hacer nada ya que les preocupa ser catalogados como terroristas. Dicho esto, tanto el movimiento por los derechos de los animales como el movimientos ecologista de los Estados Unidos son vibrantes y están creciendo. Han resurgido las acciones de desobediencia civil no violenta en protestas concernientes al cambio climático, y los activistas por los derechos de los animales están usando de manera muy efectiva investigaciones encubiertas.

3- Supongo que los mass media habrán apoyado este tipo de represión. ¿Qué importancia han tenido (o tienen) a la hora de criminalizar activistas? ¿Algún periódico, canal de televisión... se mostró de alguna forma crítico con todo este asunto?

En la mayoría de casos los periodistas de Estados Unidos no han conseguido examinar de manera crítica estas tácticas. Diría que una de las razones por las que el “eco-terrorismo” se convirtió en una amenaza de tal calibre fue porque los periodistas convencionales usaban ese término sin cuestionar su fuente. En los meses recientes hemos ido viendo más y más críticas con respecto a leyes como el AETA, pero en general no han recibido mucha atención.

4- Como sabes, aquí en España varios activistas fueron acusados de actividades ilegales relacionadas con la liberación animal. Todos ellos están (o estuvieron) trabajando en campañas legales. Las comparaciones con el SHAC 7 o el caso de los animalistas austriacos es inevitable. ¿Crees que pueden aparecer en otros países que no sean los Estados Unidos leyes parecidas al AETA?

Totalmente. España, Austria, Finlandia, y en un montón de sitios se están viviendo procesamientos que copian ese tipo de tácticas. Las campañas dirigidas por corporaciones para demonizar al movimiento por los animales y el movimiento ecologista tachándoles de “eco-terroristas” se han internacionalizado, en ámbitos de aplicación. Diría que esto es un ejemplo de que estas tácticas no son “represión estatal”, como los izquierdistas suelen describirlas, si no como “represión corporativa”. El estado puede que esté llevando a la práctica estas tácticas, pero solo porque las corporaciones tratan de proteger sus beneficios en todo el mundo.

5-¿Cuáles son, en tu opinión, los “puntos flacos” del movimiento para hacerlo vulnerable a ataques represivos como estos?

La estrategia que se esconde detrás de estas tácticas del gobierno es la fragmentación. A la hora de hablar de esto creo que ayuda visualizar los movimientos sociales con componentes “horizontales” y “verticales”. La intención es separar estos movimientos horizontalmente, y crear divisiones entre ellos y la, llamésmola, izquierda más amplia. Los activistas por los derechos de los animales y los ecologistas están, por lo tanto, siendo representados como extremistas ideológicos que, si no se les detiene, no dejarán que comas carne o conduzcas coches o tengas mascotas. Por supuesto que ya existen de por si tensiones entre estos movimientos y la izquierda más tradicional, pero los políticos y las corporaciones tratan de llevarlas al extremo. Si estos movimientos no son vistos como parte de una lucha social por la justicia más amplia, es más fácil para otros izquierdistas o grupos progresistas darles la espalda cuando sean reprimidos.

De manera similar, se está tratando de fragmentar estos movimientos de manera vertical. Se les dice a los grupos legales que deben condenar a los grupos clandestinos, y que si no lo hacen ellos también serán tratados como terroristas. Con esta estrategia matan dos pájaros de un tiro. Por un lado, rompen los lazos de estos movimientos con los de otros movimientos sociales, y por el otro, rompen los lazos entre los grupos legales y los grupos clandestinos. Es decir, aíslan a sus objetivos e intensifican la represión.

Así que, para responder a tu pregunta más directamente, la táctica más efectiva para reprimir estos movimientos ha sido la de enfrentar a los activistas, ya sea presionándoles a convertirse en informadores o presionándoles para condenarse públicamente los unos a los otros.

6- En el caso de los presos que decidieron cooperar y delatar a otros compañeros, ¿Recibieron realmente condenas reducidas o están cumpliendo condenas similares a las de los presos que decidieron no cooperar? ¿Están esos presos (quienes cooperaron) recibiendo algún apoyo por parte del movimiento?

Las condenas varían de un preso a otro, pero los que cooperaron con el gobierno recibieron condenas comparables a quienes no lo hicieron. Algunos de los presos que cooperaron han recibido algo de apoyo por parte de algunas personas del movimiento, pero la mayoría de la gente más “radical” o de base de este movimiento se oponen fuertemente a apoyarles de ninguna manera.

7- Por favor, recomiéndanos las que, para tí, sean las mejores fuentes de información sobre represión contra activistas, el green scare... (páginas web, fanzines, libros... lo que sea)

Una buena visión general de muchas tácticas usadas contra activistas en la historia de los Estados Unidos es Beyond Bullets: The Suppression of Dissent in the United States de Jules Boykoff.

Para información sobre presos, el “Earth Liberation Prisoners Network” lleva adelante una gran lista de emails con los que van informando de todas las novedades.

Y por supuesto, www.GreenIsTheNewRed.com se ha convertido en una referencia de noticias sobre estos temas. Espero que la gente que esté leyendo esto también considere la opción de leer mi libro, Green Is The New Red: An Insider’s Account of a Social Movement Under Siege.

* AETA: Siglas del Animal Enterprise Terrorism Act, una ley federal de Estados Unidos que da manga ancha al departamento de justicia para incrementar la represión contra activistas por los animales.

** Green Scare: Término con el que se denomina a las nuevas estrategias represivas contra activistas ecologistas y activistas por los animales. Se caracteriza por la imposición de largas condenas de prisión a los activistas, la presión que se ejerce sobre ellos para que testifiquen contra sus compañeros,...

 

Enlace al artículo: https://www.lahaine.org/dD0r