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Mundo :: 18/12/2025

Ganar la iniciativa al enemigo

Dax Toscano Segovia
Para controlar la mente de las personas, el imperialismo y sus propagandistas utilizan un sinnúmero de técnicas de manipulación

Durante décadas el aparato propagandístico del imperialismo ha direccionado las temáticas sobre las cuales las personas deben hablar.

Quienes tienen el control de los medios de comunicación, disponen las agendas informativas y, dentro de ellas, los acontecimientos sobre los cuales hay que hablar, los que hay que ocultarlos o minimizarlos, los personajes a los que hay que exaltar y los que hay que estigmatizar, así como las palabras y frases que se deben utilizar para llegar a las audiencias, al público en general.

Del mismo modo, se va direccionando a las personas como deben comportarse, a quienes deben apoyar o rechazar y hasta que productos deben consumir.

El neoliberalismo, y junto a él el denominado pensamiento posmoderno, ha impuesto la "cultura" de lo banal, lo estéticamente mediocre, a la par que convirtió a la política en un show, en un espectáculo grotesco.

Para controlar la mente de las personas, el imperialismo y sus propagandistas, entre los que se encuentran profesionales de distintas ramas, a los que Aníbal Ponce calificaría como mercenarios y esclavos del sistema, utilizan un sinnúmero de técnicas de manipulación como la generación de miedos, la estigmatización de determinadas personas, líderes y procesos, la repetición constante de discursos favorables a sus intereses o ataques continuos contra sus enemigos, la simplificación de los acontecimientos.

Algunos ejemplos permiten comprender lo dicho:

Del socialismo han dicho que es el sistema que simboliza la pobreza, la violación de los derechos humanos y el atraso.

Es lo que ellos han metido en la psiquis de las personas para generar rechazo a este sistema entre quienes no están políticamente claros de las mentiras que esgrimen.

Los medios llenan sus informativos con noticias negativas sobre Cuba o Venezuela. Hablan de la pobreza, de la crisis económica, de las migraciones. Hechos reales, pero que siendo verdad, ocultan la realidad, al no explicar las causas reales de los problemas que se enfrentan en estos países como el bloqueo económico y el asedio permanente que en el caso de la República Bolivariana de Venezuela implica una amenaza de invasión militar por parte de los EEUU.

Mientras esto hacen, ocultan las realidades sociales que una infinidad de naciones viven como resultado de la existencia de este sistema mundial de dominación capitalista, basado en la explotación y robo de recursos.

El mundo imaginario que construyen y con el cual penetran en la psiquis de las personas, es un mundo fantástico que oculta los problemas y contradicciones que tiene el sistema.

Es el capitalismo el que ha desarrollado la industria de la prostitución y el negocio de la trata de mujeres, así como los del alcohol, de la droga y de las armas.

En la historia oficial, Occidente se muestra asimismo como la cuna de la civilización humana. Desprecian aquello que no se rige a sus instituciones, sus normas, su religión. Un caso concreto son los ataques permanentes a la República Islámica de Irán, sobre la cual recae una campaña sucia, acusando a la Revolución Islámica de atentar contra los derechos de las mujeres.

Hace 1400 años el islam estableció un cuerpo de normas para proteger los derechos humanos, fundamentalmente el de las mujeres que, como en el caso de Irán, tienen un sitial especial dentro de esta religión.

Falsedades, acompañadas de incoherencias que la gente las repite sin ningún reparo. La ignorancia es muy atrevida en estos casos, cuando se hacen acusaciones sin ni siquiera conocer de la historia, la cultura y religión de otros pueblos.

Las mal denominadas industrias culturales, que no son más que industrias de la alienación y el embrutecimiento de las mentes, van imponiendo a los niños y jóvenes sus gustos por sus super héroes, por sus mediocres cantantes, así como por sus fiestas y hasta su idioma.

Cuál ha sido la respuesta de las fuerzas que están en lucha contra el imperialismo, el sionismo y las oligarquías criollas vende patrias.

Por un lado, minimizar estos hechos. En el lenguaje se siguen reproduciendo anglicismos que tenemos la obligación de desterrarlos como el ok, porque su uso forma parte de los procesos de dominación colonial.

El sistema penetra sutil o abiertamente. No se reflexiona sobre el impacto cultural que tienen las celebraciones estadounidenses en nuestras sociedades. En América Latina vemos que los niños y jóvenes celebran el Halloween o que en Navidad, en vez de rendir un homenaje a Jesús, se exalta la figura de Papá Noel, mientras se cantan villancicos en inglés y, en lugar de promover el compartir con el prójimo y los más necesitados, se exalta el consumismo.

Hay también aquellos que mientras gritan contra el sistema explotador capitalista, disfrutan de las producciones cinematográficas hollywoodenses más estúpidas o cantan las letras insultantes de Bad Bunny o las canciones triviales de Shakira, aun a sabiendas que son fervientes exponentes de la oposición al proyecto revolucionario y de resistencia contra el imperialismo y el sionismo. Por supuesto, también están los que aún siguen consumiendo Coca Cola.

A nivel político sucede algo parecido. Las Open Foundation Society van imponiendo su discurso. Tolerancia, empatía, inclusión social son algunas de las palabras que usan para convencer a los más ingenuos de que luchan por un mundo mejor.

Revolución, lucha de clases, imperialismo, son vistos con malos ojos. Radicales, llaman a quienes las usan. Terroristas a quienes, a través de distintas formas de lucha, enfrentan al sistema.

Algunos, desde las llamadas izquierdas, dicen defender a Palestina mientras cuestionan a Hamas y sus líderes, convencidos de las mentiras difundidas por el aparato de propaganda del sionismo, la Hasbará.

Otros tienen temor a identificarse con grupos como Hezbolá, por miedo a que les asocien con el terrorismo. El sistema impone sus modelos a las izquierdas que exaltan a Luther King o a Gandhi. Públicamente sienten temor de resaltar figuras como Malcom X y más las de Hassan Nasrallah o Yahya Sinwar.

Hay otros ejemplos que deben llamar a la reflexión profunda sobre como el sistema de dominación logra dominar con el beneplácito incluso de quienes dicen combatirlo.

El islam, y fundamentalmente el islam chiita, no el de los regímenes que dicen ser islámicos y no son más que corruptos sostenedores de este pútrido sistema, establece parámetros de comportamiento que las izquierdas deberían seguir para elevar nuestras luchas a otro nivel, como lo demostraron hombres como Qassam Soleimani o Imad Mughniyeh.

En Burkina Faso, fue Thomas Sankara quien hizo un llamado de atención contra los mecanismos que el sistema usa para penetrar a través de los elementos culturales en nuestras sociedades. Sankara señaló que nuestra batalla contra nuestros enemigos también es de carácter cultural.

Al enemigo hay que ganarle la iniciativa y esto también debe darse a nivel de la propaganda. Las brigadas de propaganda en la era soviética, conocidas como agitprop, agitación y propaganda, son un ejemplo de combate contra los enemigos en estos campos o las brigadas de propaganda iraníes que, además, trabajan con calidad artística y estética de alta calidad. También es importante recordar a los muralistas en la época del gobierno de la Unidad Popular en Chile o las brigadas de jóvenes documentalistas, entre los que se encontraba el poeta y guerrillero guatemalteco, Otto René Castillo.

Al finalizar es necesario exponer el papel clave que jugó el comandante Hugo Rafael Chávez Frías como formador de conciencias y comunicador revolucionario. En momentos en los cuales los ideólogos del Pentágono decretaban el fin de la historia, Chávez revitalizó la idea del socialismo y la revolución.

Hoy, ante las amenazas de una invasión militar a la Patria de Bolívar, sus palabras resuenan con fuerza:

Váyanse al carajo yanquis de mierda, que aquí hay un pueblo digno. Váyanse al carajo cien veces. Aquí estamos los hijos de Bolívar, de Guaicaipuro, los hijos de Tupác Amaru y estamos resueltos a ser libres. Nosotros, yanquis de mierda -sépanlo-, estamos resueltos a ser libres pase lo que pase y cuéstenos lo que nos cueste... Mucha unidad, mucha conciencia, mucha movilización.

Patria Grande, 16 de diciembre de 2025 La Haine

 

Enlace al artículo: https://www.lahaine.org/dD10