
Yasser Abu Shabab, el líder de la banda proisraelí, buscado por HAMAS, contrabandista y líder de una banda anti-Resistencia con base en Rafah, responsable del saqueo de ayuda y de proporcionar inteligencia al ejército del régimen israelí, fue ajusticiado el 4 de diciembre.
Además, controlaba el tráfico de droga hacia Israel y de bienes de consumo y construcción hacia Gaza en el paso de Rafah, así como al comercio con bienes saqueados en los camiones de ayuda. Israel suministraba al grupo armas y protección, además de otorgar libertad de movimientos, a cambio de información y de servir como fuerza operativa en Gaza.
El jefe de la banda autodenominada Fuerzas Populares (con acceso directo a altos mandos de las FDI), fue ajusticiado a tiros en Rafah por “hombres armados”, según informaron la Radio del Ejército israelí y el Canal 14.
Fuentes citadas por el Times of Israel afirmaron que murió a causa de sus heridas tras ser trasladado a un hospital en Israel después del operativo. Haaretz citó una negación del Hospital Soroka, afirmando que Abu Shabab murió en Gaza ya que las fuerzas sionistas no consiguieron rescatarlo. “El hospital dijo que Abu Shabab no llegó allí”, informó Haaretz.
El canal Radaa Force, vinculado al Gobierno de Gaza, publicó una imagen del líder de la banda con un subtítulo que decía: “Te lo dijimos; Israel no te protegerá”. El ejército no lo pudo proteger.
El Canal 12 de Israel calificó su muerte como un «rotundo fracaso» para el régimen de Netanyahu, resultado de la política a corto plazo de Tel Aviv de encontrar una alternativa a HAMAS en Gaza, y agregó que «finalmente, la milicia se derrumbó y HAMAS permaneció».
Durante la guerra, Abu Shabab y su banda recibieron armas y apoyo de todo tipo de Israel. Sus fuerzas estuvieron detrás del saqueo constante de camiones de ayuda humanitaria, y Tel Aviv lanzó una campaña para culpar a HAMAS, que fue asumida alegremente por la prensa nacional y occidental.
Los bandidos de Abu Shabab también buscaron protección de las tropas israelíes antes de los atentados y se enfrentaron repetidamente con la resistencia en nombre de Tel Aviv.
Se dice que su banda, conocida como las Fuerzas Populares, es el mayor de los grupos anti-HAMAS armados por Israel que operan actualmente en la Franja. Abu Shabab comandaba a unos 2.000 bandidos con base en Rafah, ciudad destruida y ocupada por el ejército israelí durante el genocidio.
Otros grupos respaldados por Israel incluyen la milicia de Hossam al-Astal, un beduino vinculado a la Autoridad Palestina (AP).
A finales de octubre, Sky News informó que las bandas de Astal y Abu Shabab, junto con otros grupos, se estaban preparando para una campaña respaldada por Israel, los árabes de las dictaduras del Golfo y la Autoridad Palestina para expulsar a Hamas de Gaza.
Desde que se alcanzó el alto el fuego el mes pasado, HAMAS ha estado tomando medidas enérgicas contra esas bandas apoyadas por Israel.
A mediados de octubre, las fuerzas del Ministerio del Interior de Gaza se enfrentaron con grupos armados y ajusticiaron a decenas de bandidos. Decenas de otros terroristas han sido detenidos. El periodo de amnistía anunciado por las autoridades de Gaza, exclusivamente para los terroristas que no participaron en los asesinatos, ha expirado.
En julio, HAMAS anunció que le había dado a Abu Shabab 10 días para entregarse a las autoridades acusado de traición, rebelión armada y formación de una banda armada, o enfrentaría un juicio en ausencia.
Abu Shabab fue arrestado por HAMAS en 2015 y sentenciado por los tribunales a 25 años de prisión por cargos de tráfico de drogas y robo. Escapó en octubre de 2023 tras los ataques aéreos israelíes contra la prisión donde se encontraba recluido.
Cuando el supuesto alto el fuego en Gaza entró en vigor en octubre, los medios hebreos informaron que Abu Shabab y su banda no serían evacuados a Israel. Roma no paga a traidores.