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Venezuela :: 02/12/2025

Soberanía, imperialismo y pensamiento crítico

Luis Britto García
Los Estados Mayores se reparten sobre el mapa el territorio venezolano; los financistas, las riquezas. Cuando todo parece perdido, una retumbante proclama concita la resistencia popular

I. LA PLANTA INSOLENTE

1.

Los grandes imperios se agavillan para saquear Venezuela. Cercan nuestras costas aparatosos acorazados repletos de marines invasores. Una campaña mediática mundial escarnece a nuestro país y difama a sus gobernantes. Los Estados Mayores se reparten sobre el mapa nuestro territorio; los financistas, nuestras riquezas. Cuando todo parece perdido, una retumbante proclama concita la resistencia popular y el apoyo internacional: «¡Venezolanos! ¡La planta insolente del extranjero ha profanado el sagrado suelo de la Patria!». El año 1903 un ejército de cien mil voluntarios y el ágil manejo de las tensiones internacionales ponen en fuga acorazados e invasores.

2.

Pasan 123 años. Los EEUU mandan a la frontera marítima caribeña de Venezuela un portaaviones, tres acorazados, submarinos atómicos, aviones espías, 4.500 marines y una cantidad excesiva de chatarra militar. Coordina la operación un montaje de la Agencia Reuters con más falsedades que noticias: los acorazados serían el USS Sampson (que en realidad está en el Pacífico), el USS Gravity (que anda por el Golfo de México) y el USS Dunham (que está fuera de servicio). La flota fantasma es celebrada con un montaje de noticias fake a tono con su credibilidad: manifestaciones que nunca existieron estarían celebrando la caída de un gobierno que no ha caído; familiares del Presidente que sigue en funciones habrían pedido asilo, se habrían sacado cajas de un Palacio de Miraflores que sigue siendo sede del gobierno. Todo según fuentes bien desinformadas que permanecen rigurosamente anónimas.

3.

Todo parece la repetición de una comedieta en la cual la oposición espera que los EEUU tumben al gobierno y se lo regale a ella, mientras EEUU aguarda que la oposición deponga al gobierno y le obsequie el país. Más de un cuarto de siglo llevan cada quien esperando que el otro le haga el trabajo. Al carnaval de indefiniciones se añade un falso pretexto, por si se queda una vez más en ridículo. Nadie reconoce que se va a invadir Venezuela. No, señor: se va a «combatir el narcotráfico».

4.

Profundamente conmueve que los desorientados marines viajen hasta tan lejos para combatir lo que ya se ha apoderado de su propio país. Los EEUU encabezan, con una magnitud entre 300 y 500 mil millones de dólares, una lista de treinta y cuatro países reconocidos por organismos internacionales tales como la FATF, la ONU, el mismo Departamento de Estado de los EEUU y la Unión Europea, como los más beneficiados por ingresos del narcotráfico. Venezuela ni siquiera figura en ella.

5.

La Encuesta Nacional sobre Consumo de Drogas y Salud (NSDUH) revela que para 2023 unos 70,3 millones de estadounidenses (24,9 % del total) consumían sustancias ilícitas, y que 48,5 millones de ellos, de doce años y más, sufrieron trastornos por su uso. Las cifras compilan solo casos detectados y registrados, el total podría ser mayor. En todo caso, revelan que consume droga uno de cada cuatro estadounidenses. Cabe presumir que tales prácticas son posibles gracias a profundos apoyos en el sistema financiero y en la connivencia de las autoridades norteñas. Si adolescentes de doce años saben dónde conseguir estupefacientes, ¿es concebible que lo ignoren autoridades empeñadas desde los tiempos de Richard Nixon en una «Guerra contra las Drogas»? Si fuera posible combatir el narcotráfico con acorazados, los intrépidos navíos deberían internarse por el Misisipi, el Misuri, el Hudson, el Potomac, a practicable distancia de tiro de Wall Street y de la Casa Blanca. Quizás a tan poderosa industria sí convendría imponerle aranceles.

6.

Consideración aparte merece el que sea el ejército estadounidense el encargado de liberar de drogas a todo el mundo, salvo a los EEUU. La servicial (aunque sionista) Wikipedia nos enseña que «desde 1910, los soldados del ejército de EEUU apostados en el Canal de Panamá y en la expedición contra Pancho Villa comenzaron a usar cannabis». La misma fuente informa que «un reporte de 1971 del Departamento de Defensa de EEUU sostiene que más de la mitad del Ejército de EEUU había usado la droga». Un cable de la UPI del 28 de diciembre de 1967 cita declaraciones de John Steinbeck IV, hijo del novelista y reclutado para Vietnam, según las cuales «el 75 por ciento de los soldados estadounidenses fuman marihuana» porque «hace los horrores de la guerra soportables». Noam Chomsky advierte que la lucha contra las drogas ha devenido excusa para invadir países como Panamá.

7.

Un Informe de la ONU certifica que Venezuela no produce drogas, que sus decomisos de sustancias ilícitas crecieron desde que expulsó a la DEA, y que el 78 % de estas ingresan a los EEUU por el Pacífico, justamente a través de países ocupados por bases o efectivos militares estadounidenses: Perú, Ecuador, Colombia, Panamá. Parece que el aire alrededor de estos enclaves es irrespirable y obliga a abanicarse.

8.

No me canso de repetir que, según British Petroleum, la Agencia Internacional de la Energia y la Academia de Ciencias de la Federación Rusa, las reservas de energía fósil del mundo se agotarán en cuatro o cinco décadas. Venezuela dispone de la quinta parte de ellas; si una sola potencia las saquea, dominará el medio siglo venidero. Como en 1903, la defensa de nuestro país consiste en equilibrar las aspiraciones de los grandes poderes en beneficio de todos.

9.

En este sentido, la portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Mao Ning, declaró que Pekín «se opone a cualquier acción que viole los propósitos y principios de la Carta de la ONU o infrinja la soberanía y seguridad de otros países». Por lo cual, «Nos oponemos al uso o la amenaza del uso de la fuerza en las relaciones internacionales y a que potencias externas interfieran en los asuntos internos de Venezuela bajo cualquier pretexto». El viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Riabkov, afirmó que «Naturalmente, examinaremos toda la situación creada por el incremento por Washington de sanciones ilegales e ilegítimas y los intentos de imponer un bloqueo [a Venezuela]. Advertimos a Washington contra pasos imprudentes en este ámbito». Celso Amorim, asesor presidencial, excanciller y exministro de la Defensa de Brasil, expresó que «No puedo ocultar mi preocupación por el desplazamiento de buques estadounidenses y su manera de ver el tema. Creo que la no intervención es fundamental. La no intervención es uno de los principios fundamentales de la política exterior brasileña». Y la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, exigió: «No al intervencionismo. Eso no solamente es convicción, sino que está en la Constitución [mexicana]». Asimismo, repudiaron las amenazas de invasión los países del ALBA a través del presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien añadió que «el Cartel de los Soles no existe».

De la firmeza con que tantos países defiendan sus convicciones depende la supervivencia de todos.

II. Todo lo que usted quería saber sobre el bloqueo, pero no se atrevía a preguntar

  • ¿Cuál ha sido el incomparable triunfo de la audaz Armada Invencible bloqueadora?
  • Hasta ahora, la temeraria Armada Invencible, incrementada a nueve destructores, un acorazado Lake Erie programado para su desguace, un submarino atómico y enjambres de amenazadores cazabombarderos, habría aplicado todo su incomparable poder de fuego para reventar con un misil lo que, según el video, parece una lanchita de pescadores de dieciocho pies de eslora con humildes motores fuera de borda, sin carga visible y sin depósitos de combustible para un largo viaje oceánico.
  • ¿Qué pruebas contundentes quedan de la victoria?
  • Ninguna. La oportuna explosión desintegró asimismo a tripulantes y todo indicio del supuesto cargamento o de su destino. Lo único que resta es un borroso video sobre el que pesan sospechas de falsedad. No medió advertencia, registro, ni acto hostil de las víctimas. De tratarse de un acto real, sería asesinato con premeditación y alevosía, agravado con piratería por ser cometido en alta mar y fuera de jurisdicción de aguas territoriales.
  • ¿Es el Caribe tierra de nadie donde se pueden destruir naves y vidas irresponsablemente?
  • No. La Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) reunida en La Habana en 2014 proclamó a América Latina y el Caribe como Zona de Paz basada en el respeto de los principios y normas del Derecho Internacional, incluyendo los instrumentos internacionales de los que los Estados miembros son parte, y los Principios y Propósitos de la Carta de las Naciones Unidas.
  • ¿Sirve un desfile naval para combatir el narcotráfico?
  • No. Los narcóticos se trafican en tierra, aire y mar mediante un complejo sistema que comprende financiamiento bancario, apoyo de las policías que deberían combatirlo, complicidad del gobierno y redes de distribución omnipresentes que suplen a los consumidores, que, en los EEUU, según su Encuesta Nacional sobre Consumo de Drogas y Salud (NSDUH), son 24,9 % del total: uno de cada cuatro ciudadanos.
  • ¿Los narcos son indetectables?
  • No. El exagente de la CIA Edward Snowden en su libro Vigilancia Permanente (Editorial Planeta, 2019) testimonia que Ira Hunt, el director de tecnología de la CIA, declaró desembozadamente que «Tenemos prácticamente a nuestro alcance la posibilidad de procesar toda la información generada por el ser humano». La vigilancia satelital permite a Google Earth examinar en tiempo real todo metro cuadrado de la superficie terrestre. Resultaría muy casual que los únicos exentos de esta supervigilancia fueran los narcos o sus cómplices en el gobierno y el sistema financiero estadounidense.
  • ¿Tienen eficacia los cargos de «narcoterrorismo, tráfico de armas, lavado de dinero y corrupción» interpuestos el 26 de marzo de 2020 por el Fiscal General de los EEUU contra el presidente legítimo de Venezuela, y la consiguiente recompensa de 50 millones por su asesinato o captura?
  • El flamante Fiscal parece no haber aprendido que los poderes de los EEUU solo pueden aplicarse a ciudadanos de ese país por actos cometidos en su territorio. Ordenar el secuestro de ciudadanos de otros países en el exterior sin el debido proceso de extradición es otro intento de extender en forma ilegal e ilimitada los poderes de los EEUU a todos los territorios y los habitantes del globo. Tampoco es legal que los EEUU ofrezcan recompensas por secuestrar o asesinar personas no sometidas a sus leyes ni residentes en su territorio: se trata de un soborno que hace a sus promotores reos del delito de incitación a delinquir. 
  • ¿Facilitaría una ocupación militar estadounidense el control de estupefacientes?
  • No. Dondequiera que llegan las tropas estadounidenses irrumpe masivamente la droga. En Panamá desde 1905; en México durante la expedición punitiva de Pershing en 1916; en Europa por el pacto del gobierno para indultar al jefe narco Lucky Luciano en 1942 a cambio de colaboración. En Cuba el contubernio de la base de Guantánamo con el dictador Batista protegió la instalación de la mafia de Luciano y Meyer Lanski. En Laos, Cambodia y Vietnam la CIA instauró el narcotráfico mediante su aerolínea Air America. La misma agencia traficó estupefacientes para financiar el affaire «Irán-Contras» en Nicaragua. Para resumir una historia interminable, los sitios donde se instalan bases o tropas estadounidenses devienen irremisiblemente enclaves del tráfico: Afganistán, Siria, Guatemala, Perú, Ecuador, Colombia, Panamá. Los EEUU no son la excepción de la regla.
  • ¿Tienen los bloqueadores un programa político?
  • Sí, el documento Land of Grace, presentado por María Corina Machado en inglés. Comprende la privatización de Petróleos de Venezuela S.A., la eliminación del sistema de pensiones y de educación gratuita, la venta masiva de todas las propiedades de la República y la entrega de las Zonas con recursos naturales, económicos, comunicacionales, estratégicos o turísticos a empresas extranjeras exoneradas de pagar impuestos y de cumplir con las normas laborales.
  • ¿Los EEUU pretenden invadir Venezuela por pura generosidad?
  • No. Los EEUU son el mayor consumidor de energía fósil del mundo; importan un 40 % de la que devora, sus hidrocarburos de fracking son los más costosos del mercado, sus reservas, según Wikipedia, se agotarán en quince años y ocupan un modestísimo onceno lugar, mientras que las de Venezuela son las primeras del planeta.
  • ¿La invasión será para esta noche?
  • No. La invasión de la mínima isla de Granada requirió 7.000 marines; la del pequeño Panamá necesitó 30.000; la del moderado Vietnam del Sur en 1969 consumió 550.000. Invadir y controlar un país de más de 30 millones de habitantes y 915.445 kilómetros cuadrados requeriría efectivos y equipos incalculables. Teniendo, además, en cuenta que el único país limítrofe favorable al Imperio es la exigua Guyana.
  • ¿Estamos solos ante un coloso?
  • Así como nos agreden fuerzas globalizantes, las venceremos con estrategias globales. En el mundo actual avanza un conflicto entre la Alianza Atlántica de los EEUU y la Unión Europea, representados por el G-7, el G-20 y la Organización Mundial del Comercio, y los países emergentes como China, Rusia, Irán y la India, representados en el ASEAN, la Organización para la Cooperación de Shangai, el BRICS+, el Mercosur, el Alba, Unasur, la Celac y los No Alineados. A este segundo grupo, no les interesaría para nada que, si cayera Venezuela, un hemisferio completo del planeta y sus incomparables riquezas quedaran bajo la hegemonía exclusiva de los EEUU. La mayoría han suscrito pronunciamientos negando que un solo país pueda imponerse a todos los demás mediante la amenaza y la violencia. Trump ha respondido con declaraciones gimoteantes, acusando a Xi Jinping, Putin y Kim Il Jong de «Conspirar contra EEUU». Como en 1902 y 1903, lo más probable es que una hábil diplomacia del equilibrio nos salve una vez más de la Planta Insolente del Extranjero.
  • ¿Es el bloqueo un arma inmediata e infalible?
  • Preguntar a Nicaragua, bloqueada desde hace cuarenta y seis años; a Cuba, bloqueada hace sesenta y cinco; y a la República Popular China, bloqueada hace ochenta años y hoy primera potencia del mundo.

III. Desde que se inventaron las excusas

Degollar al prójimo es un acto desagradable que requiere la coartada de la justificación y el alegato de que beneficia a la víctima.

«¿Acaso soy el guardián de mi hermano?», responde Caín al Eterno cuando este le objeta haber asesinado a Abel. Nadie queda mal desde que se inventaron las excusas.

A partir de allí, son tantos los homicidios, que se ha perdido la cuenta y se conmemoran apenas los ejecutados con algún pretexto ridículo.

Ochenta millones de antepasados originarios fueron inmolados con la beneficiosa excusa de enseñarles catecismo, y más de doce millones de africanos secuestrados como esclavos, la mitad de los cuales no sobrevivieron al viaje.

Entre 1812 y 1823, el comodoro Stewart, de la marina de Guerra estadounidense, actúa como espía en América Latina a favor de España, y en nombre de la libertad de comercio escolta las flotillas de mercantes norteamericanos que contrabandean armas para favorecer a los realistas.

En 1826, los EEUU se oponen mediante sus agentes diplomáticos a la celebración del Congreso Anfictiónico de Panamá. Henry Allen, emisario ante el gobierno de Chile, alega que «semejante asamblea sería prematura y no produciría ningún bien».

Con razón escribía Bolívar en 1829 que «Los EEUU parecen estar destinados por la Providencia a plagar la América de miserias en nombre de la libertad». Pues no les basta con cometer infamias: pretenden desacreditar los valores más altos invocándolos como coartada.

¿Cuántos volúmenes requeriría el mero censo de las agresiones estadounidenses contra Haití, Cuba, República Dominicana, Guatemala, Honduras, Salvador, Nicaragua, Panamá, Colombia, Granada, Chile, Venezuela, todas con la falsa coartada del anticomunismo y la verdadera intención de pillarnos riquezas?

Como ejemplo citemos apenas algunas.

Así, en 1840 México da la bienvenida a colonos de los EEUU, pero les prohíbe introducir esclavos. Ocho años después los estadounidenses roban a la Nación Azteca más de la mitad de su territorio con el humanitario propósito de restablecer en ella la esclavitud.

En 1856 el filibustero yanki William Walker invade Nicaragua con una banda de mercenarios, y se declara presidente para monopolizar el tráfico terrestre interoceánico entre la costa caribeña y la del Pacífico en dicho país. Los EEUU reconocen de inmediato su dictadura porque reinstaura la abolida esclavitud.

En 1898 los EEUU, para vengar la voladura del acorazado Maine en el puerto de La Habana, se entromete en la Guerra de Independencia de Cuba e instala un gobierno de ocupación encabezado por Leonard Wood. Mediante la Ley Foraker, los yankis imponen el libre comercio entre la isla y los invasores, la adopción de su moneda y de un sistema electoral que reserva el voto para varones alfabetizados y ricos. Las leyes de la Asamblea así elegida no valen sin la aprobación del Congreso estadounidense. Los marines también asaltan Puerto Rico y lo rebajan a «Estado Libre Asociado». En realidad, la marinería del Maine abandonó el buque antes de la explosión, y una posterior experticia revela que el estallido fue interno, es decir, causado por su propia tripulación.

En 1902 quince acorazados de Alemania, Inglaterra e Italia bloquean Venezuela, destruyen nuestras endebles embarcaciones, bombardean y saquean ciudades. Cien mil voluntarios se alistan para defender la patria. Con la excusa de aplicar la Doctrina Monroe, los EEUU asumen la potestad de decidir en definitiva las reclamaciones extracontinentales que se entablen contra nuestros países.

Entre 1902 y 1903, el presidente Theodore Roosevelt adquiere la concesión francesa para un canal en el Istmo, envía sus acorazados para vetar a los colombianos que impidan la secesión de Panamá, impone el tratado Hay-Buneau-Vanilla para construir la vía, e inicia una interminable ocupación militar con el pretexto «Mientras el Congreso discutía, yo tomé Panamá».

En 1904 acorazados de Alemania, Francia, Italia y Holanda bloquean la República Dominicana y amenazan ocuparla en reclamo de deudas. Con tal excusa, Roosevelt añade a la Doctrina Monroe el corolario según el cual los EEUU invadirán los países latinoamericanos que no cancelen sus débitos a los europeos.

En 1954, los EEUU financian y arman una invasión de mercenarios que derroca en Guatemala al gobierno democrático de Jacobo Arbenz porque este había expropiado terrenos a la United Fruit.

En 1961 John Fitzgerald Kennedy autoriza la invasión a Cuba por una banda de sicarios que es derrotada en Playa Girón. Un año más tarde está a punto de desatar una guerra nuclear con el noble propósito de impedir que la isla disponga de armas para defenderse.

En 1965 la potencia norteña invade República Dominicana con una «Operación Paz» destinada en realidad a derrocar al presidente legítimo y gran escritor Juan Bosch. En 1973 anima en Chile un golpe para asesinar al presidente electo Salvador Allende. Desde 1979 financia con el narcotráfico una banda de terroristas para destruir mediante el sabotaje y el asesinato la Revolución Sandinista. En 1989 invade Panamá para recuperar el total dominio sobre el Canal y extermina a 5.000 civiles en el bombardeo del barrio de Chorrillos. Desde 1990 siembra Colombia de bases militares que colaboran en el desplazamiento forzoso de 8.500.000 personas y el exterminio de 450.000. En 2002 intenta derrocar a Hugo Chávez Frías porque, según su embajador Shapiro, «Venezuela está fuera de la Carta Democrática de la OEA».

Mientras tanto, los EEUU no pierden el tiempo en el plano internacional. En 1917 entra en la Primera Guerra Mundial, alegando que Alemania injustificadamente hundió su trasatlántico Lusitania. Bajo su cobertura de nave de pasajeros, el Lusitania transportaba un demoledor cargamento de armas, municiones y explosivos para los Aliados, violando así el estatus de neutralidad e iniciando una injerencia que terminaría por hacer de Europa un continente subordinado a los estadounidenses.

En 1918 el presidente Woodrow Wilson formula los «catorce puntos» que considera indispensables para concluir la guerra y fundamentar la paz: celebración de acuerdos públicos, libre navegación de los océanos, supresión de las barreras aduanales, la constitución de la Sociedad de las Naciones, y medidas sobre Alsacia Lorena, Bélgica, Rumania, Serbia, Balcanes y Turquía.

En 1941 los EEUU entran en la Segunda Guerra Mundial, pretextando vengarse del bombardeo por los japoneses de su base militar en Pearl Harbor. Pero la potencia norteña mantenía contra Japón un cerrado bloqueo para impedirle la importación de acero y energía fósil, indispensables para su industria y sus armamentos. Numerosos informes de Inteligencia Militar advertían la posibilidad de un ataque contra la citada base, pese a lo cual las autoridades no trasladaron los viejos buques surtos en ella ni tomaron la menor iniciativa para defenderla, pues era más valiosa como pretexto para entrar en una guerra al final de la cual quedaron como potencia hegemónica en el planeta.

El 11 de septiembre de 2002, dos aviones acometen las Torres Gemelas del World Trade Center, las que se derruyen en lo que parece una demolición controlada, que asimismo derriba un edificio vecino no tocado ni por una brisa. Los EEUU declaran la guerra a los países del Medio Oriente, casualmente ricos en hidrocarburos. Invade Afganistán, a pesar de que los supuestos pilotos suicidas no eran afganos, sino sauditas. Invade Irak acusándolo de poseer armas de destrucción masiva, que después de destruido dicho país, misteriosamente, no aparecen.

En agosto de 2025, los EEUU concentran en el Caribe una superpoderosa flota de portaaviones, acorazados, 4.500 efectivos, submarino nuclear e incontables cazabombarderos con el heroico objetivo de destruir sin dejar rastros un botecito de madera de cinco metros de eslora por presumir que transporta narcóticos. Vale repetir que los EEUU son el mayor consumidor de drogas del mundo; que uno de cada cuatro de sus ciudadanos las consume, que el 78 % de ellas les ingresa por el Pacífico y que es imposible que sus mecanismos de espionaje, que controlan cada metro cuadrado del planeta, ignoren por dónde entran.

Mientras, el Informe Mundial sobre Drogas 2025 de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) reconoce a Venezuela como país libre de cultivos ilícitos de estupefacientes y con eficaces operativos contra su transporte. Pero da la casualidad de que posee la mayor reserva de hidrocarburos y oro del planeta.

Provoca ponerle a los estadounidenses el dedito en la boca, a ver si muerden.

humanidadenred.org

 

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