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Medio Oriente :: 01/08/2020

Hezbolá derrotó al "invencible ejército israelí" sin enfrentarlo

Mohsen Khalif Zade
El niño quemado teme al fuego. Este proverbio muestra claramente el estado de los soldados terroristas del régimen israelí en la frontera con El Líbano

Israel ha puesto sus tropas en alerta máxima desde la semana pasada, cuando un combatiente de Hezbolá murió en un bombardeo israelí cerca del Aeropuerto Internacional de Damasco. Hezbolá había prometido, en agosto del año pasado, que respondería a cualquier acto terrorista israelí.

El lunes, medios israelíes reportaron el intercambio de disparos entre uniformados israelíes y combatientes del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) en las granjas de Shebaa, zonas libanesas ocupadas por el régimen de Tel Aviv desde 1967. Israel alegó que había neutralizado un intento de infiltración desde la parte libanesa a los territorios bajo su ocupación.

Dos vehículos militares israelíes destruidos en un ataque de Hezbolá en las granjas de Shebaa.

No obstante, la Resistencia libanesa desmintió dichos infundios, los consideró “un intento para inventar falsas victorias” y advirtió de que la respuesta al asesinato de su combatiente, Ali Kamel Mohsen, estaba por venir.

La declaración no solo no niega las operaciones de Hezbolá, sino que confirma las operaciones de infiltración de los combatientes de la Resistencia hacia los territorios ocupados.

La infiltración en las granjas de Shebaa

Las granjas de Shebaa se ubican en una pequeña franja de terreno en disputa ubicada en la intersección de la frontera sirio-libanesa en los Altos del Golán sirios, ocupados militarmente por Israel. Este territorio tiene unos 14 kilómetros de largo por 2,5 kilómetros de ancho.

Las granjas de Shebaa, zona ocupada por el régimen de Israel.

Actualmente, tanto El Líbano como Siria reconocen el territorio como libanés, aunque Israel alega que es territorio sirio.

Israel ha militarizado las granjas de Shebaa, donde ha sembrado minas y colocado barreras electrónicas —vigiladas desde un centro de control en una base situada en el valle— para impedir una posible infiltración de los combatientes de Hezbolá a los territorios ocupados.

El territorio ha sido un hervidero de violencia desde la expulsión de Israel del sur de El Líbano en mayo del año 2000. Hezbolá ha declarado que la retirada israelí no es completa, dado que todavía ocupa una porción de territorio libanés.

Tras la expulsión israelí, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) emitió un comunicado en el que proponía que esta zona fuese designada área de operaciones de una fuerza temporal de interposición de las Naciones Unidas, ubicada en territorio libanés.

Dada la geografía de esta zona, si los combatientes de Hezbolá pretenden llevar a cabo un acto de represalia contra las tropas israelíes, deben estar muy bien preparados y equipados.

Hezbolá derrotó al invencible ejército israelí sin enfrentarlo

Tras el reciente incidente ocurrido en las granjas de Shebaa, medios de comunicación israelíes emitieron informes que ponen de manifiesto el miedo que sienten los militares del régimen de Tel Aviv ante la posible venganza de Hezbolá.

Se puede sacar numerosas interpretaciones del escenario ocurrido en las granjas de Shebaa. Una de las más destacadas, según admiten los militares israelíes, es que este régimen ha sido ridiculizado desde el principio por los medios de comunicación cuando luchó contra sí mismo y perdió.

Mientras tanto, los tuits del portavoz del ejército israelí, Avichay Adraee, fueron los más interesantes. El vocero militar alegó que las tropas israelíes habían neutralizado un intento de infiltración de los combatientes de Hezbolá a los territorios ocupados.

Pero, la reacción de los medios saudíes, sobre el asunto, fue más fuerte que los medios israelíes. Las cadenas de Al Arabiya y Al Hadath informan de cuatro muertos en las filas de la Resistencia libanesa, mientras ningún medio israelí había emitido informes similares.

Si Israel realmente hubiera matado a los combatientes de Hezbolá, habría publicado fotos para probarlo y, si hubiera ganado una batalla contra Hezbolá, habría publicado pruebas en vídeo para demostrar su destreza militar.

Pues, dada la tensa situación política en Israel debido a la respuesta fallida del ejecutivo de Benjamín Netanyahu a la pandemia de COVID-19 y los cargos de corrupción que enfrenta él mismo, es mucho más probable que se trate de victorias ficticias.

Los expertos creen que la exageración mediática y la guerra psicológica contra Hezbolá tienen un consumo interno para Israel, ya que una amenaza de ataque creíble es una táctica común de líderes débiles para distraer a la población de temas como la corrupción.

No es un momento adecuado para librar una guerra con Hezbolá, porque el pueblo israelí está ansioso por la propagación del coronavirus. Además, este régimen es débil para comenzar una confrontación después de haber convocado tres elecciones. También hay que considerar el papel de Estados Unidos, cuya situación es particularmente vulnerable en la región, como lo han demostrado los recientes ataques contra las tropas estadounidenses en Irak.

Hezbolá asegura que Israel trata de inventar “victorias espurias”.

El levantamiento de las restricciones de los colonos residentes en la frontera con El Líbano después de anunciar el fin de los enfrentamientos es todavía más interesante.

En los choques anteriores con Hezbolá, este régimen siempre ordenaba a los colonos permanecer en sus hogares o en refugios seguros hasta el próximo aviso. La nueva orden plantea la posibilidad de que este régimen luchó contra sí mismo, no contra Hezbolá.

Lo más creíble y serio fue el silencio de la Resistencia durante varias horas después del incidente. La mayoría de los israelíes estaba esperando la declaración de Hezbolá al respecto, porque no confía en sus líderes y solo espera la verdad de boca de Hezbolá.

Las declaraciones del sionista ultraderechista Avigdor Lieberman, exministro de asuntos exteriores y militares del régimen de Tel Aviv, prueban esta afirmación. Lieberman había dicho que la parte norte de la Palestina ocupada está fuera de control debido al martirio de un combatiente de Hezbolá.

“Murió un combatiente de Hezbolá en Damasco, paralizaron toda la frontera del norte (…) Desafortunadamente, (el líder de Hezbolá Seyed Hasan) Nasralá ha probado que pone en práctica sus promesas; ojo por ojo, diente por diente”, ha reconocido Lieberman, líder del partido Yisrael Beitenu (“Israel nuestra casa”).

En base a esto, se puede decir que los acontecimientos del lunes dejaron en claro que el ejército del régimen de ocupación está esperando con temor la venganza de Hezbolá. A la sombra de este gran circo del ejército, Netanyahu ha perdido su única carta de triunfo, la seguridad.

Hezbolá reitera que está listo para afrontar toda agresión israelí

“El miedo a la guerra es peor que la guerra misma”, decía el filósofo romano Lucio Anneo Séneca. Esto describe con precisión el estado actual del régimen sionista y muestra el nivel de preparación y superioridad espiritual y psicológica de Hezbolá, de modo que esta superioridad es nada menos que una victoria de campo contra este régimen.

Que el régimen ocupante haya perdido el control en las granjas de Shebaa y estuviera esperando una declaración de Hezbolá y no un misil, se considera una victoria para la Resistencia libanesa.

HispanTV / La Haine

 

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