Principal |
Bolivia :: 21/08/2020

Resistir hasta lograr el triunfo popular en Bolivia

Carlos Aznárez, María Torrellas
Entrevista con Adriana Guzmán, feminista comunitaria y antipatriarcal

Adriana Guzmán se define como feminista comunitaria y antipatriarcal, es una referencia de esa lucha en Bolivia y también siempre está volcada en la pelea por los derechos ancestrales de su pueblo.

Desde los inicios del golpe fascista ha planteado la resistencia y ahora en el marco del levantamiento popular tiene mucho que decir sobre las formas de hacer política desde abajo que se plantea su gente.

-¿Cómo estás viendo este levantamiento generalizado de todo Bolivia contra la dictadura?

-Gracias por el espacio, es importante poder sacar diferentes voces desde Bolivia, por el cerco mediático que estamos teniendo no solo desde el golpe, sino el cerco mediático que está viviendo el mundo por el coronavirus y que se ocupa solo de eso y no de las masacres que están comiendo los gobiernos. Entonces hay dos momentos, el golpe que no ha sido reconocido por muchos, es el golpe al pueblo, que ha terminado en un golpe de estado. Fue necesario el golpe al pueblo para hacer el golpe de estado porque el poder reside en el pueblo, el pueblo ha decidido no ser más sirviente, empleado, peones de los terratenientes y las oligarquías. Es el pueblo el que ha decidido denunciar y resistir a seguir construyendo esas clases oligárquicas, conservadoras, principalmente en el oriente del país, aunque están en todo el país.

Por detrás de eso los capitales internacionales, pero son los terratenientes, los mismos que en 2008 querían una limpieza étnica, querían acabar con los indios. Son ellos los que sostienen económicamente este golpe. Durante el golpe fue difícil reaccionar, porque no nos esperábamos un golpe durante 13 años no nos hemos tenido que movilizar o enfrentarnos a los militares. Ha sido difícil reaccionar. Siento que este segundo momento es la reacción de ese anterior momento, un poco tardía, un poco por la ingenuidad, por el miedo que se ha generado desde el gobierno de facto. Pero es la rabia que traemos desde el golpe, son las humillaciones, el racismo impune en todos los espacios, en los medios de comunicación, la persecución a las mujeres de pollera, las quemas de las casas de los compañeros de las organizaciones sociales, de los indígenas, de los movimientos al socialismo, indígenas también.

Entonces tenemos una rabia acumulada. Es dignidad, no es rabia por la rabia misma. Es por la dignidad, no pueden matarnos así. No pueden matar así a nuestros hermanos. La humillación ha seguido, y permanece en el gobierno. Y sigue siendo impune con la postergación de las elecciones, como si nosotros no tuviéramos la palabra, como si no importa lo que pedimos. Creo que es una rabia acumulada y creo que estos meses del gobierno de facto han profundizado, no solo la rabia sino una cuestión de supervivencia. Porque si no sacamos al gobierno de facto, nos morimos por el virus o nos morimos de hambre.

En este levantamiento, se ha notado algunas contradicciones por parte de la dirigencia del MAS. Por un lado, la exigencia de las elecciones para el 6 de septiembre, cuando el gobierno ya había decidido el 18. Por otro lado, ha surgido al calor de la rebelión de las bases la idea de que la consigna fundamental es que se vaya Añez. Ahí está el movimiento de Felipe Quispe y otra gente que, como vos decís, está harta y no es la rabia por la rabia, sino un problema de autodefensa. En ese sentido, vemos que Evo Morales sigue insistiendo en que los bloqueos no cuentan con tanto apoyo, lo ha dicho explícitamente. Por otro lado, insiste en amoldarse a la fecha del 18 de octubre. ¿Cómo ves esta rebelión de las bases por encima de la dirigencia?

-Creo que en Bolivia siempre hemos tenido otras formas de hacer políticas, no solo democráticas, o binarias, el partido y el estado, o la derecha y la izquierda. Cuando el hermano David Choquehuanca dice no somos ni de derecha ni de izquierda, es así. No es que en Bolivia se puedan decidir las cosas así. Por muchas cosas. Porque tenemos una historia distinta, porque tenemos una historia de colonización, porque hay una izquierda que también ha sido colonialista y teñida por los parámetros de Europa.

Entonces, hay formas distintas de hacer política y se mezclan en estos momentos. No sé si son contradicciones en sí, si son contrarias, pero responden a formas de hacer política en Bolivia. Una de las cosas principales son las organizaciones, las cosas se deciden en Cabildo, se definen en las asambleas, se definen con las autoridades del bloqueo. No deciden los que dialogan en el palacio. Añez ha tenido el agrado, el único, de convocar a los partidos políticos, a las organizaciones sociales, al mismo tiempo. Las organizaciones tienen una posición, era que se respetan las elecciones del 6 de septiembre. Ha sido una movilización decidida en Cabildo, la del 28 de julio, ha convocado la COB a pueblos indígenas, indios, a feministas, hemos estado ahí para definir huelga general indefinida y bloqueos para el respeto de la ley del 6 de septiembre.

La respuesta del gobierno fue represión, más racismo y decir que somos ignorantes que bloqueamos, y no dejamos dejar el oxígeno, que no dejamos pasar las ambulancias, y eso es mentira. No hay posibilidad de dialogo ahí. No se le puede creer al fascismo. Eso hace que muchas organizaciones planteamos, la renuncia de Añez, no basta con las elecciones del 6 de septiembre. No hay garantías.

Se ha perdido toda institucionalidad. Qué le podemos pedir a Añez si nadie tiene palabra en este gobierno, ni Salvador Romero del Tribunal, ni a ella, ni al ministro de gobierno. No hay institucionalidad que se pueda comprometer. Por otro lado, partidos como el MAS han tratado de ponerle un candado al 18 de octubre porque es cierto que ya se había modificado la fecha y no estaba este candado de que era inamovible, era una posibilidad. Nosotros optamos por seguir a las organizaciones en las calles, son ellos los que están pasando hambre, ahora pasando frio mientras la nevada, son ellos pues los que están enfrentando el tema del hambre, el problema de la salud. Se están muriendo nuestros hermanos y nuestras hermanas. Entonces no sé si se estarán muriendo los familiares del compañero Evo, pero nuestras familias sí, porque ha desaparecido la atención, han desaparecido los medicamentos y los antibióticos básicos.

Entiendo a las organizaciones que están pidiendo la renuncia de Añez, nos parece importante la reaparición de Felipe Quispe porque tiene historia, tiene fuerza y es garantía de lucha para nosotras.

-Estamos viendo los videos de las marchas, que van a El Alto. Hemos visto a las mujeres, es impresionante el protagonismo de las hermanas que van a la cabeza. Las hemos visto defender al pueblo. Esa reflexión me interesa. Habías dicho que se la pasa mal, pero quiero que nos cuentes esas luchas de las mujeres.

–Las mujeres siempre estamos. Durante el periodo que terminó en la masacre del 2003, las que hemos sostenido las movilizaciones haciendo la comida, cuidando a los hijos, convocando a la marcha, llegando a la marcha, cuidado que no maten a los hermanos, curando los heridos, enterrando nuestros muertos, somos las mujeres. No hemos estado tan visibles en 2003, porque el machismo era más grande y nosotras también teníamos un lugar en esa conformación machista. 13 años después ya no queremos estar detrás, cocinarles, cuidarles, curarles tenemos que discutir dentro de las asambleas que se hacen en las calles y en los caminos. Eso ha pasado, no son 13 años en vano.

Son 13 años de saber que, sin nuestra palabra, se comenten errores. Si no está nuestra palabra ahí, se tranza, se negocia ¿Quiénes estamos sosteniendo la crisis? Somos las mujeres las que salimos a vender, unas pan, otras medias, otras pasteles, otras lavandinas, otras alcohol, otras barbijos, de todas las formas y colores. Somos las mujeres las que tenemos que inventar cómo llevamos comida a nuestras casas. Incluido nuestro compañero que ha quedado desempleado porque era albañil, porque era del transporte. Está pasando por nuestro cuerpo.

Es terrible lo que está pasando en Bolivia. No hay de donde sacar plata para compra comida. Con los bloqueos la comida está más cara. Un pollo costaba 30 pesos ahora está 90. Un kilo de carne de 40 pasó a 100. Una libra de cebolla que costaba 6 pesos ahora está 12. Está muy grave. Y frente al virus quienes nos hemos hecho cargo de llevar a nuestros hermanos al hospital, de buscar medicina tradicional. De buscar antibióticos, otra vez las mujeres. Son las mujeres las que están esperando y ponen cuerpo, hacen bloqueo con el cuerpo, porque no pueden enterrar un cuerpo. No hay plata para cremarlos. Es una cuestión política pero también una cuestión de supervivencia.

-Otro tema que se ha puesto en marcha como ocurrió previo al golpe, es la presencia del paramilitarismo, la Unión Juvenil Cruceñista, la resistencia juvenil Kochala, todos estos organismos que maneja la dictadura para tratar de generar guerra civil. A ellos sí les interesa la guerra civil porque saben que rompen la unidad del pueblo de alguna manera, porque trae muerte y trae dolor. ¿Crees que el movimiento popular está preparado, ahora que ha aumentado el nivel de desafío, para enfrentar una represión de todo tipo. La represión legal entre comillas y la ilegal que están poniendo en algunos bloqueos.

-Los partidos, la Central Obrera Boliviana, están negociando una fecha para las elecciones, si es que el gobierno de facto las respeta. Si se resolviera el tema y finalmente se hicieran elecciones y se alcanzara otro gobierno, esto no significa que se va a resolver el tema de los paramilitares, ellos no van a desaparecer con las elecciones. Su trabajo es desestabilizar cualquier gobierno que no sea de derecha que asuma después de las elecciones.

Creo que ahí está la organización del pueblo cuando plantea la renuncia de Añez, que se vayan todos los fascistas es un primer paso para enfrentar a todos los grupos paramilitares. Ya hay una autoorganización, está la resistencia juvenil del Chapare, está la resistencia en Guari, los Ponchos Rojos que se habían organizado. Luego mi preocupación como feminista, la autoorganización y la autodefensa comunitaria es totalmente legitima en un contexto como este. Ahí nos hace trampa el machismo, porque si nuestros hijos van a ir en moto a enfrentarlos, los van a masacrar, porque detrás de los paramilitares están los militares y los policías, no están los paramilitares solos, detrás están los tanques. No queremos que nuestros hijos mueran.

Es un primer paso pensar la autodefensa para que la autodefensa sea comunitaria, para que la autodefensa sea del territorio, del pueblo, no es una autodefensa que pelea por la silla presidencial. Eso seguramente se defina en las elecciones. Es una pelea por nuestra forma de vida. Queremos vivir tranquilas, sin paramilitares violándote, siguiéndote, masacrándote. Sin que nuestros hijos estén en moto enfrentándose. Para eso solo queda una autodefensa organizada, lejos del machismo, cerca de la memoria de la comunidad.

Resumen Latinoamericano

 

Enlace al artículo: https://www.lahaine.org/dF9y