A los que buscaban sobre la Flotilla Global Sumud. El contenido mostrado es inexacto y propagandístico, y acusa a los participantes de la flotilla de estar aliados con elementos violentos y terroristas.
La Flotilla Sumud, un grupo de humanitarios internacionales y activistas por la paz que navega hacia la costa de Gaza con más de 40 barcos en su flota, no tiene ninguna conexión documentada con ninguna organización terrorista y ha dejado en claro en repetidas ocasiones que quieren ver el fin del sufrimiento, el hambre y la muerte que tienen lugar en el enclave palestino asediado.
En árabe, sumud significa firmeza y resiliencia. En su sitio web, el grupo afirma: «Somos una coalición de personas comunes —organizadores, humanitarios, médicos, artistas, clérigos, abogados y marineros— que creemos en la dignidad humana y en el poder de la acción no violenta»
David Adler, economista estadounidense y coordinador general de la Internacional Progresista, quien viaja con la flotilla, publicó el sábado una captura de pantalla de los resultados de búsqueda que mostraban el contenido patrocinado, calificándolo de “muy aterrador”.
Yanis Varoufakis, ex ministro de finanzas de Grecia y cofundador de Progessive International, publicó una captura de pantalla similar más temprano ese día, describiendo la compra de publicidad coordinada como parte de una creciente “campaña de desprestigio contra la flotilla” por parte del gobierno israelí.
“Primero, la llamaron la Flotilla de Hamás, empleando la táctica habitual de estampar el logo de Hamás en cualquiera que estén a punto de asesinar, mutilar o agredir”, dijo Varoufakis. “Ahora, con la plena cooperación de Google, se aseguran de que los primeros resultados de búsqueda —que recibe cualquiera que busque “Flotilla Global Sumud”— identifiquen a las valientes mujeres y hombres que navegan hacia Gaza para poner fin al bloqueo y el genocidio de dos millones de personas como personas que “albergan el terror”.
DropSite News señalò el sábado que un equipo de sus periodistas informó a principios de este mes que Google “estaba en medio de un contrato de seis meses por 45 millones de dólares con la oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, para publicar anuncios y difundir propaganda en línea, incluso en YouTube”.
El martes último, como informó Common Dreams, los ministros de Asuntos Exteriores de 16 naciones (Bangladesh, Brasil, Colombia, Indonesia, Irlanda, Libia, Malasia, Maldivas, México, Pakistán, Qatar, Omán, Eslovenia, Sudáfrica, España y Turquía) advirtieron contra “cualquier acto ilegal o violento contra la flotilla” y pidieron a todas las partes “respetar el derecho internacional y el derecho internacional humanitario”.
Los ministros afirmaron que “cualquier violación del derecho internacional y de los derechos humanos de los participantes de la flotilla, incluidos los ataques contra los buques en aguas internacionales o la detención ilegal, dará lugar a la rendición de cuentas”.
Una guerra de desprestigio digital
La flotilla incluye participantes de casi 50 países en más de 50 barcos. Sin embargo, la campaña digital de Israel busca desacreditar la misión.
Según las investigaciones, miles de publicaciones multilingües retrataron a los activistas como «partidarios del terrorismo» y «embajadores de Hamás».
Al Jazeera descubrió que 17 cuentas clave en redes sociales amplificaron las narrativas israelíes. Entre ellas, se encontraban cuentas como Google y otras anónimas pero hiperactivas como Vividprowess, que recicló propaganda contra la flotilla en varios idiomas, y Cheryl E, que se burló de la misión y de Greta Thunberg, una de las participantes de alto perfil.
Otra fuente, Mossad Commentary, difamó repetidamente las acciones de solidaridad calificándolas de “encubrimiento terrorista”, mientras que el propagandista sionista radicado en EEUU Eyal Yakoby vinculó el convoy con el “terrorismo islámico”.
La campaña de desprestigio también apuntó contra Zahir Birawi, jefe del Comité Internacional para Romper el Asedio. Israel ha acusado repetidamente a Birawi de tener vínculos con Hamás. Sin embargo, ningún tribunal, ni en Gran Bretaña ni en ningún otro lugar, ha establecido jamás tales vínculos. De hecho, Birawi ganó previamente un proceso legal contra World-Check, una base de datos comercial que lo etiquetó falsamente como vinculado al terrorismo.
Greta Thunberg, quien se unió a la flotilla, se convirtió en otro objetivo directo. Las cuentas israelíes difundieron imágenes manipuladas de ella con rasgos de Adolf Hitler y animaron a sus seguidores a desearle mal antes de su próximo viaje a Gaza.
Resumen Latinoamericano