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EE.UU. :: 21/08/2025

La crisis del capitalismo financiero en EEUU es estructural

Alessandro Volpi
La narrativa neoliberal de las colonias encuentra defensores tanto en la derecha como en el centroizquierda, diligentes en sostener que no hay alternativas

Esa crisis solo puede retrasarse mediante la sumisión total de las colonias al Imperio.

Me explico. Las últimas declaraciones de Trump a la Unión Europea ilustran claramente las dificultades de EEUU. El presidente estadounidense ha afirmado que los aranceles bajarán al 15%, sin especificar la forma de esta reducción, solo si los europeos transfieren una montaña de dinero a EEUU. Si se suman todas las cifras presentadas, incluyendo energía, armas y otros artículos, el total ascendería a poco menos de 2 billones de dólares en tres años.

Trump ha solicitado enérgicamente transferencias similares, aunque menores, a Japón, Indonesia y Corea del Sur, a las que debe sumar las exigencias a las monarquías petroleras. En resumen, Trump necesita dinero desesperadamente.

La razón es muy clara. La deuda externa total de EEUU alcanzó un récord histórico de 28,1 billones de dólares en el primer trimestre de este año y sigue aumentando vertiginosamente. Como país acreedor del resto del mundo, EEUU está acumulando una gigantesca masa de deuda externa que ya no es sostenible por al menos tres razones muy claras.

La primera es la evidente pérdida de capacidad productiva, lo que significa que EEUU, sin financiación, ya no es la primera potencia mundial. La segunda razón está relacionada con la primera: esta pérdida de primacía ya no permite a la Reserva Federal imprimir dólares para cubrir la deuda estadounidense. La tercera razón es la enorme masa de deuda federal incluida en el gasto total de deuda: la deuda pública estadounidense, como el propio Jerome Powell declaró con franqueza, ya no es sostenible.

Las cifras son bastante claras. La deuda externa estadounidense equivale al 100% de su PBI, pero la deuda pública y privada combinadas de EEUU supera el 250% del PBI y los ingresos totales (federales, estatales y locales) que Trump querría reducir aún más no alcanzan los 5 billones de dólares.

Así, el capitalismo financiero estadounidense se ve aplastado por su dependencia del capital y el ahorro extranjeros, necesarios no solo para evitar la insolvencia federal, sino también para mantener una burbuja bursátil que ha alcanzado aproximadamente los 50 billones de dólares, con los que se mantiene viva la colosal riqueza de los sectores más altos de la población, pero también el ya muy extenso sistema de pólizas, fondos de pensiones, seguros y productos financieros diseminados por todo el mundo occidental como instrumentos «sustitutivos» de la retirada del Estado del bienestar.

Ante todo esto, Trump utiliza los aranceles no solo para lucrarse, sino también para presionar a las colonias. Son "obligadas" a transferir todos sus recursos al capital del imperio, lo que acentúa aún más la paradójica situación de que aproximadamente el 60% del ahorro mundial fluye hacia EEUU.

El neoliberalismo ha construido un modelo que prevé la «libre» sumisión al capitalismo financiero, con una centralidad absoluta de EEUU, y ahora que el imperio se tambalea, precisamente porque ha llevado a cabo los inevitables excesos de la subordinación, el mismo neoliberalismo debe encontrar justificaciones para explicar a las poblaciones empobrecidas la necesidad de seguir aceptando la sumisión.

En esta acción, la narrativa neoliberal de las colonias encuentra defensores tanto en la derecha como en el centroizquierda, diligentes en sostener que no hay alternativas. De hecho, para los neoliberales de derecha y centroizquierda, los ricos y los pobres deben seguir siéndolo.

AriannaEditrice.it

 

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