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Argentina :: 29/12/2017

Argentina: "Entre cabezas y trash" es un hecho político

Mario Hernandez y Héctor Freire
Entrevista con Daniel O. De Lucía, autor de "Entre cabezas y trash. Cine y clases subalternas en Argentina 1990-2016"

M.H.: “Entre cabezas y trash. Cine y clases subalternas en Argentina 1990-2016”, un libro que analiza más de 100 películas, una serie de documentales, dando cuenta de esta temática que tiene que ver con el cine y las clases subalternas en Argentina. Voy a dejar a los especialistas hablar del tema, a Héctor Freire que escribió la contratapa y al autor. ¿Qué consideración te mereció este libro Héctor?

H.F.: Yo lo devoré en un momento. Para redactar la contratapa escribí 4 páginas que tuve que reducir a 20 líneas. Me parece que lo fundamental del libro, además del completísimo corpus de películas seleccionadas y analizadas, es que es un hecho político, más allá de que todo libro lo sea, pero éste en especial por ser una reivindicación de la memoria frente a las políticas de olvido que muchas veces termina siendo más tenaz que la memoria.

El libro es una investigación, una reflexión crítica, creo que el objetivo central es estudiar las relaciones que se pueden establecer con el pasado, los cambios producidos en el seno de las clases subalternas, los conflictos con el resto de la sociedad.

Hay una guía de 100 películas al final, con lo cual además es un libro pedagógico, donde tenés cine, historia, una serie de películas para consultar y la relación entre cine y TV, eso me pareció muy interesante. Él habla de antropofagia mediática, por parte del cine y de las imágenes de la TV. Y por otro lado, como dice en el título, “entre cabezas y trash”, el cine de basura blanca en EE UU.

D.O.D.L.: Un género muy profuso que tiene sus ecos en filmografías canadienses, australianas e inglesas también. Es una imagen del mundo anglosajón, por supuesto que estamos en otro medio, no obstante, esa cosa que tienen los medios que acercan todo, ha permitido la apropiación de algunos esquemas del cine anglosajón que muestra al personaje pobre, racista, en un esquema subalterno hegemónico, porque es subalterno como clase, pero hegemónico.

M.H.: Un tema muy instalado hoy en día por la elección de Trump.

D.O.D.L.: Se dice que es la base social del triunfo de Trump, es un poco simplista pero se señala a la Norteamérica profunda resurgiendo.

H.F.: Hay cuestiones étnicas ahí también.

D.O.D.L.: Sin dudas. En Argentina es interesante ver cómo ha mutado la imagen de la clase subalterna, de esa imagen de conglomerado de mestizo-gringo donde predominaba el mestizo, o cabeza negra como identidad de baja intensidad.

M.H.: Que irrumpe en los ´50.

D.O.D.L.: Claro. Hoy por hoy la imagen que el cine transmite, así como la TV y buena parte de la cultura popular, es la de un sector de grupos subalternos más complejos, el fenotipo cabeza ya no es el predominante, hoy está el nuevo pobre, el fenotipo euro pero con una cultura bien de cabeza tradicional. Tomando el villero como estereotipo, hoy la imagen de la cultura identitaria del tipo que vive en una villa no se diferencia tanto del estrato que vive en un barrio pobre, es más complejo. Por eso insisto que esa imagen de casting formal de los sectores más subalternos de la Argentina, se ha visto un poco modificado.

H.F.: Inclusive los espacios utilizados por el cine cambiaron completamente.

D.O.D.L.: Por eso insisto en que hay un sistema de imagen, porque el cine es imagen. Sobre eso también aparece el tema de lo que es el rico bizarro, que también se toma en la televisión, es el tipo que tiene plata pero que viene de origen humilde y que tiene códigos de cumbiero, que también aparece en el cine yanqui, el basura blanca que llegó. Hay varias películas que muestran este tipo de personajes que llegaron a hacer plata pero siguen siendo unos brutos.

H.F.: Y por otro lado el tema de los géneros, porque está el tema del western, por ejemplo, una de las películas que ponés en la lista es “Un oso rojo”, que es un western. No es casual que se le llamara “el lejano oeste bonaerense” y “El fuerte apache”.

D.O.D.L.: En ese sentido el cine de Campusano también se puede asociar con el western. “El perro Molina” es un western cabeza propiamente dicho. “Vil romance” también, que es una película muy trash que pasa en Florencio Varela. Eso refleja algo, nuevas imágenes sociales y cómo son apropiadas. También creo que hay una imagen diferente de la clase alta en Argentina, hay una imagen propia de los ´80 que es el viejo pecado original, la clase alta ligada a la represión y a la dictadura, hoy hay una imagen de la clase alta cínica, hipócrita, mafiosa pero por sí misma.

Inclusive cierta sensibilidad que hubo en el kirchnerismo ha instalado la imagen del tipo que es rico no tanto porque explota sino porque hizo guita cuando los demás se fueron a la lona, ahí aparece el tema de inclusión-exclusión. Así como también la imagen de la clase media alta ha cambiado, hay toda una imagen de la gente que vive en un country, en “Cara de queso”, en “Las viudas de los jueves”.

H.F.: En la lista agregás documentales.

D.O.D.L.: Hay una tendencia en Argentina durante los últimos años a una minimalización del documental. Es imposible desligar lo que es la producción del cine de ficción con ciertas imágenes del documental que también tiene un juego típico en la TV, por ejemplo, el tema del cartonero, hay documentales y películas sobre cartoneros.

M.H.: Hay una serie de canal 9 los domingos a las 23:00 con Luis Luque que se llama “Cartonero”.

H.F.: De los documentales me había interesado mucho una película del 2001 que es “Bonanza”.

D.O.D.L.: Sí. Es muy particular. Es una imagen de la Argentina secreta, es un señor gordo que vive en las afueras de La Plata, que se dedica a cazar animales para venderlos y para comérselos, es una especie de aborigen blanco que vive en las afueras de La Plata. Es un personaje real. Hay algo interesante que es que en los ´60 había un imaginario de la Argentina secreta, que era un imaginario político, el imaginario de la Argentina secreta actual es un imaginario cultural, las realidades ocultas, rostros ocultos. “Familia rodante” es otro documental.

H.F.: Conviene aclarar que el recorte que hace Daniel es 1990-2016. De otra manera tendría para tres libros más.

M.H.: ¿Estás trabajando para otro libro, Daniel?

D.O.D.L.: Sí, estoy terminando un artículo sobre cine anticomunista en Argentina durante la década del ´60/´70. Y la idea es sacar un volumen sobre basura blanca yanqui.

H.F.: Otra cuestión es la sexual, en la lista hay dos documentales, el de las lesbianas y otro que se llama “Putos peronistas”, que es una agrupación.

D.O.D.L.: Da una imagen del conurbano profundo. El director del documental fue alumno mío del Profesorado Joaquín V. González, es muy interesante por las imágenes que muestra. El tema de la diversidad se ve también en un triángulo que es cine de ficción-documental-TV, el tema del avance de los evangelistas, fenómenos como el umbandismo y las cuestiones de catolicismo étnico. Mi teoría es que en Argentina hay un fenómeno de múltiples religiones y también eso se refleja en el libro.

H.F.: Hay que leerlo. Creo que lo importante es esto que comentamos, las nuevas representaciones espaciales y temporales de los pobres urbanos, el nexo con la marginalidad.

D.O.D.L.: Las ciudades dormitorio, una imagen donde quizás es más importante las vías que comunican que el lugar donde se vive. El tema de la villa como un espacio de solidaridad de los sectores subalternos, pero con una particularidad que es cultural, grupal y que parece que no avanzara más allá, la imagen de solidaridad de clase golpeada.

H.F.: Hay también referencias a películas del pasado para ver cómo funciona esto. Birri, por ejemplo. Creo que este libro debería circular también en los ámbitos educativos, para docentes y quienes quieran estudiar este fenómeno.

D.O.D.L.: Como síntesis es un libro hecho de la relación cine-historia o historia-cine. Porque se ha escrito mucho sobre cine argentino, pero tomando la producción del cine y la estética, en cambio acá el punto es el vínculo con la historia.

* Entre cabezas y trash. Cine y clases subalternas en Argentina 1990-2016, Editorial Metrópolis, Buenos Ares, 2017

Introducción

El presente trabajo no ha sido pensado ni pretende ser considerado como una historia del cine en la Argentina contemporánea. No nos propusimos tanto hacer historia del cine sino de las relaciones del cine con la sociedad. Problemáticas como la definición de las características generales del llamado nuevo cine argentino, la evolución de nuevas tendencias en el plano conceptual o formal en el opus de distintos realizadores o los cambios en la industria cinematográfica, si bien no son ajenos a nuestro interés, no constituyen el objetivo central de nuestro trabajo. Sobre estos temas el lector puede recurrir a buenos y documentados trabajos que han visto la luz en el último decenio (Aguilar, 2006; Aprea, 2008; Campero, 2009; Amatriain, 2009; Anderman, 2015; etc.).

La presente investigación se inscribe en un proyecto de exploración de las relaciones entre cine e historia en el pasado reciente de nuestro país. A la hora de definir el objeto de estudio específico de esta investigación diremos que nuestro interés se centró en cómo la cinematografía de nuestro país intentó leer los cambios que se produjeron en nuestra sociedad en los últimos veinticinco años. Más específicamente los cambios en el seno de las clases subalternas y en las relaciones entre éstas y el conjunto de la sociedad.

Para poder encarar este trabajo hemos decidido seleccionar un corpus de más de cien películas de ficción realizadas en los últimos veinticinco años, predominando numéricamente las realizadas después del año 2000. Los criterios de inclusión fueron: a) que se tratara de películas de ambientación argentina contemporánea; b) que su temática abarcase la vida de sectores subalternos o de cuestiones que hacen a la relación de las clases subalternas con la sociedad en su conjunto.

Junto a este corpus principal de películas de ficción delimitamos también un corpus acotado de películas documentales con criterio más selectivo. Se trata de filmes documentales que se ocupan de distintos tópicos relacionados con la vida de las clases subalternas en el último cuarto de siglo y que guardan relación con las temáticas abordadas en el corpus principal de películas de ficción. Una vez delimitado los corpus de filmes buscamos establecer, dentro del campo general constituido por la mirada sobre las clases subalternas, una serie de campos de análisis específicos para luego ver su tratamiento en las películas.

Los campos básicos que buscamos indagar, abordándolos desde una cierta elasticidad y en sus posibles puntos de convergencia, fueron: a) los cambios en el mundo del trabajo; b) los nuevos rostros y actores en el mundo de la marginalidad; c) la individualización de algunos actores sociales específicos (profesiones, actividades económicas, etc.) que se representaron en la pantalla como indicadores de ciertas transformaciones en la estructura social; d) la imagen de los espacios de habitación y socialización de las clases subalternas; e) la representación de las nuevas formas de la diversidad (étnica-nacional, religiosa, sexual, cultural) en el seno de las clases subalternas; f) la mirada cinematográfica sobre las nuevas sub culturas del mundo de la delincuencia y del medio carcelario; g) la interrelación entre las nuevas imágenes cinematográficas de las clases subalternas con la evolución de la imagen de las clases dominantes en el cine argentino del último cuarto de siglo. Una vez definidos estos campos intentamos analizar cuáles eran la/las tendencia/as generales de su representación en el corpus de fines estudiados. O sea, que trabajamos tomando como ordenadores los campos previamente definidos para analizar los filmes.

Partiendo desde los cambios que se producen en la esfera de la vida real para ver cómo se reflejan en la pantalla grande no desdeñamos estudiar los vínculos entre la forma que el cine argentino contemporáneo buscó analizar los cambios en la sociedad con la apropiación de elementos y tópicos de fuerte presencia en el campo periodístico y el campo audiovisual en general.

De la misma manera nos ha interesado indagar la proyección de elementos tomados de otras cinematografías contemporáneas, en especial sub géneros ligados a la imagen de la pobreza y la marginalidad, en el corpus de filmes que fueron objeto de nuestro estudio.

En relación al producto esperado nos propusimos poder definir: a) las líneas generales de la lectura de las clases subalternas argentinas y su medio como sistema de imágenes; b) la mirada cinematográfica sobre el universo de las clases subalternas desde sus cambios y tensiones; c) la forma en que aparece representada la actividad cinematográfica, como parte del campo audiovisual general, en el corpus de filmes estudiados; d) la relación entre la evolución de las imágenes cinematográficas sobre el universo de las clases subalternas con el agotamiento e instalación de distintos imaginarios y estructuras del sentimiento en el último cuarto de siglo.

La Haine

 

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