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Mundo :: 26/07/2012

Ecuador: Mensaje 48 aniversario del PCMLE

PCMLE
Rendimos homenaje a nuestras compañeras y compañeros caídos en la lucha revolucionaria.

(Pronunciado por el c. Oswaldo Palacios J. Vocero Nacionalen el Acto de Aniversario realizado el viernes 20 de julio en el Teatro Nacional de la CCE.)

Amigas, Amigos y Camaradas, representantes populares, dirigentes de la Coordinadora Plurinacional de las Izquierdas, compañeras y compañeros de las organizaciones sociales de todas las provincias del país, invitados especiales:

Queremos iniciar este Acto participándoles a nuestros amigos, a los trabajadores y a los pueblos del Ecuador, el júbilo y sano orgullo que inunda las mentes y los corazones de nuestros militantes y dirigentes al llegar a esta nueva celebración de los 48 años del Partido de la clase obrera, cuya vida y acciones están dedicadas desde los días de Agosto de 1964 a empujar el cambio revolucionario en nuestro país, que como se puede ver, es la única salida y solución a los problemas sociales, económicos y de trabajo, de nuestros pueblos.

Con esta trascendental ocasión, los marxistas leninistas extendemos un mensaje de unidad, de sincera colaboración y decisión de avanzar, a las diversas organizaciones populares, a la Coordinadora Plurinacional de las Izquierdas y a cada uno de los partidos y organizaciones que la conforman, reiterándoles que en los años de existencia del PCMLE, hemos demostrado una vocación de unidad y acciones concretas, para trabajar como estamos dispuestos ahora, porque los sectores comprometidos en transformar el Ecuador marchemos juntos en beneficio del avance del proceso de emancipación.

Dramáticos acontecimientos ocurren en el mundo en estos días. Hemos vivido una de las crisis cíclicas del capitalismo que iniciara en el 2.007 y cuyos efectos todavía se sienten. Si bien algunos de los voceros de los monopolios y los bancos afirman que la economía mundial se “aleja del precipicio” por ahora, los efectos desastrosos y las secuelas sufridas en los diversos continentes, regiones y países, han convulsionado el escenario económico, político y social del planeta.

Durante el período, se han destruido volúmenes inmensos de fuerzas productivas; se produce una baja de la producción y los servicios, han quebrado miles de empresas y bancos; el gran bache ha provocado la caída de los presupuestos de los Estados y un gran endeudamiento de las principales economías, como la de los Estados Unidos, por ejemplo.

Pero, los principales efectos catastróficos han sufrido las masas trabajadoras, la juventud, los pueblos, debido a que la crisis ha traído un aumento escalofriante del desempleo, dejando a cientos de miles en la calle, sin trabajo, sin poder pagar sus viviendas, sus arrendamientos y sostener su vida. Sorprendentes son los índices de la pobreza en el mundo.

La presencia de la crisis muestra con más evidencia, cómo el capitalismo – que algunos defienden y alaban – es un sistema de injusticia, opresión y explotación; es un sistema en descomposición, corroído por una serie de lacras, como la deshumanización, el egoísmo, la inseguridad social, el crimen, la delincuencia, las drogas, etc.

Sin embargo, el elemento más destacado en medio de la crisis, es que los trabajadores y los pueblos, los pobres del mundo, no están dispuestos a que el sistema capitalista los someta a una situación opresiva. Frente a la situación difícil que les ha tocado vivir a las masas trabajadoras, en casi todos los rincones del mundo, incluso en aquellas regiones que se decían tranquilas, han estallado grandes explosiones sociales: huelgas, luchas, movilizaciones, protestas, contra las inicuas medidas que se han tomado por parte de los gobiernos, las corporaciones y las instituciones del poder mundial, que les perjudican sustancialmente.

Hace más de un año en España, atenazada por los efectos de la crisis, asfixiada por las deudas y las imposiciones del capital, estalló el movimiento de los “indignados” y ahora al cumplirse su primer aniversario, en más de 80 ciudades se han replicado concentraciones, movilizaciones y protestas. La juventud universitaria ha sido protagonista del descontento traducido en acciones callejeras. En estos mismos días, los mineros han marchado desde distintos lugares del país hacia Madrid para oponerse al cierre de las minas de carbón, que los dejaría en la calle, desocupados. Los trabajadores del sector público, incluidos bomberos y policías protestan por las rebajas salariales, la anulación de derechos y las amenazas de despidos que constan en los “reajustes” que el gobierno de la derecha y las agencias del capital han impuesto en ese país.

Europa ha sido y es escenario de indignadas luchas y movilizaciones multitudinarias en Grecia, Portugal, Bélgica, Inglaterra, Alemania protagonizadas por trabajadores, migrantes, profesionales, jóvenes y desempleados, que se oponen con la lucha callejera a los reajustes ordenados por las agencias internacionales como el FMI, el Banco Mundial, el BCE, etc. con los cuales los círculos burgueses e imperialistas tratan de que sean los pueblos los que paguen la crisis.

En los propios Estados Unidos, donde estalló la llamada burbuja inmobiliaria de las hipotecas, grandes conglomerados de migrantes y trabajadores han desarrollado intensos combates y protestas para oponerse a ser las víctimas de los efectos de la crisis, de los cierres de bancos y empresas industriales, del desempleo, las leyes excluyentes y la discriminación. Se ha producido el masivo movimiento “occupy” que se ha tomado parques y lugares neurálgicos de las grandes ciudades, como forma de protesta para oponerse a las medidas que afectan su vida y su trabajo.

América Latina vive una continua e irreductible serie de movilizaciones y luchas de distintos sectores, como en el Perú contra la explotación minera de los grandes monopolios; Chile, tiene en la calle peleando a miles de estudiantes medios y secundarios contra la reforma retrógrada de la educación pública. En México el combate social por la tierra y por aspiraciones sentidas se une ahora a la protesta por el fraude electoral, exigiendo elecciones limpias; en Colombia se están elevando las acciones del movimiento social; Puerto Rico continúa su valerosa acción por la independencia en contra de la política colonialista de Puerto Rico. En Argentina, Bolivia, Brasil, en Centroamérica tienen lugar jornadas y acciones de combate por las necesidades, aspiraciones y reivindicaciones de los diversos sectores. En Venezuela grandes sectores populares están en permanente acción en el impulso de sus propuestas de cambio, movilizándose por radicalizar el proceso político de transformaciones que se impulsan desde el gobierno del Coronel Hugo Chávez Frías.

En el Ecuador, el viraje hacia la derecha que ha llevado a cabo el régimen de Rafael Correa dejando de lado y traicionando sus iniciales propuestas democráticas, patrióticas y nacionalistas, lo han convertido ahora en un gobierno al servicio de sectores nuevos de la burguesía y de algunos otros tradicionales como la banca, así como de los monopolios petroleros y mineros de China y de otras potencias mundiales. En los últimos años se firmaron contratos petroleros que han entregado lo fundamental de nuestros recursos hidrocarburíferos a empresas imperialistas, perjudicando el interés nacional.

En el caso de la minería, se ha planteado entrar de lleno a la explotación de la minería a gran escala y a cielo abierto, firmando un contrato con la empresa China Ecsa, dejando de lado todas las declaraciones sobre el “respeto de los derechos de la naturaleza”, conociendo el desastre ambiental que ese tipo de minería provoca sobre la vida de las comunidades, el agua, la flora, la fauna; penalizando y persiguiendo a los dirigentes de las comunidades que se han opuesto a ello, pese a que los ecologistas, universidades y otros sectores han expresado su abierta oposición.

En un inicial momento, Correa declaraba que tramos de la deuda externa que habían contraído los pasados gobiernos, constituía una cuestión “ilegal, inmoral e injusta”, y que no había que pagarlos. Sin embargo, se retomó la negociación y el pago de los bonos Global; se negoció con China 10 mil millones de dólares que ésta habían entregado como una “compra anticipada” de petróleo, pero a la vez cargó por esa suma un interés de hasta el 6% de interés que debemos pagarla todos los ecuatorianos y ecuatorianas.

El sector de la banca ecuatoriana – en período de crisis mundial – ha incrementado, al menos en los últimos tres años, ganancias millonarias con el pleno apoyo de las políticas del gobierno actual, según lo reseñan los propios anuncios oficiales de las instituciones.

Se ha producido hace pocas semanas un verdadero atentado a la soberanía e independencia nacionales cuando una mayoría legislativa en la Asamblea – obedeciendo la disposición del régimen – aprobó la suscripción de la Convención de los Derechos del Mar, CONVEMAR, con lo cual el país pierde su jurisdicción sobre las 200 millas de mar territorial, para dejarlo a expensas de los intereses de los países que poseen poderosas flotas para aprovechar de las riquezas ictiológicas de nuestro océano.
Otra de las facetas regresivas del gobierno actual es el autoritarismo. En un proceso de arbitrariedades, abusos e ilegalidades, Correa ha concentrado en manos del ejecutivo todos los poderes del Estado, pisoteando la Constitución de Montecristi aprobada por un referéndum.
En el Ecuador de hoy existe restricción y anulación de los derechos humanos, laborales, de información, movilización. Importantes conquistas sociales alcanzadas con la lucha de los pueblos están siendo eliminadas, o se imponen nuevas normas que en la práctica las desaparecen. Pruebas al canto: el derecho de organización, reclamo y huelga de los trabajadores; el ingreso a las universidades y la gratuidad de la educación superior; el derecho a la movilización y participación popular en las principales decisiones nacionales.

El gobierno de Correa ha desatado la criminalización de la lucha social: dirigentes indígenas y campesinos, pobladores que se oponen a la minería; dirigentes sociales y políticos de izquierda, profesionales y líderes sociales como los detenidos el 3 de marzo en Quito, dirigentes estudiantiles como Marcelo Rivera y Edwin Lasluisa, el Rector de la Universidad de Cotopaxi han sido objeto de enjuiciamientos, persecuciones y ataques verbales del Presidente Correa; acusaciones inicuas “terrorismo”, “conspiración” supuestos “atentados a la seguridad nacional”; se están aprobando reformas al Código Penal y el régimen se interesa en que la gente sienta temor, como una medida para aplacar o sofocar la lucha popular.

Un aparato de propaganda creado a partir del aprovechamiento de los medios de comunicación que fueron incautados a los banqueros deudores, se encarga a cada momento de difundir en radio, TV y periódicos, los logros del gobierno de la llamada “revolución ciudadana”, exaltar la figura mesiánica de Rafael Correa y de su obra inédita a favor de los “pobres”. El Presidente Correa se autoproclama una figura histórica a la altura de Eloy Alfaro, de Simón Bolívar, de los grandes “estadistas reformadores”, que viven ahora no una “época de cambios”, sino un “cambio de época”.

Frente a esta realidad, sin embargo, se levanta un movimiento social compuesto por las principales organizaciones sindicales, UGTE, CEOSL, CEDOCUT, sectores de las bases y dirigentes de la CTE, la CONAIE, UNE,ECUARRUNARI, FEUNASSC, CUBE, FEUE, FESE que se oponen en los hechos a las políticas nefastas, las acciones entreguistas, el atropello y autoritarismo del gobierno. Ese movimiento social que al inicio del gobierno apoyó a Correa considerándolo un elemento democrático y progresista, ahora se encuentra opuesto, al mismo tiempo que se va movilizando por sus propias reivindicaciones, en defensa de sus conquistas y derechos que el correísmo les arrebata y se comprende la necesidad de oponerse, denunciar y movilizarse por banderas reivindicativas y democráticas, a la vez que se abre paso la aspiración de levantar un país nuevo y diferente sobre la base de la organización y la lucha unitaria de esos sectores.

Queremos en esta noche saludar la acción de la Coordinadora Plurinacional de las Izquierdas que trabaja por cohesionar las fuerzas políticas y sociales de nuestro país para enfrentar la política antipopular del correismo y proponer a los pueblos del Ecuador una plataforma de reivindicaciones y conquistas democráticas sociales y políticas que sea capaz de proponer y galvanizar las acciones para derrotar al Presidente Correa en las elecciones del 2013 y buscar para el Ecuador la marcha hacia una nueva situación que avance hacia los cambios profundos que necesitan las mayorías, que reclama el Ecuador, teniendo en cuenta que esas acciones desenmascaren también a la derecha tradicional, que no está en el gobierno y que aspira capitalizar el descontento para sus propios objetivos.

El partido revolucionario de la clase obrera ecuatoriana, el PCMLE reafirma su disposición para marchar junto a los trabajadores, la juventud y los pueblos del Ecuador; junto con la izquierda ecuatoriana al logro efectivo de estas aspiraciones de cambio, de la movilización y el combate de quienes queremos la transformación del país.

Para ello, dirigentes y bases de nuestra organización, estamos en un proceso de calificación de nuestra actividad junto a las masas trabajadoras; mejorando nuestra relación ideológica, política y organizativa; dando pasos en la formación comunista de nuestros cuadros y militantes, trabajando en la construcción del Partido Comunista, que de acuerdo a nuestra concepción revolucionaria es la herramienta indispensable y eficaz para el impulso de las políticas de izquierda.

Reiteramos nuestra concepción internacionalista, que acaba de tener en estos días una expresión relevante con la exitosa realización del 16to. Seminario Internacional “Problemas de la Revolución en América Latina”, que ha contado con la presencia de más de 60 delegados internacionales de nuestro Continente, Europa y Asia. Hemos debatido sobre la presencia en algunos escenarios de Latinoamérica de la corriente caudillista y populista, generada en los momentos de crisis que vive el mundo capitalista, que como en el caso del Ecuador está presente en el intento de contener, confundir y desviar las aspiraciones de cambio revolucionario de los pueblos del Ecuador. Gracias a los delegados de izquierda de todos estos países por el debate franco de las ideas y el compromiso para avanzar en la unidad y la lucha por un mundo diferentes.

Rendimos homenaje a nuestras compañeras y compañeros caídos en la lucha revolucionaria.
Reiteramos la decisión y el compromiso de continuar – pese a los ataques, a las amenazas – y a toda la arremetida del gobierno y la derecha, con nuestra lucha junto al pueblo, por la revolución, el poder popular y el socialismo,

Vivan los 48 años del PCMLE!
Viva la lucha de la clase obrera y de nuestros pueblos!
Viva el internacionalismo proletario!
Gloria al marxismo leninismo!

 

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