Principal |
Nacionales E.Herria :: 17/08/2012

Independentzia eta sozialismoa (I, II y III)

Borroka Garaia
Las tres partes de este trabajo, realizado por Borroka Garaia. Euskal Herria, Independentzia eta sozialismoa

I

Es muy probable que en la Euskal Herria de hoy en día, el independentismo socialista esté en una coyuntura donde haya alcanzado la más grande influencia de su recorrido histórico. Esto se traduce entre otros factores en que el número de independentistas de izquierda es el mayor de la historia. No es que se haya dado un estirón formidable en los últimos tiempos pero si se podría decir que se ha asentado y ha ido creciendo desde diversas perspectivas. Al grueso histórico de la izquierda abertzale habría que sumarle un sector del nacionalismo vasco clásico más pegado al ámbito institucional que ha ido derivando hacia posturas mas sociales, rompiendo a su vez con la estrategia autonomista.

Eusko Alkartasuna es un ejemplo de ello. Esta evolución causó que los sectores más conservadores del partido renegaran de ese giro. Lo cual le costó en su día una escisión llamada Hamaika bat que tras un sonoro fracaso electoral se ha quedado sin recorrido. En Nafarroa Garaia sus restos se acoplaron a Geroa bai, que pese a que retóricamente se sitúa en el ámbito progresista, tras despejarse diversas incógnitas cada vez está más claro que se basa en una apuesta personalista de carácter nacional difuso más cercano al autonomismo que al independentismo y dificilmente catalogable como izquierda. Siendo básicamente un proyecto soterrado del PNV en ese herrialde.

Por otra parte Aralar, escisión de la izquierda abertzale. En su día se fue nutriendo al calor de las ilegalizaciones y raspando de desencantados del nacionalismo vasco clásico. Actualmente sufre un proceso embrionario de escisión, realmente con pocas probabilidades de éxito, impulsado por figuras institucionales reaccias a la conformación y crecimiento del independentismo de izquierda unitario. Con escasas posibilidades de crear un espacio político nuevo debido a que el PNV ocupa ese lugar. El devenir político ha obligado en cierta manera a que Aralar haya decidido situarse en el espacio independentista de izquierda dando la espalda a posibles aventuras tipo Geroa Bai en la CAV. Este proceso tiene similitudes con el de Eusko Alkartasuna en relación a que un sector de este partido se ha desatendido también de ese esfuerzo unitario y no se encuentra lo suficientemente cómodo en variables independentistas de izquierda.

Otro de los sectores que ha tenido un acercamiento es el representado por Alternatiba. Este caso resulta interesante porque no procede del ámbito abertzale clásico, sino de una izquierda con cierto bagaje estatalista. La apuesta soberanista de Alternatiba abre un espacio de evolución política que tiene mucha potencialidad para conectar a muchas personas en clave nacional vasca.

En Ipar Euskal Herria el independentismo de izquierda principalmente se ha estructurado entorno a AB y Batasuna. Apuestas como Euskal Herria Bai han sido centro de acumulación de fuerzas, creando un referente y poniendo al alza el independentismo de izquierda a nivel social.

A todo esto hay que añadir que a lo largo del tiempo el comunismo y el anarquismo sucursalista en Euskal Herria ha ido perdiendo peso progresivamente. Y no solo eso, sino que gran parte de esos sectores se han visto obligados a usar aunque sea de forma retórica la clave nacional vasca como forma de enganche ante la imposibilidad de que cuaje el españolismo en la clase trabajadora vasca anti-capitalista. También han surgido grupos que se han alejado del sucursalismo para de una manera transparente y honesta trabajar en Euskal Herria como marco autónomo de la lucha de clases.

Todos estos factores; Evolución hacia la socialdemocracia de un sector del nacionalismo vasco institucional, evolución hacia el soberanismo de un sector de la izquierda estatalista, anulación parcial del sucursalismo español anti-capitalista… unido a la construcción nacional y social de Euskal Herria y al duro trabajo del MLNV en todas estas décadas hace que la fotografía del independentismo socialista de este país sea como se afirmaba al principio a día de hoy numéricamente mayor que nunca y que a su vez tenga la mayor influencia de su historia.

Esta izquierda, que abarca desde la socialdemocracia hasta la izquierda radical, socialista, libertaria y comunista aún con su pluralidad, contradicciones y diferentes bagajes se convierte en el bloque popular necesario para que el independentismo socialista, la izquierda abertzale, el pueblo abertzale de izquierda vaya encauzando el proyecto de independencia nacional y socialismo para Euskal Herria.

El sujeto motor para el cambio está claro. Pese a que tenga una traducción electoral no será simplemente a través de elecciones en este contexto como se dará forma al proyecto de independencia y socialismo, proyecto directamente que está perseguido y prohibido por la propia ley. Por lo tanto la pregunta clave es: ¿Cuáles son las vías y caminos posibles para la independencia y el socialismo?. Pregunta que se intentará responder en los siguientes artículos de esta serie.

II

En el anterior artículo de esta serie nos hacíamos a modo de conclusión la siguiente pregunta: ¿Cuáles son las vías y caminos posibles para la independencia y el socialismo?. No es una pregunta sencilla, o mejor dicho, es una pregunta sencilla que no tiene una respuesta fácil. Y no tiene una respuesta fácil por dos factores; uno externo y otro interno.

El externo corresponde a las propias imposiciones políticas de los estados español y francés, construidos para no dejar resquicio a que procesos independentistas puedan llevarse a cabo democráticamente. Es decir, la construcción legal de esos estados no reconoce la existencia de la nación vasca y por lo tanto no hay una sola vía legal para que se aplique el derecho de autodeterminación. Al estar secuestrada la soberanía de los vascos en los estados español y francés, es la voluntad de los españoles y franceses dirigidos por sus poderes fácticos la que se impone. Y es completa ciencia-ficción que esos estados permitan un proceso independentista vasco. Todo lo contrario, es razón de estado(s) el poner todos los impedimentos posibles y combatir con todos los medios necesarios en cada coyuntura al independentismo. Y no solo eso, sino que existe una estrategia de deconstrucción nacional que intenta asimilar al pueblo vasco en los baremos españoles y franceses socavando los pilares que posibilitan la existencia del propio pueblo vasco.

De hecho existe una configuración sistémica que por una parte niega la existencia del pueblo vasco, por otra parte lo combate y mediante la imposición política impone un marco político y territorial. Todo ello en
una estrategia globlal con múltiples frentes y que no tiene complejos a la hora de emplear la amenaza y la violencia. Asimismo estos estados mantienen un férreo ligazón con el capitalismo e imperialismo internacional haciendoles sumisos de intereses externos a sus propios estados y por otra parte esquilmando y acumulando riqueza lo máximo posible de “su” clase trabajadora. Esto trae consigo la doble opresión en el caso de Euskal Herria; la nacional y la social que están intimamente relacionadas. Ya que la liberación nacional es el eje principal donde toma forma la lucha de clases en Euskal Herria. Siendo Euskal Herria “una propiedad privada” de los estados y por tanto su soberanía nacional la “colectivización” de Euskal Herria para su pueblo, o lo que es lo mismo; la independencia y el socialismo.

El factor interno correspondería a la correlación de fuerzas existentes en el seno del pueblo vasco. Los requisitos para un proceso independentista y socialista pasan por fuerza por la existencia de una amplia mayoría del pueblo que defienda el proyecto independentista y socialista. Para que ese proyecto se pueda vehiculizar por tanto es necesario en primer lugar la herramienta que lo posibilite. Y esa herramienta no es otra más que el derecho de autodeterminación que como se ha comentado antes está plenamente negado. En segundo lugar es que el pueblo que usa esa herramienta lo haga en el sentido requerido. Otro apartado no menos importante es que exista un motor de todo este proceso, un sujeto que lo dinamice. Un bloque popular que es de lo que se trataba en el primer artículo de esta serie.

En la Euskal Herria de hoy en día si bien hay una mayoría holgada que defiente el derecho de autodeterminación y una más que probable mayoría independentista aunque ajustada pero creciendo, el proyecto socialista es harina de otro costal. Si bien Euskal Herria es una de las sociedades más avanzadas ideológicamente de su entorno (no se alinea con la OTAN por poner un ejemplo, movimiento popular inédito en Europa por poner otro…), un proceso socialista requiere un recorrido que en el caso de los pueblos bajo opresión nacional difiere a los estados ya consolidados.

Por lo tanto dentro de los factores internos que inciden en un proceso independentista y socialista estarían; la correlación de fuerzas entre independentistas / unionistas, la correlación de fuerza entre izquierda /derecha, la correlación de fuerzas entre socialistas revolucionarios / izquierda, la tensión permanente entre Oligarquía / burguesía / clase trabajadora y la desanexión territorial y sus contextos y ritmos diferentes: Euskal Herria norte / Euskal Herria sur, CAV /CFN etc..

Una vez hecho este pequeño repaso de algunos condicionantes externos e internos, en otros artículos de esta serie iremos profundizando desde una perspectiva histórica en diversos procesos independentistas que se han realizado en el mundo y sus potencialidades para Euskal Herria y haciendo un pequeño resumen de las estrategias de liberación nacional vasca aplicadas hasta hoy intentando sintetizar todos los condicionantes existentes para poder superarlos.

III

En el primer artículo de esta serie se hacía un breve análisis de la configuración del bloque popular necesario para que el independentismo socialista, la izquierda abertzale, el pueblo abertzale de izquierda vaya encauzando el proyecto de independencia nacional y socialismo para Euskal Herria. En el segundo se entraba en los nudos y dificultades que imposibilitan a nuestro pueblo acceder a cotas de soberanía nacional y los factores externos e internos que inciden en ello.

Una de las dudas que podría surgir, y en determinadas etapas históricas así lo ha hecho, es el orden de los factores. ¿Debe y puede llegar la independencia antes que el socialismo?, ¿Es imprescindible una estrategia socialista para alcanzar la independencia?. ¿No vale para nada la independencia sin socialismo?.

Si hacemos caso de la experiencia histórica, no han existido procesos en el mundo donde una revolución socialista clásica exclusivamente haya servido de palanca para la liberación nacional. Los procesos de des-colonización e independencia en la inmensa mayoría de los casos han sido producto de alianzas populares e interclasistas aunque encabezadas por la clase trabajadora en mayor o menor medida ideologizada. No hay más que echar un vistazo a la propia historia de los estados español y francés, y a las decenas de naciones que se han independizado de ellos. De esa experiencia histórica se saca la conclusión de que las necesidades de un proceso independentista difieren en parte a las necesidades de un proceso socialista. Especialmente en su sujeto motor y en la política de alianzas.

Desde esta perspectiva se hace claro que el debate sobre el orden de llegada de la independencia y el socialismo es inexistente y solo puede ser entendido desde una perspectiva estatal extranjera que intenta convencer a las naciones oprimidas que abandonen sus perfiles nacionales y su marco autónomo de lucha de clases y que luchen subordinadamente por el socialismo en el estado opresor para que posteriormente ese estado convertido en socialista inicie un proceso de liberación nacional. En los casos de los estados español y francés es obviamente ciencia-ficción y realmente lo que esconden estas propuestas retóricas, en la mayoría de los casos es una nula receptividad al hecho nacional vasco, un análisis altamente defectuoso de la realidad vasca y su desarrollo histórico cuando no dirigismo y sucursalismo. En realidad desde una perspectiva revolucionaria la apuesta de la clase trabajadora del estado opresor no puede ser otra más que el apoyo al proceso independentista desde el primer instante y a la vez que esto sea entendido como un factor positivo en el proceso socialista de su estado.

Un proceso socialista, el cual requiere unas posiciones avanzadas de la clase trabajadora, necesita por fuerza de mecanismos mínimos y bases en las cuales construir el Estado socialista. Esa herramienta en el caso vasco esta muy bien delimitada y no es otra más que el derecho de autodeterminación y que sea aplicado en el sentido independentista. Efectivamente, para construir un Estado socialista se necesita en primera instancia un Estado.

Es por ello que ya desde hace décadas el MLNV teorizó que la contradicción principal a resolver y la forma que toma la lucha de clases en Euskal Herria es la liberación nacional.

¿Significa esto que se apueste por un estado capitalista?. ¿Significa que no sea necesario un proceso socialista hasta conseguida la independencia?.

Evidentemente no. Tanto el proceso independentista como el proceso socialista son las dos caras de la moneda del proyecto de la izquierda abertzale y además necesarias en el proceso de liberación nacional. No se alcanzará la independencia si el proceso socialista no genera ciertas condiciones necesarias debido a la naturaleza capitalista de los estados español y francés junto con los lazos que tiene con la oligarquía vasca y capas de la burguesía autóctona. Eso hace que el avance hacia el Estado vasco tiene que tener el motor construido desde abajo y la izquierda, de lo contrario no se aceleran las contradicciones de cara a una ruptura.

Por lo tanto, de cara al proyecto independentista y socialista en Euskal Herria son necesarias tanto la estrategia nacional como la socialista. Entendiendo que la meta es el Estado socialista y que la primera etapa en ese camino es la derrota de la opresión nacional. Lo cual acarrea unas necesidades y peculiaridades tácticas y estratégicas que no son plenamente coincidentes con las peculiaridades tácticas y estratégicas necesarias para dar el salto del Estado vasco al Estado socialista vasco. Pero, y ahí está la clave, estas estrategias pese a no ser coincidentes son complementarias y se pueden alimentar la una a la otra. Es por ello que la lucha por la independencia y el socialismo son y deben ser caminos de un mismo carril y llevarse paralelamente en todo momento al no existir contradicción entre liberación nacional y liberación social. Ya que esa liberación nacional necesita de la erosión de la influencia del capital altamente ligado a la burguesía vasco-española y vasco-francesa y sus intereses de clase alejados de los intereses nacionales vascos. Caída la opresión nacional, y dadas las condiciones políticas y sociales que requiere, se producirá paulatinamente una re-configuración de los sujetos y de la relación de fuerzas existentes donde se iniciará una nueva batalla crítica en la que muchos movimientos han cedido el poder a sectores del capital, de ahí la expresión de No vale de nada la independencia sin socialismo pero realmente no habrá socialismo sin independencia y eso a su vez también es un recordatorio de la necesidad de activar desde ahora un proceso socialista de la misma manera que existe uno independentista, ya que alcanzado el objetivo estratégico de la independencia, esta soberanía nacional no será plena tampoco sin socialismo.

Una vez asentado el terreno de juego y el orden de los factores, en los siguientes artículos de esta serie iremos entrando ya en posibles respuestas a la pregunta central del debate: ¿Cuáles son las vías y caminos posibles para la independencia y el socialismo?.

 

Enlace al artículo: https://www.lahaine.org/dJ66