Al menos 81 personas murieron este jueves en bombardeos israelíes sobre la Franja de Gaza, además de otras 118 el miércoles. Mientras tanto, el régimen israelí aseguró que una retirada del territorio no es una opción, dos días después de que Trump anunciara que Israel había aceptado una propuesta de alto el fuego de 60 días en el enclave.
Según informaron fuentes médicas de Gaza, de los 81 muertos, casi cuarenta perdió la vida mientras acudía a recibir ayuda humanitaria en el centro y el sur de la Franja. Otros 24 fallecieron en una serie de bombardeos contra distintos puntos de Ciudad de Gaza, donde el miércoles por la noche el Ejército terrorista había ordenado evacuar nuevas zonas, las que inmediatamente bombardeó. Además, 19 personas murieron en ataques contra la localidad de Jan Yunis, en el sur, la mayoría en la zona costera de Mawasi, donde cientos de miles de gazatíes se habían refugiado antes del alto el fuego de enero, ya que el Ejército sionista la había designado como "zona humanitaria".
Más de 57.000 muertos
El Ministerio de Sanidad de Gaza registró a lo largo del miércoles 581 personas que llegaron heridas a los hospitales del enclave. En total, el régimen israelí ha asesinado en Gaza a 57.130 personas desde que lanzó su enésima ofensiva tras los ataques reivindicativos de Hamas del 7 de octubre de 2023, en el que 1.400 israelíes murieron y otros 251 fueron detenidos por las autoridades de Gaza.
La cartera apuntó que entre los muertos de ese día figuran doce trabajadores médicos, antes de cifrar en más de 650 los palestinos fallecidos por disparos de las tropas israelíes cuando intentaban obtener ayuda humanitaria. Estos incidentes han dejado además más de 4.500 heridos durante el poco más de un mes de funcionamiento de la Fundación Humanitaria para Gaza (GHF), que opera el nuevo sistema de reparto de ayuda en el enclave palestino y tiene el respaldo de Israel y EEUU.
Hambre como arma de guerra
Mientras tanto, Amnistía Internacional (AI) afirmó en un nuevo informe que tiene "indicios" (¿qué le faltará para tener la certeza?) de que Israel está utilizando el hambre como arma de guerra para perpetrar un genocidio contra la población palestina en Gaza, tras la entrada en vigor de su nuevo sistema de reparto de ayuda en el enclave. Así lo sostienen testimonios recogidos por la organización, entre ellos los de personal médico y padres de niños hospitalizados por desnutrición.
"Centenares de palestinos han muerto y miles han resultado heridos, bien cerca de los lugares de distribución militarizada, bien cuando se dirigían hacia los camiones de ayuda", denunció. "Estas muertes son consecuencia de los ataques deliberados de las fuerzas israelíes y el resultado previsible de los irresponsables y letales métodos de distribución", remarcó.
"Israel ha impuesto en la Franja unas condiciones de vida que han creado una mezcla de hambre y enfermedad que empuja a la población más allá del límite, manteniendo un bloqueo cruel y asfixiante a la entrada de ayuda humanitaria pese a que, como potencia ocupante, tiene la obligación legal de garantizar que la población de Gaza tenga acceso a alimentos, medicinas y otros suministros esenciales".
A través de testimonios de 17 personas internamente desplazadas, los progenitores de cuatro menores hospitalizados por desnutrición severa y cuatro profesionales de la salud que trabajan en hospitales gazatíes, las conclusiones son que Israel mantiene un programa de alimentos "militarizado e inefectivo", que agrava el sufrimiento de la población en lugar de aliviarlo, con una ayuda proporcionada muy por debajo de las necesidades humanitarias de la población y asesinando a los que se acercan a recogerla. "Todos los indicios recopilados sugieren que la GHF fue concebida para aplacar la preocupación internacional al tiempo que constituye una herramienta más del genocidio llevado a cabo por Israel", denunció la organización.