A días de que arranque el debate en el Congreso, Francisco I interviene contra el aborto

En la semana previa al inicio de su tratamiento en el Congreso y a tres días de marchas antiabortistas en las principales ciudades del país apoyadas por la iglesia, el papa Francisco I intervino directamente por primera vez en el debate por el proyecto para legalizar el aborto con una dura carta en la que dice que “hace bien hacerse las dos preguntas" frente a la controversia: "¿Es justo eliminar una vida humana para resolver un problema? ¿Es justo alquilar un sicario para resolver un problema?".

La carta –que le remitió por mail a la diputada celeste Victoria Morales Gorleri (macrista, ultraderecha)- es en respuesta a otra que le enviaron días pasados mujeres "pro-vida" de Buenos Aires, en la que le pedían que intercediera contra la iniciativa legal para legalizar el aborto que fue girada la semana pasada al parlamento por el presidente de la Nación.

En el texto escrito a mano y escaneado, el pontífice afirma que el aborto "no es un asunto primariamente religioso", sino "de ética humana, anterior a cualquier confesión religiosa", en lo que pareció una respuesta a Alberto Fernández, que en una entrevista el domingo dijo al defender el proyecto que él no solo es el presidente de sus compatriotas católicos, sino de todos los argentinos.

Tras agradecer “la carta de las señoras", Francisco I consideró que "realmente son mujeres que saben lo que es la vida" y le pidió a la diputada Morales Gorleri que "por favor, dígales de mi parte que admiro su trabajo y su testimonio; que les agradezco de corazón lo que hacen, y que sigan adelante" a la vez que subraya que “la patria está orgullosa de tener mujeres así".

Las ONG llamadas pro vida convocaron a manifestarse en contra del aborto este sábado en las principales ciudades de todo el país, una iniciativa ante la cual la iglesia católica, de la que Francisco I era cardenal, llamo a adherir “fervientemente” y otro tanto hicieron la mayoría de las iglesias evangélicas nucleadas en ACIERA.

“Espero que (el papa) no se enoje, porque él sabe cuanto lo admiro y valoro. Y que entienda que tengo que resolver un problema de salud pública argentina", dijo el domingo el presidente en el canal NET TV. Recordó que cuando se aprobó el aborto en Francia el presidente Valéry Giscard d'Estaing, que era católico, le dijo al entonces papa Pablo VI: "Yo gobierno para muchos franceses que no son católicos y tengo que resolver un problema de salud pública".