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Medio Oriente :: 23/06/2025

Medio Oriente: Lamentos incomprensibles

Atilio Boron
El pretexto de Trump, Netanyahu y sus compinches para llevar a cabo el ataque "preventivo" y por sorpresa para impedir que Irán construya un arsenal atómico, es una mentira

Según informa BBC News el primer ministro del régimen israelí dijo en un reciente posteo en la red X que "Esta mañana, los tiranos terroristas de Irán lanzaron misiles contra el Hospital Soroka en Beersheba y contra una población civil en el centro del país. Exigiremos que los tiranos de Teherán paguen un precio". Por su parte su ministro de Defensa, Israel Katz , dijo que "al líder supremo de Irán, Alí Jamenei, no se le puede permitir existir ya que da personalmente la orden de disparar contra hospitales."

Además de que sus dichos no reflejan la realidad (el ataque destruyó el cuartel general de inteligencia israelí, vecino al hospital), sorprende la súbita toma de conciencia moral de estos sujetos porque tanto Netanyahu como Katz son dos de los mayores genocidas de la historia contemporánea, verdugos despiadados que practican la "limpieza étnica" con saña sólo comparable a la de los nazis que produjeron el holocausto del pueblo judío en Europa.

En un ominoso crescendo, el régimen de Netanyahu ha venido exterminando sin el menor remordimiento de conciencia al pueblo palestino, al que asesina con balas, misiles, o lo mata por hambre, sed y falta de medicamentos. Los más de 56.000 civiles muertos por el ataque a Gaza y la destrucción de sus 35 hospitales es de una elocuencia tal que ahorra miles de palabras. Pero ahora, cuando Irán les propinó una muy pequeña dosis de la medicina que Netanyahu y Katz aplicaron en escala industrial arrasando la casi totalidad de la Franja de Gaza, acusan a los gobernantes iraníes de "tiranos" y "terroristas".

Netanyahu y Katz deberían abstenerse de hablar de terrorismo porque carecen de credenciales para condenarlo. En lo que hace a la tiranía si bien no creo que se pueda encasillarse abiertamente al régimen político imperante en Israel como una tiranía, tampoco puede considerárselo, como lo hace la "opinión bienpensante" de Occidente y sus mandantes, como una democracia. Sí, hay elecciones periódicas en Israel, un sistema multipartidista y un Congreso, pero esto es una fachada que oculta una realidad incompatible con una genuina democracia. Por eso subleva oír la mentirosa retórica propiciada por EEUU y sus vasallos europeos cuando hablan de Israel como la "única democracia en Oriente Medio."

Israel es más democrático que las dictaduras del Golfo, pero está lejos de satisfacer los requisitos que definen a ese régimen político. La libertad de expresión, por ejemplo, sólo se tolera en la medida en que no traspase los límites de la ideología oficial: los palestinos no pueden tener un Estado ni fuerzas armadas y los violentos robos de tierras que por siglos estuvieron en manos de los palestinos son un avance civilizatorio dado que éstos, y los árabes en general, son una especie inferior, subhumana, tal como se predica explícitamente a los judíos en Israel desde la más tierna infancia.

Dentro de ese siniestro perímetro de prejuicios racistas hay total libertad de expresión. Fuera de él lo que hay es discriminación, persecución y, en no pocos casos, la cárcel. Esta doctrina aparece claramente en los libros de textos de la escuela primaria en donde los palestinos son equiparados a los animales, como lo demuestra con pesar una gran humanista judía y profesora de la Universidad Hebrea de Jerusalén, Nurit Peled-Elhanan, en su libro "Palestina en los libros escolares israelíes: ideología y propaganda en la educación". El hostigamiento que sufren pensadores críticos judíos en Israel es innegable. Los casos de Ilan Pappé, Gershom Gorenberg, Miko Peled y Oren Yiftachel, el columnista del 'Haaretz', Gideon Levy y, por supuesto Noam Chomsky, inhibido de entrar a Israel desde el momento en que denunció el apartheid que existe en ese país.

El Poder Judicial, a su vez, está lejos tener la independencia que se supone debe tener en una democracia y con sus sentencias convalida el sesgo autoritario del régimen israelí. Por ejemplo, no pone fin a la detención de 3.498 palestinos presos sin cargos y sin juicio, entre los cuales unos 400 son niños, 27 mujeres y 299 cumplen cadena perpetua. Un científico judío, Mordechai Vanunu, un pacifista que en 1986 reveló en una entrevista para el 'Sunday Tines' de Londres la existencia del programa que produce artefactos atómicos en Israel fue secuestrado en Italia y condenado a 18 años de prisión, en un juicio escandaloso, y luego de lo cual ha sufrido los rigores de un confinamiento solitario durante 11 años más. Jueces y fiscales fueron cómplices de esta operación.

Por otra parte, esta ejemplar democracia priva de los derechos políticos a un 20 por ciento de su población, de origen árabe, aunque formalmente serían libres de ejercerlo pero que en la práctica tal cosa se anula por la discriminación sistemática de que son objeto. Esta situación es mucho peor en los territorios ocupados -nótese la contradicción: una democracia que ocupa con sus tropas territorios ajenos y expulsa a sus pobladores originarios- razón por la cual son varias las organizaciones de derechos humanos, como Amnistía Internacional y la israelita B`Tselem, que caracterizan a Israel como un régimen de "apartheid".

Además, en ciertos temas el carácter confesional, no laico del régimen de Israel, se erige como un obstáculo muy serio al ejercicio de las libertades individuales en un marco democrático. Por ejemplo, no existe el matrimonio civil y sólo es válida la unión oficiada por un rabino. Tampoco se reconocen matrimonios entre personas de distintas religiones y, ni hablar, del mismo sexo.

Es cierto que el gobierno iraní ha declarado reiteradamente su propósito de destruir el estado de Israel, algo que para el autor de estas líneas es completamente inadmisible. Pero también lo es que los mandamases israelíes, desde 1948 hasta hoy, manifestaron el mismo interés en impedir la creación de un estado palestino. La diferencia entre Irán e Israel es que el primero sólo hace una semana pasó a las vías del hecho como respuesta atroz al "ataque preventivo" de Israel mientras que Tel Aviv, desde la fundación del estado de Israel, frustró a sangre y fuego la creación de un estado palestino.

Esto ha sido posible gracias a la complicidad de EEUU y los países europeos, que desde entonces se han burlado de la Resolución 181 de la Asamblea General de la ONU que proponía la partición de Palestina en dos estados, uno judío y otro árabe, con Jerusalén bajo control internacional. Desde ese mismo momento el régimen israelí conspiró con sus aliados occidentales para impedir la creación del estado palestino que hubiera evitado tantas guerras y desgracias.

No sólo eso, a diferencia de Irán Tel Aviv jamás aceptó ninguna inspección promovida por la ONU de sus laboratorios y armamento nuclear, no firmó el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares, y es el único país en Oriente Medio que dispone de un arsenal atómico y que, con la colaboración de Washington, ha impedido que ningún otro país de la región pueda tenerlo.

Desde marzo y ante diversas comisiones del Congreso Tulsi Gabbard, nada menos que la Directora de Inteligencia Nacional de EEUU, ha venido sosteniendo que Irán no está construyendo armas nucleares. El pretexto de Trump, Netanyahu y sus compinches para llevar a cabo el ataque "preventivo" y por sorpresa para impedir que Irán construya un arsenal atómico, es una mentira.

cubadebate.cu

 

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