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Vecinos de Arganzuela consiguen parar la instalación de antenas de telefonía cerca de los colegios
La inmobiliaria Larcovi, propietaria del edificio en el que se iban a instalar las antenas, ha informado por escrito de que ha cancelado los contratos de arrendamiento de la azotea con Movistar y Vodafone ante el rechazo manifestado por los vecinos.
Esta victoria se ha logrado tras más de dos años de movilizaciones. Desde agosto de 2010 los vecinos han entregado a las autoridades 2500 firmas y 500 alegaciones. Se han reunido con el Defensor del Menor, Ana Botella y la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones del Ministerio de Industria. Han celebrado tres fiestas de protesta en las inmediaciones del edificio.
Las antenas iban a estar situadas a escasa distancia del colegio Plácido Domingo, donde estudian unos 200 niños de 3 a 6 años, y del edificio principal del colegio Tirso de Molina, al que acuden unos 700 niños de entre 3 y 12 años.
En su lucha las familias han contado con el apoyo de las diversas asociaciones y grupos políticos de Arganzuela. Los vecinos se muestran especialmente agradecidos por la ayuda recibida del Centro Social de La Traba y lamentan que las autoridades hayan decidido desalojarlo.
El Centro Social de La Traba ofrece alternativas de ocio culturales para la juventud y las familias de Arganzuela. Cuenta con una pista de break dance, un circuito de BMX, un gimnasio y varios locales de música insonorizados en los que ensayan jóvenes promesas musicales. La Traba cede gratuitamente sus instalaciones a artistas del graffiti, a grupos de mujeres, a plataformas vecinales como la nuestra o a la asociación de bailarines bolivianos que se reúne periódicamente para ensayar sus bailes regionales.
Y todo ello sin que las administraciones se hayan gastado un duro. Algo que en los tiempos de recortes que corren debería fomentarse y no eliminarse.
Más información
Copia de la carta que Larcovi ha dirigido a los vecinos en la parte de debajo de este mensaje o en el siguiente vínculo de la web de Nudo Sur. Vínculo a la carta