La guerra de los 8 días en Gaza llevó las miradas del mundo hacia la región, y en particular, hacia la victoria de las fuerzas de la Resistencia sobre el régimen sionista. Poco después del fracaso de Tel Aviv, se revelaron notables consecuencias estratégicas.
En primer lugar, Ehud Barak, ministro de Defensa sionista, anunció que renunciaría y se retiraría de la política luego de las próximas elecciones generales en Israel, a realizarse en enero próximo.
El sitio web sionista 'Debka' -que depende de los servicios de inteligencia del Mossad- divulgó el fracaso de un proyecto de golpe de Estado contra Irán, que se realizaría durante la última guerra de Gaza, como parte de los objetivos estadounidenses-sionistas para interrumpir el proceso del “despertar islámico” en la región. Pero lo más importante en el mencionado informe de Debka, es que se afirma que la operación “Pilar Defensivo” no alcanzó objetivo alguno, fracasando rotundamente.
Si se atienden las reacciones y los diversos posicionamientos generados ante la guerra en Gaza, puede verse con claridad el papel de Irán y su afán por cambiar el equilibrio de poder en la región.
Las declaraciones de los líderes de los grupos de la Resistencia insisten clara y explícitamente en la importancia del papel de Irán en el triunfo de la guerra. Pero esta idea también es posible encontrarla con fuerza en otros sujetos de insospechada amistad con la Revolución Islámica.
Zbigniew Brzezinski, ex consejero de seguridad nacional del otrora presidente Jimmy Carter, en un encuentro del Consejo Nacional Iraní-Estadounidense afirmó que “si Israel ataca las instalaciones nucleares de Irán, EE.UU. no debería acompañar como una mula tonta”, y confirmó que el único camino para enfrentarse con Irán es la vía diplomática. “El plan de ataque militar contra Irán es la peor opción”, señaló.
Javier Solana, ex Alto Representante de la Política Exterior y de Seguridad de la Union Europea, escribió un artículo sobre las amenazas sionistas sobre Irán, donde señala que “Un plan de la guerra contra ese país generaría una crisis internacional. EE.UU. debe saber que eso podría determinar que el equilibrio en la región se vuelque definitivamente a favor de Irán”. Solana trata de evitar que EE.UU. dé lugar a una guerra en la región, y viene a confirmar que una guerra contra Irán es insostenible.
John Robert Bolton, ex representante de EE.UU. en la Organización de Naciones Unidas (ONU), quien tiene una postura radical y belicista contra Irán, en una entrevista para la ultraderechista Fox News, dejó sentados tres puntos claves en torno a la actual situación estratégica de la República Islámica de Irán:
1. Los resultados de la guerra en Gaza indican que el poder de Irán ha aumentado.
2. La guerra de Gaza fue una buena prueba para los misiles iraníes.
3. En suma, Irán es un país avanzado y poderoso.
Este personaje estadounidense confiesa que Irán es el brazo más fuerte en la región.
Un día antes de estas declaraciones, el ayatolá Jamenei, líder supremo de la revolución, señaló que “con sólo echar un vistazo a la situación de la región y el mundo, se hacen patentes las fuerzas del brazo de la República Islámica de Irán” y reveló que “al contrario que la política de Occidente y sus objetivos para Oriente Medio, se observa claramente que la política de la República Islámica de Irán para la misma región ha logrado aproximarse a sus objetivos.”
¿Qué elementos pueden definir a Irán como el brazo más fuerte en la región?
1. La guerra de los 33 días en 2006 expuso que el plan liderado por EE.UU. para el diseño de un “Gran Oriente Medio” no alcanzó ninguna meta. Este plan es la estrategia de los estadounidenses y sionistas para el pillaje y saqueo de los recursos naturales y las riquezas de la región.
Dos años después, en 2008, durante la guerra de los 22 días, se determinó que el plan que ahora pasó a denominarse para un “Nuevo Gran Oriente Medio” tampoco alcanzó éxito alguno.
Los proyectos para dominar Oriente Medio se derrumban y a la vez emergen signos y componentes de un Medio Oriente con características islámicas.
La guerra de los 8 días en Gaza y el papel de Irán en el triunfo de los grupos de la Resistencia contra Israel, muestran que aquel poderoso brazo durante los últimos años ha logrado destruir la política de Occidente para Medio Oriente.
El Frente de Resistencia y el respaldo iraní en las últimas dos guerras -la guerra de los 33 días en Líbano y la guerra de los 22 días en Gaza- derrumbó todas las estimaciones de EE.UU. e Israel.
2. ¿Por qué particularmente después de la guerra en Gaza se ha producido un giro de 180 grados en la perspectiva colonialista de los EE.UU., y porqué los estrategas y políticos occidentales han expresado que la única manera de enfrentar a Irán es mediante el “diálogo” y la “discusión”?
Robert Kaplan, teórico de la compañía de inteligencia Strategic Forecasting, Inc., más conocida como Stratfor, luego de la guerra de Gaza confirmó que Irán está cumpliendo un papel importante y privilegiado en Oriente Medio, y que la política de EE.UU. respecto de Irán debería ser la negociación y el diálogo.
Este cambio tan notable es síntoma de que Occidente ha entendido cabalmente que, dado que Irán puede llevar adelante la doctrina de “amenaza y contra amenaza”, de forma impredecible, y dados los resultados de la guerra de los 8 días en Gaza y el envío de misiles “Fajr 5” a los grupos de Resistencia, la opción de la guerra contra Irán no es factible.
3. De forma paralela al fracaso de los más recientes proyectos norteamericano-sionistas para la región, ha surgido el despertar de una nueva conciencia pública, donde también es posible observar la razón firme y sistemática de la República Islámica de Irán.
Jeremy Hammond, editor de la revista Foreign Policy expresó que “EE.UU. está obsesionado con Irán porque Irán no obedece sus mandatos”, a partir de lo cual la República Islámica de Irán puede convertirle en ejemplo, no solo para la región, sino para otros países en el mundo. Los acontecimientos de los últimos dos años en torno al despertar islámico, también indican a Irán como un ejemplo, y que la emulación de Irán implica poner en marcha el motor de las protestas y los levantamientos contra las políticas pro estadounidenses-sionistas en la región y sus representantes locales.
4. La influencia iraní y su poder son factores que permiten mostrar claramente el peso de Irán en los acontecimientos de la región y fuera de ella. En Siria, por ejemplo, durante los últimos meses, es difícil negar el poder y la influencia de Irán. Los funcionarios estadounidenses, desde su canciller hasta el presidente, han persistido, desde agosto de 2011, en tratar de eliminar a Bashar Al-Assad y derrocar su gobierno. Pero hoy, después de más de 470 días, Siria aún está de pie, como parte del Frente de Resistencia.
5. Si Israel se encuentra hoy en una situación política crítica, y tal como señala Henry Kissinger “en 10 años no habrá más Israel”, esto se debe a que aquel brazo poderoso de Irán ha logrado sostener una alternativa o propuesta para un Oriente Medio libre e independiente.