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Nacionales PP.Catalans :: 24/01/2013

El Parlament proclama «sujeto político soberano» a Catalunya

Beñat Zaldua en Gara
La Declaración de Soberanía aprobada ayer contó con el apoyo 85 diputados. CUP: «Un voto a favor de la soberanía y dos abstenciones por cómo se está llevando el proceso».

Abre una legislatura clave con una declaración histórica apoyada por 85 parlamentarios frente a 41. Cinco electos del PSC deciden no votar en disconformidad con la postura de la dirección

La lectura del unionismo será simple: la Declaración de Soberanía aprobada ayer contó con el apoyo 85 diputados, solo uno más que la declaración aprobada el 28 de setiembre de 2012 a favor del derecho a decidir; mientras que los votos en contra pasaron de 21 hace unos meses a 41 ayer. El dato es real, pero no refleja la complejidad de la votación que se vivió ayer en el Parlament de Catalunya, en la que se reivindicó el carácter de «sujeto político y jurídico soberano» del Principat.

La Declaración finalmente aprobada contó con los 85 votos que suman los diputados de CiU, ERC e ICV-EUiA, más uno de los de la CUP, que quiso mostrar su apoyo crítico al texto aprobado a través de la abstención de sus otros dos diputados.

Pero el Parlament también votó la Declaración propuesta por la propia CUP, si cabe más soberanista que la aprobada, en la que votaron a favor sus tres diputados -con la abstención de la bancada de ERC-. No es erróneo, por lo tanto, señalar que fueron 87 los votos a favor de la soberanía política y jurídica de Catalunya.

En la bancada del `no' la complejidad aun fue mayor. Al esperado voto en contra de los 28 diputados del PP y Ciutadans se les sumo la decisión de la dirección del PSC de oponerse a la Declaración. La suma de todos los diputados sería entonces de 48 votos. Sin embargo, el `no' se quedo en 41. Dos de estos siete votos que faltan se explican por la ausencia de dos diputados del PP enfermos, por lo que no tienen carga política alguna.

Sí la tiene, sin embargo, la decisión de no votar que tomaron cinco diputados socialistas, profundamente molestos con la decisión de su cúpula. Sin especular cual hubiera sido el sentido de los votos de estos cinco diputados, cabe destacar que, eliminados del recuento, quedan 87 diputados a favor de la soberanía catalana de un total de 130, lo que supone el 66,92%, es decir, algo más de dos tercios de los votos.

Votación histórica

Los principales impulsores de la Declaración, CiU y ERC, no ocultaron su satisfacción tras el maratoniano pleno del Parlament, que no dudaron en calificar de «histórico». Así lo entendió también en Euskal Herria el diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, que felicitó «al pueblo de Catalunya» tras la votación del Parlament. Por su parte, el Ayuntamiento de Donostia se solidarizó con Catalunya mediante una `senyera' colgada en uno de los balcones del consistorio.

Durante el debate previo a la votación, el secretario general de CiU, Oriol Pujol, consideró la declaración como «clara y nítida», y no dudó en sacar pecho y asegurar que «estamos escribiendo la Historia». Pujol también valoró los esfuerzos de CiU, ERC, ICV-EUiA y la CUP por negociar, frente a la actitud «de otros que se han limitado a ir en contra de todo». «No entendemos la resistencia a utilizar la palabra soberanía», declaró en una clara referencia al PSC.

Antes de la votación, el presidente de ERC, Oriol Junqueras, anticipó que «hoy-por ayer- puede ser un día histórico y solemne; dependerá de la actitud de los diputados».

El líder de los republicanos defendió el derecho a decidir como una «necesidad económica y social de gran urgencia» para Catalunya y aseguró que «la resolución se puede resumir en una sola palabra: democracia». El tercer apoyo sin fisuras a la Declaración provino de los 13 diputados de ICV-EUiA, cuyo secretario general, Joan Herrera, dedicó buena parte de su discurso a desmontar los argumentos del PSC, declararando que «ya ha habido intentos de reformar el Estado en un sentido federalista y han fracasado todos».

El líder ecosocialista señaló que «no es un debate entre soberanistas y no soberanistas, sino entre los que quieren un debate democrático», y añadió que la legalidad es, en realidad, una cuestión política, ya que «si hay voluntad política, se encuentra la fórmula jurídica». Aun así, Herrera insistió en la necesidad de negociar con el Estado y en que «el proceso debe agotar» todas las opciones. «España tiene la oportunidad de decidir si es una Constitución o una democracia», concluyó.

La CUP: un sí, dos abstenciones

Por parte de la CUP, su diputado Quim Arrufat señaló que, después del resultado de las elecciones, no convocar la consulta sería «un fraude», por lo que aseguró que «la CUP celebra y avala la declaración de esta tarde». Tal y como lo venía haciendo a lo largo de los días anteriores al pleno, Arrufat expresó varias críticas al texto aprobado y al modo en el que se está desarrollando el proceso soberanista, empezando por lo que entiende como una «vinculación» de la consulta a la acción del Govern, frente a lo que destacan que «siempre que el país ha avanzado, ha sido gracias a la movilización popular».

Arrufat también criticó que el proceso empiece con renuncias como la de la territorialidad de los Països Catalans o el enmarque del proceso en la Unión Europea. «¿Qué soberanía nos quedará en una consulta avalada por la UE?» se preguntó el diputado independentista, añadiendo que apuestan por «un proceso que permita hacer realizables todos los proyectos políticos y económicos, no solo uno». Por todo ello, Arrufat resumió así la decisión de la CUP: «Un voto a favor de la soberanía y dos abstenciones por cómo se está llevando el proceso».

Una de las notas de la jornada la protagonizaron los diputados del PP, que nada más votar en contra de la Declaración abandonaron su escaño y salieron del hemiciclo, sin esperar a conocer el resultado.

El discurso de su secretaria general, Alicia Sánchez-Camacho, apenas aportó nada nuevo al discurso que el PP desarrolla desde hace meses contra el proceso catalán y, en contra de lo que indican los resultados de las elecciones, aseguró que «la mayoría de Catalunya no quiere la independencia».
La Declaración agrava la crisis en el PSC

La noticia del día, obviamente, fue la Declaración de Soberanía, pero por las consecuencias que podría tener, la división del PSC en la votación fue el segundo aspecto más comentado de la jornada. Tras marear la perdiz durante dos semanas, el grupo parlamentario del PSC se reunió ayer por la mañana para decidir que, finalmente, votarían en contra de la Declaración, alineándose de esta manera con la bancada unionista. De hecho, en sus discursos, los líderes del PP y Ciutadans no dudaron en dar la «bienvenida al PSC al lado de la democracia y la legalidad», ahondando de esta manera, más si cabe, en la herida en el seno del socialismo catalán. Y es que la decisión de la cúpula del partido -alineada con los postulados de Ferraz- no sentó nada bien en el sector catalanista. En los días previos, varias cabezas visibles de dicho sector, como Marina Geli, Joaquim Nadal o Montserrat Tura, ya mostraron su malestar por el discurso de la dirección y tras la votación de ayer, el propio Nadal declaró que no se ve «con ánimo» de seguir en el Consejo Nacional.

Dentro del Grupo Parlamentario, el martes trascendió que cinco diputados habían pedido la libertad de voto, algo que fue inmediatamente rechazado por la dirección del partido. No le sirvió de mucho, ya que en la votación de ayer, esos cinco diputados optaron por romper la disciplina y no votar. En clave interna, además, se trata de nombres con peso: la ex consellera Marina Geli; el alcalde de Lleida, Àngel Ros; el líder del movimiento Avançem, Joan Ignasi Elena, Rocio Martínez-Sampere y Núria Ventura.

La oposición a la dirección, además, no se limita a los cinco diputados díscolos. A última hora de ayer, 70 militantes y alcaldes del PSC salieron en su defensa con un comunicado en el que critican «la deriva de la actual dirección». B.Z.

 

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