El mundo esta viviendo una guerra no declarada promovida por EEUU, cuyo objetivo es supuestamente China, pero que tiene un fuerte impacto en los distintos continentes. Las consecuencias de las medidas del presidente Trump van más allá de Occidente, provocando reuniones y acuerdos inesperados como los que llegaron recientemente entre China, Japón y Corea del Sur.
Nuestramerica no es la excepción. En esa guerra, cada país es disputado como una ficha en el tablero geopolítico. Y en esa pelea se rompen todas las reglas.
En la Argentina, la senadora nacional de Unión por la Patria, Cándida Cristina López, denunció el acuerdo concretado en la IX Reunión de Estados mayores entre Reino Unido y Chile, donde ambas fuerzas acordaron intensificar el entrenamiento conjunto, los intercambios técnicos y la colaboración en la construcción naval. Chile está aumentando su cooperación con la potencia colonial que se ha apropiado de las Islas Malvinas. Mientras tanto, el jefe del comando sur de EEUU, Alvin Holsey, visita la Argentina y después de haberse reunido con Milei, recorre el Area Naval Austral. Para completarla, la voz financiera de EEUU, la directora del FMI, Kristalina Georgieva, convocó a votar en las próximas elecciones por los candidatos de Javier Milei.
EEUU acaba de asegurarse la ficha de Ecuador, con un muy cuestionado triunfo electoral de Daniel Noboa, cuya familia, que es la mayor exportadora de bananas del país, ha sido denunciada por vinculaciones con el narcotráfico. También EEUU avanza en Guyana, mediante su brazo económico que es la Exxon Movil, tratando de generar tensiones en la frontera con Venezuela. Por último, Trump mandó tropas militares a Panamá, tratando de asegurarse el control del canal.
Las acciones estadounidenses han empezado a generar reacciones y la primera de ellas es que no pudo imponer su candidato al frente de la OEA. Con el apoyo de los gobiernos de Argentina y Paraguay, trataron que el cargo de Secretario General lo ocupara Rubén Ramírez Lezcano, ex canciller paraguayo, pero al final se impuso Alberto Ramdin, de Surinam, que contaba con el apoyo de Brasil, México, Colombia y otros países del continente.
La voz de una mujer
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, se ha convertido en un problema para EEUU. En actos masivos, como el que realizó el 6 de marzo, retoma definiciones que alguna vez le escuchamos al Che, y más recientemente a Hugo Chávez:
"¿Por qué el imperialismo quiere vernos divididos? Porque sabe que juntos somos invencibles. EEUU, potencia que se viste de democracia mientras exporta golpes de Estado, ha clavado sus garras en nuestra tierra con una estrategia clara: dividir para saquear... Desde las tierras ardientes del Río Bravo hasta las aguas embravecidas de la Tierra del Fuego, somos un solo pueblo, una sola alma tejida con los hilos de la resistencia, la dignidad y los sueños compartidos. La Patria Grande no es una utopía: es el latido de nuestra historia, la memoria viva de quienes lucharon por vernos libres, desde Túpac Amaru hasta Bolívar, desde Martí hasta el Che Guevara. Es el territorio sin fronteras donde el quechua, el español, el portugués, el guaraní y todas las voces originarias se funden en un coro que canta: ¡Unidad!
Cada herida abierta en un país es un ataque a todos. El imperialismo no teme a gobiernos aislados: teme a los pueblos unidos. Nos han impuesto tratados que privatizan el agua, la salud y la educación; han militarizado nuestros territorios para controlar recursos; han manipulado medios de comunicación para sembrar el miedo y el individualismo. Pero su arma más letal es hacernos creer que somos enemigos, que la pobreza de uno es culpa del otro, y no del sistema que nos desangra. La Patria Grande es la respuesta. Es el abrazo solidario entre el obrero argentino y el campesino colombiano; entre la maestra mexicana y el ingeniero venezolano; entre los jóvenes que en las calles de Perú, Ecuador o Honduras exigen justicia. Es entender que la independencia de Haití, lograda con sangre en 1804, es tan nuestra como la victoria de Ayacucho. Es saber que cuando Paraguay fue masacrado en la Guerra de la Triple Alianza, no perdieron solo los paraguayos: perdimos todos.
Unidos no somos víctimas: somos titanes. La Zamba de Vargas, la batalla de Carabobo, el grito de Dolores, la resistencia mapuche, las Madres de Plaza de Mayo, los zapatistas alzando la voz en Chiapas. Cada lucha es un eslabón de la misma cadena que hoy nos llama a romper las cadenas. La soberanía no se negocia: se defiende. Y para defenderla, necesitamos una unión política, económica y cultural que nos permita intercambiar sin depender del dólar, producir alimentos sin agrotóxicos, educar con pedagogías liberadoras y proteger nuestra Amazonía como pulmón del mundo. Hermanos, no nos equivoquemos: el enemigo es el mismo. Mientras Wall Street especula, nuestros pueblos hambrean. Mientras Hollywood nos vende falsos ídolos, entierran nuestras identidades. Pero tenemos algo que ellos jamás tendrán: la certeza de que la historia la escriben los pueblos.
Hoy, cuando el neoliberalismo recicla su rostro con falsas promesas, cuando la Cuarta Flota estadounidense vigila el Caribe y las bases militares se multiplican en Colombia y Brasil, es hora de gritar con una sola voz: ¡Basta de injerencia! ¡Basta de saqueo! Que resurja la UNASUR, que crezca el ALBA, que el CELAC sea nuestro escudo. Organicemos asambleas populares, redes de comunicación propia, monedas regionales, ejércitos de maestros y artistas que despierten conciencias. Porque la verdadera independencia se conquista con educación, organización y amor al prójimo. Somos la generación que puede hacer realidad el sueño de San Martín y Manuelita Sáenz. No esperemos a que nos rescaten: seamos nosotros la trinchera, el poema, la semilla. Que cada barrio, cada fábrica, cada aula sea un territorio libre de la Patria Grande".
Claudia Sheinbaum, no solo pronuncia estos discursos. Es presidenta de un país con 130 millones de habitantes y cuenta con la aprobación del 85% de la población mexicana
Movilizaciones en alza
La nueva injerencia de EEUU en Panamá generó un repudio masivo en ese país. Las movilizaciones masivas se produjeron con la visita del Secretario de Defensa de EEUU, Pete Hegseth. El presidente panameño José Raúl Mulino, un hombre de derecha muy afín a EEUU, advirtió al visitante que, debido al descontento de la población, no le parecía conveniente crear nuevas bases.
El presidente argentino viene perdiendo puntos en las encuestas y apoyo de grupos económicos locales, como son los del complejo industrial exportador de la soja, que han empezado a desconfiar de sus políticas y retienen la liquidación de granos, aceites y harina. Por el lado de las y los trabajadores, la situación empeora. A los despedidos por el cierre de pequeñas y medianas industrias, y la paralización de la obra pública, se suman las cesantías de miles de empleados estatales. Las movilizaciones han ido creciendo en los últimos meses y el 30 de abril, la convocatoria de la CGT y las CTA por el día del trabajador se asoció a los reclamos de los jubilados.
La política de deportación de migrantes de Trump ha causado impacto en muchos países centroamericanos y caribeños, donde sus poblaciones asisten al maltrato de sus familiares, y se indignan por las falsas acusaciones que les hacen. El rechazo a las políticas racistas y xenófobas de Trump, unifican por encima de diferencias políticas. En particular esta cuestión ha tenido mucha importancia en Venezuela, a raíz del encarcelamiento de ciudadanos de ese país en EEUU y su envío, sin juicio previo, a cárceles salvadoreñas. Estos hechos significan un nuevo dolor de cabeza para la oposición de derecha venezolana, en cuyas movilizaciones, nunca faltaron banderas norteamericanas; pero ahora sus dirigentes, por un lado se ven obligados a seguir apoyando a la política exterior estadounidense, que es quien la financia. Y por otro, tienen la presión de muchos adherentes, cuyos familiares son maltratados o expulsados por Trump.
En Honduras se produjo la detención de Romeo Vásquez, ex-jefe del Estado Mayor Conjunto de ese país, al que se acusa de haber encabezado el golpe militar que derrocó al presidente Manuel Zelaya. También fueron detenidos otros altos jefes militares que tuvieron participación en ese hecho. La presidente Xiomara Castro se ha fortalecido apelando a la movilización popular.
En Guyana se generó un fuerte escándalo por la muerte de la niña Adrianna Younge, de 11 años, que apareció ahogada en una piscina. Los familiares no aceptaron la versión oficial de que murió accidentalmente y su protesta fue reprimida por las fuerzas de seguridad. El conflicto se agravó y se generó una revuelta con bloqueos de carreteras, negocios vandalizados y numerosos heridos. El gobierno ha tratado de apaciguar las violentas protestas imponiendo el Estado de Sitio en todo el territorio nacional.
Este primero de mayo marcharon en El Salvador distintos agrupamientos sindicales aglutinados en el Bloque de Resistencia y Rebeldía Popular, que denuncian que 54 sindicatos de instituciones públicas han desaparecido por acciones de coacción y amedrentamiento por parte del régimen de Bukele. Denuncian que han encarcelado a sus dirigentes o dado de baja a las personerías gremiales. También denuncian la utilización de las cárceles salvadoreñas como depósitos humanos de inmigrantes venezolanos y de otras nacionalidades, que fueron deportados desde EEUU, sin juicio previo.
A diferencia de lo que ocurre en la mayoría de los países de Europa, la cuestión nacional se convierte en Nuestramérica en una bandera para enfrentar las políticas imperialistas.
La vieja frase de Henry Kissinger que dice "ser enemigo de EEUU es peligroso, pero ser amigo es fatal", ha vuelto a cobrar actualidad. Y los pueblos del Sur, con mayor resilencia comunitaria y menos estupidizados por las trampas virtuales, han empezado a tirar de la cuerda en el patio trasero.
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