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Venezuela :: 08/03/2013

¿Cuál es el verdadero legado de Hugo Chávez?

Homar Garcés
Una de las más constantes preocupaciones de Chávez se centró en la organización de un poder popular dotado de una efectiva conciencia revolucionaria

Al rememorar los años de gestión de gobierno del Presidente Hugo Chávez Frías, el alcance de sus iniciativas sociales, su empeño en lograr la integración efectiva y complementaria de nuestra América (sin subordinaciones a ningún poder hegemónico) y la revitalización que le dio al socialismo revolucionario en el cual ya pocos creían, se podría extraer la esencia de su pensamiento revolucionario, de modo que no sea la simple referencia de un momento histórico determinado sino la resolución de llevar a cabo la titánica labor de construcción de un modelo de sociedad realmente emancipatorio, incluyente y democrático.

Cierto, no será tarea fácil sistematizar todo lo hecho y proyectado por Chávez al frente del gobierno y del proceso revolucionario venezolano, sin embargo, es una tarea que no puede obviarse si estamos convencidos de la necesidad de profundizar y de consolidar sus logros, teniendo en cuenta que los mismos deben sustentarse, de forma permanente, en el accionar constituyente del poder popular.

En verdad, una de las más constantes preocupaciones del Presidente Chávez se centró en la organización de un poder popular dotado de una efectiva conciencia revolucionaria que le permitiera, además, darle direccionalidad y sustentabilidad al proceso revolucionario bolivariano. Ello podría abarcar el legado más importante de Chávez al hacerle ver a los sectores populares excluidos la posibilidad de ser actores de los cambios políticos, sociales, culturales, institucionales y económicos que definirían finalmente lo que es el socialismo bolivariano.

En tal sentido, se hace imprescindible emprender una labor de formación sostenida que contribuya a derribar aquellos parámetros inculcados por los sectores dominantes que le hicieran creer al pueblo la imposibilidad de ser protagonistas de su propio destino. Sin embargo, dicha formación tiene que orientarse hacia la promoción, la activación, la conciencia y la organización autónoma y revolucionaria del poder popular, de modo que éste consolide y profundice lo iniciado por Chávez.

Corresponde, por tanto, al pueblo organizado (más que a los partidos políticos y a los gobiernos chavistas) concretar esta importante línea de acción revolucionaria, impulsando al mismo tiempo el desmontaje definitivo de las bases económicas y las relaciones de dominación impuestas desde hace siglos por el sistema capitalista. Sin la participación efectiva y constante de los sectores populares se hará imposible, más que difícil, la transición hacia el socialismo bolivariano, lo cual representa una cuestión medular que no se puede evadir en ningún momento o circunstancia.

Argenpress

 

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