Principal |
Asia :: 11/04/2013

¡Otra guerra No! Pentágono fuera de Corea

Deirdre Griswold
Durante 60 años, la RPDC intentó que el régimen de EEUU firmara un tratado de paz que pondría fin al estado de guerra existente entre los dos países desde 1950

Por segundo mes consecutivo, decenas de miles de soldados de Estados Unidos y Corea del Sur están realizando ataques simulados contra la República Popular Democrática de Corea, Corea del norte.

Por primera vez durante estos “ejercicios” anuales designados como “Key Resolve” y “Foal Eagle”, bombarderos B-2 con capacidad nuclear volaron de Missouri a Corea del sur en un bombardeo simulado del norte.

En febrero, otros “juegos” de guerra llamados “Puño de Hierro” unieron tropas de Estados Unidos y de Japón en un ataque simulado en unas islas reclamadas tanto por Japón como por China.

El Pentágono ha anunciado que gastará mil millones de dólares en un sistema de “defensa antimisiles” en la costa oeste de los Estados Unidos.

El Pentágono también ha trasladado un barco de defensa de misiles de la Marina de su puerto base en Japón, a aguas de la península de Corea.

Al mismo tiempo, la máquina propagandística estadounidense declara que todo esto es necesario para contrarrestar la “beligerancia” de la RPDC.

A medida que cada vez más barcos, aviones y personal militar de Estados Unidos se despliegan en los alrededores de la península de Corea, se está planteando la posibilidad de otra guerra.

La guerra es algo que es muy real para el pueblo coreano. Saben por amarga experiencia que los “juegos de guerra” no son algo que sólo se juega en una computadora, son el preludio de caos y terrible destrucción y sufrimiento humano.

Por qué la RPDC dice que el ‘armisticio está muerto’

Durante 60 años, la RPDC intentó que Estados Unidos firmara un tratado de paz que pondría fin al estado de guerra existente entre los dos países desde 1950. También pidió la desnuclearización de la península coreana.

Nada ha resultado. Washington se negó a discutir el asunto. Ahora, la RPDC ha declarado que el acuerdo de armisticio, poniendo al fin a la guerra del 1950-53 está muerto y que responderá con fuerza si se ataca.

Mientras toda esta actividad militar está sucediendo, los recortes presupuestarios masivos gubernamentales en los Estados Unidos hablan del costo agobiante de los gastos militares de este país para las intervenciones alrededor del mundo. Los millones de millones de dólares invertidos en la construcción de la máquina militar más destructiva del mundo han impuesto una deuda colosal en el pueblo de este país.

Los únicos que se benefician de esta interminable guerra son el complejo militar-industrial y los bancos. La clase dirigente capitalista en su conjunto, que siempre busca más súper-ganancias en el exterior, es la responsable de transformar a Estados Unidos en un estado guerrerista reñido con la mayor parte del mundo.

De “Teddy” Roosevelt a Obama

“Hable suavemente y lleve un gran garrote”, dijo Theodore Roosevelt en 1901. Él lideró la toma de Puerto Rico, Cuba, Filipinas y Guam de España, primero como secretario asistente de la Marina y más tarde como grandilocuente teniente coronel al mando de las tropas estadounidenses en Cuba durante la Guerra de 1898.

El papel de Roosevelt en la adquisición de un nuevo territorio para que los especuladores estadounidenses explotaran, le ganó la presidencia (1901-09).

La receta de Roosevelt de cómo enmascarar la agresión imperialista todavía es seguida por los departamentos de relaciones públicas del Pentágono, la Casa Blanca y el Departamento de Estado.

Mientras pronuncian “precaución” y “moderación” y su compromiso por construir un mundo “pacífico y estable”, van sigilosamente trabajando para crear el arsenal de armas ofensivas más temible del mundo.

Mientras el Pentágono disminuye su presencia en Irak y Afganistán, después de reducir esos países a caos y cenizas, aumenta sus tropas y su arsenal en el Pacífico. Su objetivo ahora es Corea del norte, a la vez que trata de cercar a China.

Los líderes de la RPDC sin embargo, se han preparado para este momento y han fortalecido sus defensas. Han probado con éxito bombas nucleares y misiles de largo alcance.

Los norcoreanos están enviando un mensaje fuerte al mundo de que no van a someterse a la presión de decenas de miles de tropas estadounidenses ejecutando una guerra simulada en sus fronteras. Por eso están siendo calificados en los medios de comunicación capitalista como promotores de guerra.

El imperialismo estadounidense, siguiendo los pasos de Roosevelt, habla de paz mientras hace la guerra. La RPDC socialista dice la verdad — a su propio pueblo y al mundo.


Mensaje del Partido Workers World — Mundo Obrero

Como respuesta a estos acontecimientos, el Secretariado del Partido WW-Mundo Obrero en Estados Unidos envió el siguiente mensaje al Partido de Trabajadores de Corea el 2 de abril:

Estimado Camarada Kim Jong Un,

Mientras que la máquina de guerra de los Estados Unidos realiza maniobras amenazantes en sus fronteras, nosotros/as del Partido WW- Mundo Obrero extendemos nuestras manos en amistad y ­solidaridad.

Los hechos son claros. La RPDC tiene todo el derecho a defenderse contra el ataque de los Estados Unidos el cual envió millones de tropas a Corea durante la guerra de 1950 – 53 y mató a millones de personas coreanas. Ningún país del mundo tiene más derecho a un freno nuclear que la RPDC — desde luego no los Estados Unidos que habla de paz mientras fomenta intervenciones militares en todos los continentes.

Nuestra solidaridad también se basa en la apreciación de los grandes logros de la Revolución Coreana en cambiar las relaciones sociales en el norte. Derrocó a los explotadores y agentes del imperialismo y elevó a los/as trabajadores/as y los/as agricultores para convertirlos/as en dueños/as de su propio destino.

Continuaremos organizando oposición a la beligerancia de Washington que quiebra al pueblo de este país, y condenamos todos los actos de agresión contra la RPDC, ya sean militares o diplomáticos en carácter.

¡No a la guerra, no a las sanciones! ¡Fuera EE.UU. de Corea!

www.workers.org

 

Enlace al artículo: https://www.lahaine.org/dR62