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Venezuela :: 27/03/2021

EEUU ha iniciado una nueva escalada de presión contra Venezuela

Mauricio Montes
Sabado 22 de junio a las 17:00 en la Plaza Cervantes para mostrar nuestra solidaridad con la familia de Clément Méric.

El 19 de marzo de 2021, a través de un atípico mensaje, el embajador James Story, punta de lanza del Departamento de Estado en la agresión contra Venezuela, decretó el inicio de una nueva escalada de desestabilización y violencia contra el Gobierno bolivariano de Nicolás Maduro."Estamos interesados en aprender todo sobre la comida venezolana. En la última publicación, nos recomendaron mucho 'el dulce de lechosa'. ¿Qué otro dulce nos recomiendas probar?".

Estamos interesados en aprender todo sobre la comida venezolana, en la última publicación, nos recomendaron mucho “el dulce de lechosa”¿que otro dulce nos recomiendas probar? pic.twitter.com/dL5l3wCa8P

— Embajador James “Jimmy” Story (@usembassyve) March 19, 2021

Para entender la guerra no convencional, hay que leer sus códigos ocultos. En el país suramericano, para quienes están familiarizados con la política interna, el mensaje subliminal no pasó inadvertido. Usualmente, dicha referencia al "dulce de lechosa" se encuentra asociada al disfrute provocado por el resultado exitoso de una particular situación política.

El de lechosa lo comimos cuando cayeron tus mercenarios y nos deleitamos con más dulce de lechosa cuando lloraban jejeje

— @troll760 (@troll760) March 20, 2021

El mensaje de Story parece ser el pistoletazo de salida para una estrategia continuada de presión que, con sus altibajos, ha sido constante desde la llegada de Nicolás Maduro a la presidencia de la República Bolivariana de Venezuela.

Una sincronía nada casual

Desde el Comando Sur hasta Elliott Abrams, si algo ha quedado claro en el ataque al país suramericano es que cualquier frente es considerado un punto de desestabilización provechoso. La idea siempre ha sido derrotar la voluntad de poder del Gobierno venezolano a través de un asedio multidimensional. Lograr la victoria a través del agotamiento.

La conspiración contra el diésel

Ya desde mediados del año pasado, periodistas alertaban que Juan Guaidó y sus colaboradores se encontraban haciendo lobby en EEUU para ingresar dentro del esquemas de sanciones ilegítimas el intercambio de petróleo venezolano por diésel.

Muchos analistas, incluyendo a personas identificadas con la derecha venezolana, solicitaban que fuesen detenidas estas gestiones, pues "la flota de camiones que mueven insumos humanitarios se mueve a diésel. Si proceden estas sanciones se hará mucho daño, mucho daño". Al día de hoy, la profecía se ha cumplido y la larga filas de transportes de cargas que distribuyen alimentos y medicinas en el país se acumulan en las cercanías de las estaciones de combustibles. Si en algo ha sido exitoso Guaidó es en sus gestiones para intensificar el sufrimiento de los venezolanos.

El descontento es el mejor candidato opositor

En 2015, la derecha venezolana cabalgó en el descontento popular causado por la escasez de alimentos. En aquella oportunidad, la apatía, desmovilización y voto castigo de la población venezolana les brindó a los antagonistas del proyecto chavista la mayoría de diputados en la Asamblea Nacional.

En estos momentos, la situación económica del país es distinta. La situación de escasez parece haberse resuelto, pero le ha sustituido la hiperinflación y la dolarización de facto en buena parte de las transacciones comerciales. La caída de los salarios ha empeorado una brecha social que ya las sanciones de EEUU y los bajos precios del petróleo venían abonando.

Aunque a lo interno de la derecha, la fragmentación y la falta de agenda y estrategia electoral los convierten en un contrincante sin fuerza real para imponerse en alcaldías y gobernaciones, la maquinaria del chavismo tendrá que hacer mayores esfuerzos para recuperar un caudal de votos que se ha mantenido apático en los recientes eventos electorales.

Por ahora, la reciente visita de una delegación de Noruega para fomentar el diálogo entre Gobierno y derecha y la decisión de la Asamblea Nacional de extender el lapso para las postulaciones de quienes aspiren integrar el nuevo Consejo Nacional Electoral, hacen entender el enorme esfuerzo puesto por el Gobierno venezolano para fortalecer el escenario democrático y dejar sin piso de acción al ala radical de derecha venezolana, encabezada por Guaidó y Leopoldo López, para quienes su mayor éxito parece haberse quedado con el control de los recursos y activos robados a la nación venezolana, con ayuda de Washington.

Sin embargo, tal como lo ha demostrado la economista Pasqualina Curcio, los ataques a la economía (manipulación del marcador del dólar de referencia, hiperinflación) e incluso los sabotajes a los servicios públicos se intensifican cuando se acercan las fechas electorales. Hay señales que hablan de que el déjà vu, ha comenzado.

Todas las violencias apuntan al ¿norte?

El mismo día que Story preguntaba por el "dulce de lechosa", las bandas delictivas más peligrosas de Caracas -financiadas por la derecha-, radicadas en la zona del Paraíso, Cota 905, atacaban un puesto de la Guardia Nacional Bolivariana de Venezuela. Según periodistas que cubrían los hechos, el objetivo del ataque sería apropiarse de "las baterías antiaéreas" pertenecientes al parque de armas del componente militar. El resultado fue negativo para los terroristas.

El 21 de marzo, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana de Venezuela enfrentó a un grupo de irregulares en el estado Apure fronterizo con Colombia que consistió en un atacar al Batallón Sucre en La Victoria y una alcabala del Ejército en la carretera Guasdualito-La Victoria, así como perpetrar la voladura de la sede del Seniat en la misma población, ataque también fracasado.

Según informaciones brindadas por la Corriente Revolucionaria Bolívar y Zamora, un movimiento político con presencia en la zona se trataría, de acuerdo con versiones no confirmadas, de "una agresión armada de un factor disidente de la FARC-EP comandado por Alias Arturo y Alias Ferley, quienes se ubican dentro de la facción de las FARC-EP que comanda Gentil Duarte. Se trata de una disidencia secundaria después de la más fuerte, llamada Nueva Marquetalia que dirigen Iván Márquez y Jesús Santrich. Gentil Duarte fue el primer comandante que se negó a aceptar los acuerdos de paz, y sostiene una posición intransigente para lograr la reunificación con la disidencia de la nueva Marquetalia con el argumento de que todo los que negociaron son traidores [intransigencia tan excesiva que impide la negociación seria]. La fuerza que este sector comanda es de aproximadamente 300 hombres y mujeres".

Según la Corriente Revolucionaria Bolívar y Zamora, los dos datos que tendrían que causan mayor preocupación, es que dichos grupos controlados por Gentil Duarte centran sus operaciones "en el narcotráfico, lo que le ha permitido obtener una sólida base financiera que les asegura logística y crecimiento acelerado", así como alianzas con el cartel de Sinaloa en México.

Por otro lado, la misma fuente considera que Alias Arturo "tendría acuerdos con el Estado colombiano. Por el carácter subordinado del Gobierno colombiano en relación con EEUU, esto significa acuerdos para no atacar ese factor a cambio de que sirva como elemento de perturbación contra Venezuela mediante el narcotráfico hasta llegar a escenarios como el actual, que implica una agresión armada directa".

Del cerco y la política de 'cowboys'

Una de las más acérrimas enemigas del proyecto bolivariano, la ultraderechista María Corina Machado, ha publicado este 24 de marzo, un mensaje a su base de seguidores que se resume en que "la única negociación posible es la salida de Maduro del poder". Un mensaje que, por supuesto no viene solo, sino cabalgando en hechos de violencia vividos en la capital y en la frontera con Colombia.

Los operadores civiles y militares con que cuenta el Pentágono se han activado con una disciplina pasmosa. Iván Simonovis, procesado por la masacre perpetrada por la Policía Metropolitana durante el golpe de Estado del año 2001 en Venezuela, ha estado muy activo en su cuenta Twitter apalancando la estrategia de guerra psicológica para tratar de amedrentar a todo empresario o gobierno que intente mantener relaciones comerciales con Venezuela.

Por supuesto, no es una iniciativa particular. Tal como el resto de acciones de la derecha venezolana, solo ocurre luego de que reciben la orientación de la élite política estadounidense. La aprobación de la ley Bolívar introducida por Rick Scott, un senador que según grupos de derechos ciudadanos fue uno de los "peores y más corruptos gobernadores de EEUU", brinda el soporte para continuar cercando comercialmente a Venezuela y evitar que el país recupere la paz y el bienestar económico.

¿Qué vendrá?

A diferencia del credo popular que suele pensar que el bando republicano suele ser más belicista que el demócrata, la realidad ha demostrado lo contrario. En el caso venezolano, fue la Administración de Obama la que declaró a Venezuela amenaza inusual y extraordinaria, y ahora con Biden intentan terminar el trabajo.

Lo que ha venido ocurriendo en las últimas semanas no son eventos casuales, forman parte de un plan de presión. EEUU considera que la situación venezolana se ha estancado, que internamente el autoproclamado Guaidó ya no convence a nadie y que el Gobierno venezolano ha podido sortear todos los obstáculos que se han puesto sobre el terreno. Se ha generado una especie de equilibrio precario que buscan desesperadamente romper. Hay que recordar que próximamente no solo están en juego las gobernaciones y las alcaldías, sino, además, un posible revocatorio que puede dar nuevos bríos para la conspiración.

Venezuela, más allá de las campañas mediáticas, sigue siendo el país con la mayor reserva de petróleo del mundo. Figura en casi todos los registros, dentro de los primeros países con mayor biodiversidad, acceso a agua dulce, minerales tradicionales y otros apetecidos por su potencial en el ámbito de las nuevas tecnologías, como el Coltán y el Torio. Así que seguirá siendo un botín de primer orden para las transnacionales estadounidenses.

Es de suponer que, ante la recesión económica causada por la pandemia, la pérdida de influencia del dólar y su declive en el campo militar y geopolítico, Washington quiere recuperar cuanto antes la influencia sobre sus áreas geopolíticas más cercanas. El tiempo no les favorece.

Rusia y China se han instalado en Latinoamérica con una política de respeto y, además, siguen dando pasos agigantados para dejar de depender del sistema financiero y de pagos controlados por EEUU. Además, la propia comunidad europea muestra sus diferencias sobre las presiones de la Casa Blanca, en especial en lo que respecta a la compra de vacunas a Rusia.

Son tiempos complejos, cuyo ritmo hay que leer minuto a minuto. De lo que sí se puede estar seguro es que los libros del futuro tendrán un apartado sobre cómo la eficiencia científica rusa y la vacuna Sputnik V, debilitaron las lealtades occidentales en los poderes fácticos estadounidenses y también sobre cómo un pequeño país suramericano se mantuvo de pie ante uno de los imperios más hostiles y depredadores que hayan existido.

Sputnik / La Haine

 

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