Proclaman la hora del super capitalismo. Quieren liberar al proceso de acumulación de capital de toda instancia de regulación estatal, sacudirlo de cualquier modalidad ajena a la maximización del beneficio. Vinieron a proponer una idea de la libertad en su máximo grado de abstracción: la libertad rebosante de ideología capitalista, triturada por la alineación universal. De paso, arruinaron una de las palabras más bellas de la lengua castellana.