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Argentina :: 28/06/2021

Marcha masiva en Buenos Aires por los 19 años de la Masacre de Avellaneda

Francisco Lucotti
Recuerda el asesinato a sangre fría por la policía de los piqueteros Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, el 26 de junio de 2002

Organizaciones sociales de izquierda realizaron la multitudinaria movilización anual al Puente Pueyrredón, uno de los cruces entre la capital y la provincia de Buenos Aires, el lugar donde ocurrió la brutal represión policial de 2002 en el que fueron asesinados dos jóvenes militantes piqueteros y fueron heridos con balas de plomo más de 30 personas. Maximiliano Kosteki tenía 22 años cuando una bala policial le perforó el pecho.

Unos compañeros lo arrastraron una cuadra y media hasta la estación de trenes cercana. Allí, Darío Santillán, de 21 años, intentaba socorrerlo cuando dos policías ingresaron y, en lugar de asistir, le dispararon por la espalda. La Masacre de Avellaneda, en la que fueron asesinados estos dos jóvenes y más de 30 personas fueron heridas por las balas de plomo que las fuerzas de seguridad eligieron usar, se recuerda cada año en Argentina con una movilización al Puente Pueyrredón, que aquel 26 de junio de 2002 los militantes no alcanzaron a cortar.

"Todos los años venimos a cruzar el puente en conmemoración de nuestros compañeros Darío y Maxi. En Argentina se profundiza la crisis entre los que menos tienen, como siempre, no hay trabajo y las organizaciones sociales somos las que sostenemos con un plato de comida a nuestros vecinos", dijo Noemí, militante del Frente de Organizaciones de Lucha (FOL), durante la masiva movilización.

Las organizaciones sociales y populares insisten en la gravedad de la crisis social que se vive en estos momentos en Argentina, un estado de emergencia, producto de la recesión económica arrastrada desde hace años y empeorada por la pandemia, que no dudan en comparar con el estallido socioeconómico que se vivía hace casi 20 años.

El país estaba sumergido en el caos posterior a la crisis de 2001, que tumbó el Gobierno de Fernando de la Rúa (1999-2001) y que devino en el default de la deuda externa, la devaluación del peso después de 10 años de paridad con el dólar, la fractura institucional que llevó a tener cinco presidentes en 10 días, las masivas protestas de la clase obrera y la consiguiente represión que dejó decenas de muertes, los 'cacerolazos' de indignación de cuentapropistas impedidos de acceder a su dinero por el llamado 'corralito' bancario.

Las represiones policiales que cambiaron la historia

El 26 de junio de 2002, militantes piqueteros de izquierda organizaron cortes en los accesos de la provincia de Buenos Aires a la capital nacional. Al llegar a las inmediaciones del Puente Pueyrredón en Avellaneda, distrito bonaerense al sur de la ciudad, las columnas del Movimiento de Trabajadores Desocupados (MTD) se encontraron con un violento operativo policial que decidió reprimir con balas de plomo en lugar de las de goma, algo que ni los manifestantes esperaban.

Los hechos fueron primero ocultados por el aparato de propaganda oficial y los principales medios de comunicación masivos, que apuntaron a una lucha interna entre las organizaciones. Pero los testimonios de los reporteros gráficos presentes aquel día revelaron rápidamente la verdad. Hartos de la violencia institucional, la sociedad argentina respondió.

La Masacre de Avellaneda llevó, luego de muchos años de dilaciones, maniobras legales y lucha popular, a condenas de cadena perpétua para los dos policías identificados y otros oficiales sentenciados a prisión por el encubrimiento. Si bien las autoridades políticas no fueron involucradas, el hecho significó el fin de las aspiraciones de continuidad del entonces presidente interino, Eduardo Duhalde (2002-2003), que había dado la orden de reprimir a sangre y fuego.

Todavía estaban vivos los recuerdos en la sociedad argentina de la masacre por la represión que se vivió en el microcentro porteño durante las jornadas que terminaron con la renuncia del expresidente de la Rúa.

Al grito unísono de: "¡Que se vayan todos! ¡Que no quede ni uno solo!", el 19 y 20 de diciembre de 2001, miles de personas desoyeron la ley marcial y estado de sitio establecido por el entonces mandatario con una multitudinaria revuelta popular.

La brutal represión policial causó cinco muertos en la Plaza de Mayo, centro cívico nacional, y sus inmediaciones, cientos de heridos y lesionados, y la posterior huida histórica en helicóptero del presidente. En todo el país se produjeron un total de 39 asesinatos en las protestas de esos días y el país entró en una profunda crisis, de la que no salió hasta que asumió el gobierno progresista de Néstor Kirchner.

Sputnik / La Haine

 

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