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Cuba :: 15/11/2013

"Ni en los momentos más duros pensé que la Revolución Cubana se iba a rendir"

Oliver Zamora Oria
Claro… es que Fidel es un producto de Martí, como también lo son muchos cubanos

A Sergio Marinoni no se le entrevista, con Sergio Marinoni simplemente se conversa. A un cubano le resulta difícil no conmoverse con la vida de este hombre, que por méritos propios es el presidente de la Asociación de Amistad Cuba-Italia. Su relación amorosa con la Revolución Cubana comenzó hace más de cuarenta años, cuando la prensa de su país especulaba sobre la repentina desaparición de Ernesto Che Guevara en la década del 60.

Regresó hace unos días a nuestro país acompañado por su esposa, otra compañera valiosa, para asistir al IX Coloquio por la Liberación de los Cinco y contra el terrorismo en Holguín. Aprovechamos sus minutos libres para conocer su historia.

Una de esas hipótesis, la que más me golpeó, aseguraba que el Che estaba luchando en otra parte desconocida del mundo, y me golpeó porque me era difícil imaginarme que un ministro dejara su cargo y se fuera a combatir, yo no había escuchado nunca nada parecido. Fui a la biblioteca de Milán a leer artículos de periódicos y libros sobre el Che y Cuba, no había mucho sobre el Che porque no era entonces tan famoso como ahora. Así aprendí sobre la Revolución Cubana, la historia de este país, sobre Fidel y el Moncada, de esa forma me acerqué a ustedes

Empecé a buscar una asociación, conocí la existencia de una pero a 200 kilómetros de mi ciudad y no era como ahora que con Internet en solo dos minutos tienes todos los datos. Pasaron los años hasta que encontré una asociación en Milán, en 1973. Me afilié y asistí a la primera brigada del ICAP, la brigada 20 Aniversario del Moncada. Así conocí a Cuba y a su pueblo.

¿Cómo vio aquella Cuba? ¿Cómo la recuerda?

Mi primer viaje fue en el 1971. Me llamó la atención la gentileza de la gente, la tranquilidad del pueblo. Estuve durante 15 días y aprendí mucho, sobre todo leyendo la prensa cubana del momento. Para mí siempre ha sido muy importante trabajar como voluntario para un pueblo que durante muchos años viene sufriendo los embates del bloqueo y todas las tonterías que publican en la televisión y los periódicos del exterior.

¿Cuán difícil ha sido romper la manipulación respecto a Cuba en Italia?

Muy difícil porque en mi país los dueños de los medios son de la derecha, y el sistema en el cual vivimos, el capitalismo, manipula todo a favor de sus intereses. Nuestra Asociación tiene círculos en toda Italia, en mi caso siempre trabajé en la comunicación, en Internet, en la posibilidad de crear una página web de la organización para difundir la verdad; también organizamos conferencias y exposiciones sobre Cuba, el Che, aún cuando los espacios que podemos utilizar son pequeños. La Asociación nació en 1961 cuando los sucesos de Playa Girón, y si una asociación de voluntarios logra sobrevivir 50 años, quiere decir que hay una fuerte determinación en el trabajo de solidaridad.

Somos muy democráticos, cada cuatro años llevamos a votación todos los cargos, todos los círculos realizan sus asambleas y eligen a sus delegados al Congreso Nacional, y ese Congreso Nacional elige una dirección y esta a la Secretaria Nacional y al presidente de la Asociación, un proceso que ocurrirá en marzo próximo. Me gusta que sea así porque en sus primeros 30 años, la Asociación era parte del Partido Comunista de Italia, pero no tiene que estar vinculada a un partido, porque si una persona quiere a Cuba y no está de acuerdo con el partido, pues no podría hacer nada. La mayoría somos comunistas, pero hay quien no lo es y piensan que la injusticia contra Cuba es grande y quiere luchar contra el bloqueo. ¿Por qué no le podemos dar espacio a esas personas?.La única condición que ponernos es ser antifascista.

¿Cuáles ha sido las mayores satisfacciones?

La mayor satisfacción son los resultados, como dice José Martí: la mejor manera de decir es hacer. Nos alegramos de los proyectos que hemos terminado con Cuba durante años y también haber involucrado en algunas actividades a las fuerzas de izquierda, por ejemplo, ahora cuando preparamos alguna actividad puede que nos ayude una alcaldía. Hemos organizado muchas manifestaciones, el año pasado, por ejemplo, reunimos a 3000 personas en una de ellas, una cifra enorme para las condiciones de Italia; te podrás imaginar que nos es muy difícil hacer una actividad de este tipo a favor de Cuba y los Cinco Héroes. Por primera vez logramos desfilar en la plaza de la catedral de Milán, un lugar que hasta entonces nos era prohibido.

¿Cómo asumieron la tarea de los Cinco? Era muy difícil por la manipulación mediática.

Nosotros como asociación entendimos que los Cinco no eran espías sino defensores del pueblo, que no luchaban con armas en Estados Unidos sino que recogían información para salvar la vida de muchos cubanos, y con esas convicciones comenzamos a trabajar. Al principio no era fácil hacer entender que los Cincos no eran espías, incluso a algunas personalidades de la izquierda. Les decíamos: no, nos son espías porque sus actividades no comprometían la seguridad nacional de Estados Unidos.

Comenzamos con manifestaciones y conferencias. El cinco de cada mes organizamos algo, somos unos 60 círculos en toda Italia con unos cuatro mil afiliados, y vamos haciendo cosas en Internet con un sitio que traduce al italiano las informaciones de Prensa Latina, publicamos una revista cuyo nombre es Moncada, tenemos el boletín digital Amicuba, tenemos Facebook, Twitter, un blog, y a través de esos medios difundimos la verdad sobre Cuba y los Cinco Héroes.

Pero hay un grupo de actividades con impacto, han llenado de carteles al Coliseo de Roma, una vez abrieron una pancarta en el Vaticano durante la intervención del Papa.

Si, han sido muchas. En Roma aparecieron durante varios días dos vallas de 21 metros de largo por 3 de alto que exigían la libertad de los Cinco. Ahora preparamos una iniciativa que daremos a conocer el día 16 en la última jornada del coloquio. En Italia hemos creado una situación de espera al respecto, hay 25 valla de 4 metros por 3 con los nombres de personalidades y un escrito que dice: ¿Qué tienen en común estos nombres?, entonces aparece un calendario que descuenta los días y cambia los nombres. Debajo de los afiches hay una dirección, www.vitadura.it, en la que se puede ver un contador regresivo que indica cuantos días, horas, minutos y segundos faltan para la sorpresa.

Usted asiste al Coloquio de Holguín ¿Qué importancia tiene esta cita para las organizaciones solidarias con Cuba en el mundo?

Para nosotros tiene una doble importancia, pues tenemos noticias fresca, los familiares de los Cinco nos actualizan sobre el tema; y segundo, nos permite intercambiar con otras realidad de Europa, Estados Unidos, América Latina, África, Asia… con todos los participante. Eso es útil y nos da más fuerza para el trabajo. Conocer lo que hacen en otros países es importante.

Como cubano me conmueve el sacrificio de ustedes. Todas esas actividades e iniciativas cuestan mucho dinero y ninguno de ustedes es millonario según tengo entendido (risas)

El sacrificio es alto. En el caso de esta actividad que te contaba de las vallas, no nos costará un centavo porque hemos tenido la suerte de que un hombre de negocio, el dueño de las 25 vallas y muchísimas más en Roma y otras ciudades, se interesó en el caso de los Cinco y nos dijo que nos ofrecía este medio y nuestra tarea entonces era pensar cómo hacer las cosas, la iniciativa. Pero lo otro sí, hacer actividades en Italia significa gastar mucho dinero.

Y en medio de la crisis.

Exactamente. Nosotros como asociación hemos sufrido la crisis, logramos llegar a casi 90 círculos y casi 6 mil afiliados, y en los últimos años estamos bajando porque la gente no tiene dinero; un círculo tiene gastos y no todos pueden hacerlo. Los jóvenes sobre todo no pueden porque primero tienen que sobrevivir para después aportar a la solidaridad con Cuba. No solo se trata de sacrificios económicos, también físicos, por ejemplo, mi esposa muchas veces se queda levantada hasta las 3 o 4 de la madrugada para terminar la revista o el boletín, así mismo hacen otros compañeros. Los bueno de la Asociación es que hay dirigentes, pero estos trabajan a la par de los voluntarios sin cargos.

Son 40 años dedicados a la solidaridad con Cuba. ¿Siente que esa labor lo ha enriquecido espiritualmente?

Para mí la Revolución Cubana es un faro, aprendí mucho con ella, sobre todo aprendí a pensar, en eso Fidel me ayudó muchísimo con su ejemplo; también me ayudó muchísimo José Martí, quien desafortunadamente en Italia se conoce poco, pero él tiene un pensamiento no solo cubano, sino universal. La vigencia de su pensamiento es valiente ahora y durante siglos futuro lo será; entendió que el hombre tienen que vivir una vida humana, con condiciones materiales pero también con cultura. Muchos creen que los grandes pensadores de la izquierda son Marx, Engels, Lenin, pero pienso que Martí debe estar a la misma altura.

¿Y Fidel?

Claro… es que Fidel es un producto de Martí, como también lo son muchos cubanos; pero te decía que pienso eso porque Martí entendía mejor que los otros hombres de la izquierda que el futuro está en los seres humanos, la economía es importante, pero los hombres son más importantes que la economía. Por eso pienso que la Revolución Cubana sigue resistiendo y sigue existiendo, como no sucedió con los países del este europeo.

Hoy Cuba vive cambios y algunos amigos temen a este proceso, pues la derecha habla sobre un regreso progresivo al capitalismo. ¿Creen ustedes lo mismo?

Ni en los momentos más duros pensé que la Revolución Cubana se iba a rendir, ni durante el Periodo Especial, y como yo muchos en Italia. El trabajo del capitalismo es confundir, decían que como había caído el este europeo también Cuba iba a caer. Nuestro deber es aclarar a los compañeros que tiene dudas o a la gente que no conoce estos asuntos organizando conferencias. Durante varios años hemos invitado a personalidades cubanas, expertos en economía, incluso, este año estuvo Miguel Barnet, con el cual organizamos dos conferencias magistrales en las universidades de Roma y Milán, que no es fácil, pero lo logamos. Nuestro trabajo de solidaridad política es entender lo que está haciendo Cuba y lo que está promoviendo Cuba. Para mí fue muy interesante como se discutieron los lineamientos, que no quedó en el Partido, sino que se discutió con toda la población. Que el Estado permita las actividades privadas pequeñas y siga al frente de lo más importante, es una decisión correcta, porque el Estado no puede ocuparse de todo, debe controlar, pero no encargarse de todo.

Algunos califican a los amigos de Cuba como soñadores que solo ven una Cuba ideal y no sus matices y problemas cotidianos.

Hay quienes piensan que somos soñadores, me gusta las muchísimas cosas buenas de Cuba, pero entiendo que también ustedes tienen defectos como todos seres humanos, y la Revolución tienen que discutir sobre ellos, solo así se pueden superar. No me interesa lo que piensan sobre mí, si soy un soñador o un iluso, la realidad es que la Revolución Cubana ya cumplió 54 cuatro años y creo que cumplirá muchos 54

Como amigo de Cuba… ¿qué le queda pendiente?

Todos los días cuando me acuesto siento la satisfacción de haber hecho todo lo que está a mi alcance por Cuba. Cuando hay una Revolución que después de 54 años la gran mayoría del pueblo la apoya, no creo que haya un sueño más grande. En cuanto a los Cinco, espero siempre que los liberen hoy en la tarde, como muchísimos compañeros. No creo que exista una mejor sociedad que esta, en la que todos pueden estudiar, pueden trabajar, pueden disfrutar la cultura, no quedar sin amparo en la calle como ocurre ahora con millones en Italia. Hay muchos cubanos en Italia que están tratando de regresar a Cuba porque las dificultades allá crecen cada día, y también el número de italianos que quieren venir a Cuba porque con una jubilación no pueden vivir allá, pero aquí sí.

También sueño con una América Latina unida porque es la única idea válida. El ALBA, la CELAC, son el futuro. La vieja Europa no tiene futuro y no sé cómo se puede salir de la crisis, porque no es la crisis de una nación, es la crisis del sistema, del capitalismo. Lo que me preocupa es que el capitalismo muchas veces resuelve sus crisis con guerras, y eso es algo que debemos evitar.

El camino que escogió América Latina está llenos de dificultades, pero es el válido.

 

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