Principal |
Argentina :: 19/11/2013

Gatillo fácil, apaleamientos y guardiacárceles represores en todo el país

CORREPI

Bahía Blanca, viernes 16 de agosto de 2013. En la zona del paraje “El Guanaco” de la localidad de Ingeniero White, cerca de Bahía Blanca, Nicolás Alejandro Bazán (14) fue herido con un disparo a la altura del pecho. Le dispararon los policías Raúl Benuzzi y Walter Sabena, de la Sub Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Coronel Rosales, con asiento en Punta Alta.

En declaraciones a los medios, su abuelo, Juan Carlos Bazán, manifestó: “Salí de la casa de mi hijo y le dije a mi nieto, que venía de entrenar, que me acompañara hasta una quinta. Salimos caminando y, cuando íbamos por la mitad de la calle, se sintieron como cinco o seis tiros que venían del lado de la ruta”. El padre del chico, Alejandro Bazán, aseguro que pidió socorro a los mismos policías que efectuaron los disparos, los cuales se negaron a llevar al pibe al hospital, a punta de escopeta, y siguieron rumbo dentro del vehículo particular en el que se encontraban. Los policías se excusaron diciendo que estaban recibiendo disparos de delincuentes que le habían sustraído dos ruedas de auxilio a la camioneta en la que se transportaban. Por eso, dijeron “respondieron al fuego hacia la zona en la que se encontraba el menor”.

Desde luego que nunca aparecieron los supuestos delincuentes. Nicolás finalmente fue llevado al hospital local, donde evolucionó favorablemente, pese a que no pudieron extraer la bala del pecho.

Hasta el momento, no hay ninguna medida judicial o administrativa que recaiga sobre los efectivos. Clara muestra de la total impunidad con la que se manejan las fuerzas de seguridad, y de cómo todo hecho que los comprometa se pierde en la burocracia que los apaña.

Olavarría, lunes 11 de noviembre de 2013. En la calle 118 y Rivadavia, a la altura del arroyo Tapalqué, un vecino de 33 años, Jorge Javier Ortega, estaba dispuesto a quitarse la vida con una pistola de calibre 22. Su mujer y su padre intentaban disuadirlo. Los vecinos llamaron a la policía.

Según contó después su padre, Ortega estaba sentado frente al arroyo cuando llegaron los sargentos Barbesín y Coria, “expertos” negociadores que neutralizaron la tentativa de suicidio... metiéndole un tiro. Cuando el sargento Coria disparó, la esposa de Ortega, desesperada, prorrumpió en gritos. La detuvieron, la esposaron, la golpearon y la metieron en el patrullero. Ortega, después de ser internado en el hospital, falleció.

El comisario inspector Néstor Ordoqui, jefe de la Distrital, aseguró en privado al padre que se tomarían todas las medidas necesarias para esclarecer el hecho y mandó sus condolencias a la viuda. Esa misma noche, en una entrevista televisiva, el comisario aseguro que la policía hizo lo que debía hacer, que actuaron “razonable y gradualmente” y que “lamentablemente sufrieron (ellos) un accidente de trabajo”.

Con el apoyo de la militancia antirrepresiva de Olavarría integrada al ENA (Encuentro Nacional Antirrepresivo), el sábado próximo, a las 19:00, los vecinos se manifestarán en la plaza central, exigiendo justicia por Jorge Ortega, Basta de gatillo fácil y violencia policial.

Corrientes, vieres 8 de Noviembre de 2013. La situación ocurre dentro de la Unidad Penal Nº 6 de San Cayetano, y la conocemos gracias a un video grabado con un teléfono celular.

Las imágenes dejan ver una disputa a golpes de puño entre dos internos dentro de una celda, mientras cuatro efectivos penitenciarios, que observan la pelea a modo de árbitros, solo interceden cuando uno de los internos se encuentra indefenso en el piso recibiendo el ataque de su oponente.

Por fuera de la celda se ve a otros tres integrantes de la fuerza en carácter de espectadores, sin mover un mínimo músculo ante la situación, como si fuera un espectáculo de boxeo.

Un hecho espeluznante que afirma el trato inhumano que reciben los internos de las cárceles argentinas.

Según las autoridades, las grabaciones se encuentran bajo control del poder judicial para determinar quienes son los implicados en el hecho.

Pilar, 5 de octubre de2013. A las 3:30 am, en el boliche “Sopranos”, Joe, de 18 años, tuvo una discusión con un grupo de adolescentes porque se quisieron propasar con su pareja. El personal de seguridad lo sacó del local, momento en que un policía lo increpó. Como el pibe le respondió, el policía sacó su bastón reglamentario y lo golpeó incluso después que perdió el conocimiento.

La firme intervención de la novia, que se interpuso y evitó que lo llevaran detenido en ese estado, logró que fuera trasladado a un hospital.

Cuando los padres radicaron la denuncia en la fiscalía de Pilar, supieron que el uniformado se encontraba prestando servicio como adicional del Servicio de Apoyo Municipal de Pilar (SAP).

Cuatro hechos diversos con un hilo conductor: la “política de derechos humanos” que padecemos a lo largo y ancho del país.

http://correpi.lahaine.org

 

Enlace al artículo: https://www.lahaine.org/dZ1O