Su ubicación hace que el campo sea un lugar de tensión y enfrentamientos constantes. A escasos metros del campo se encuentra la Tumba de Raquel, un lugar sagrado del judaísmo. Con el fin de permitir que los judíos ortodoxos vayan a rezar sin dificultades, el “Muro del Apartheid” construido por Israel se adentra en la ciudad para rodear la tumba y a su vez, una base militar que tiene acceso directo hacia Aida mediante una puerta corredera. Además de la Tumba de Raquel, a unos doscientos metros del campo se encuentra el asentamiento ilegal de Gilo, y poco más allá la ciudad de Jerusalén.
La cercanía geográfica a zonas estratégicas hace que el ejército israelí ataque el campo con brutalidad de forma habitual, para mantener la situación “bajo control”, según sus propias palabras. Desde la guerra de Gaza a finales del 2012 los enfrentamientos han sido constantes en Aida y las repercusiones para los habitantes del campo terribles.