Galego
A passagem de Baltasar Garzón pola Galiza e pola USC nom foi mais um ato a maior gória deste juiz repressor com ares de progressista. O boicote realizado por diferentes organizaçons às suas palestras mostrou a realidade de Garzón, bem longe da imagem de herói e mártir construida por ele mesmo e pola esquerda reformista espanhola.
Baltasar Garzón foi convidado pola USC a impartir duas conferências relacionadas com temas como a memória histórica e os direitos humanos nas faculdades de Ciências da Educaçom e História mas finalmente só participou na primeira delas, onde militantes de diferentes organizaçons da esquerda independentista e soberanista, principalmente a organizaçom estudantil AGIR e o organismo antirepressivo Ceivar, boicotárom a sua intervençom para denunciar publicamente a sua responsabilidade na repressom do Estado espanhol sobre diferentes movimentos revolucionários e de libertaçom nacional.
As e os ativistas portavam cartazes onde se podiam ler frases como “Garzón torturador” ou “Fora fascistas da USC”, frases que também gritárom durante a intervençom de um Garzón que se mostrou, por suas próprias palavras, “orgulhoso” de terem participado no fecho de meios de comunicaçom e na ilegalizaçom de organizaçons políticas no País Basco. Também tentou defender-se das acusaçons de torturador “argumentando” que “ele nom torturara” e que quem fora condenado polo Tribunal Europeu de Direitos Humanos de Estrasburgo fora o Estado espanhol, nom ele.
Após este primeiro boicote o juiz nom se apresentou à sua segunda conferência, apesar de que inicialmente a segurança privada da USC tentou impedir o acesso das pessoas que participavam no ato de denúncia à sala da Faculdade de História onde esta ía decorrer, algo que desde AGIR consideram umha vitória.
A imagem de si próprio que Baltasar Garzón se esforça por construir desde há anos como perseguidor de ditadores e investigador dos crimes do franquismo, com o apoio inestimável de setores políticos e mediáticos do progressismo e da esquerda reformista integrada no regime da monarquia espanhola (como o PSOE e IU), está muito longe da realidade.
Atualmente inabilitado, Garzón foi durante anos magistrado da Audiência Nacional espanhola, o tribunal especializado na repressom da dissidência política diretamente saído do Tribunal de Ordem Pública fascista (do que na denominada “Transiçom à democracia” só mudou o nome).
Nesse tempo Garzón protagonizou atuaçons repressivas contra diversas organizaçons e movimentos revolucionários, com destaque para a esquerda independentista catalá e basca. Garzón foi responsável polo fecho de meios de comunicaçom bascos como os jornais Egin e Egunkaria ou a emissora de rádio Egin Irratia. Também da ilegalizaçom de organizaçons políticas como Batasuna, juvenis como Segi ou Jarrai, ou de apoio aos presos bascos, como Askatasuna.
Mas, como dixemos antes, Garzón também é responsável en casos de tortura contra militantes independentistas detidos polas forças repressivas espanholas. É especialmente conhecido o caso dos e das militantes da organizaçom armada catalá Terra Lliure detidos em 1992, numha operaçom político-judicial prévia aos Jogos Olímpicos de Barcelona. Como ficou demonstrado no Tribunal de Estrasburgo, as 16 pessoas detidas fôrom brutalmente torturadas pola Guarda Civil graças à incomunicaçom decretada por Garzón, quem posteriormente ignorou as evidências e as denúncias de tortura.
Castellano
La visita de Baltasar Garzón por Galiza y por la USC no fue un acto más a mayor gloria de este juez represor con aires de progesista. El boicot realizado por diferentes organizaciones a sus conferencias mostró la realidad de Garzón, muy lejos de la imagen de héroe y mártir construida por él mismo y por la izquierda reformista española.
Baltasar Garzón fue invitado por la USC a impartir dos conferencias relacionadas con temas como la memoria histórica y los derechos humanos en las facultades de Ciencias de la Educación e Historia pero finalmente sólo participó en la primera de ellas, donde militantes de diferentes organizaciones de la izquierda independentista y soberanista, principalmente la organización estudiantil AGIR y el organismo antirrepresivo Ceivar, boicotearon su intervención para denunciar públicamente su responsabilidad en la represión del Estado español sobre diferentes movimientos revolucionarios y de liberación nacional.
Las y los activistas portaban carteles donde se podían leer frases como "Garzón torturador" o "Fuera fascistas de la USC", frases que también gritaron durante la intervención de un Garzón que se mostró, por sus propias palabras, "orgulloso" de haber participado en el cierre de medios de comunicación y en la ilegalización de organizaciones políticas en el País Vasco. También intentó defenderse de las acusaciones de torturador "argumentando" que "él no había torturado" y que quien había sido condenado por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo fuera el Estado español, y no él.
Después de este primer boicot el juez no se presentó en su segunda conferencia, a pesar de que inicialmente la seguridad privada de la USC intentó impedir el acceso de las personas que participaban en el acto de denunica a la sala de la Facultad de Historia donde está se iba a realizar, algo que desde AGIR consideran una victoria.
La imagen de sí mismo que Baltasar Garzón se esfuerza en construir desde hace años como perseguidor de dictadores e investigador de los crímenes del franquismo, con el apoyo inestimable de sectores políticos y mediáticos del progresismo y de la izquierda reformista integrada en el régimen de la monarquía española (como el PSOE e IU), está muy lejos de la realidad.
Actualmente inhabilitado, Garzón fue durante años magistrado de la Audiencia Nacional española, el tribunal especializado en la represión de la disidencia política directamente salido del Tribunal de Orden Público fascista ( del que en la denominada "Transición a la democracia" sólo cambió de nombre).
Durante ese tiempo Garzón protagonizó actuaciones represivas contra diversas organizaciones y movimientos revolucionarios, sobre todo en la izquierda independentista catalana y vasca. Garzón fue responsable del cierre de medios de comunicación vascos como los periódicos Egin y Egunkaria o la emisora de radio Egin Irratia. También de la ilegalización de organizaciones políticas como Batasuna, juveniles como Segi o Jarrai, o de apoyo a los presos vascos, como Askatasuna.
Pero, como hemos dicho antes, Garzón también es responsable de casos de tortura contra militantes independentistas detenidos por las fuerzas represivas españolas. Es especialmente conocido el caso de los y de las militantes de la organización armada catalana Terra Lliure detenidos en 1992, en una operación político-judicial previa a los Juegos Olímpicos de Barcelona. Como quedó demostrado en el Tribunal de Estrasburgo, las 16 personas detenidas fueron brutalmente torturadas por la Guardia Civil gracias a la incomunicación decretada por Garzón, quien posteriormente ignoró las evidencias y las denuncias de tortura.