Cuando la ONU designó a 2014 como Año Internacional de Solidaridad con Palestina, ni los más escépticos podían imaginar que terminaría siendo el más sangriento en décadas, en el cual Israel cometería su peor masacre sobre la Franja de Gaza y redoblaría su ofensiva sobre la desarmada Cisjordania. Y que, a manera de premio, el Consejo de Seguridad de la ONU se negaría a poner un plazo a la ocupación israelí.
La ironía es mayor aun si recordamos que en 2014 se cumplían 10 años del dictamen de la Corte Internacional de Justicia declarando contrarios al derecho internacional el Muro y el sistema asociado de ocupación y colonización israelí, y ordenando a la comunidad internacional tomar medidas efectivas para ponerle fin.
Fin de año en Gaza