El contaminado pueblo de Gaolong es un ejemplo de lo que ocurre en China. De cómo el capitalismo burocrático ha creado un sistema económico híbrido diabólicamente destructivo, una economía canalla que asola el medio ambiente de China, arruinando la salud de sus habitantes, haciendo el país inhabitable y conduciéndolo hacia un colapso ecológico que, junto con el tradicional de Occidente, amenaza con arrastrar a todo el planeta con él.