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Madrid :: 14/09/2015

Aumenta la actividad ultraderechista en Madrid

Insurgente
Ni el viejo consistorio ni el nuevo parecen estar haciendo demasiado trabajo en lo relativo a frenar las actitudes extremistas, intolerantes y racistas en nuestra ciudad

El movimiento neonazi, al calor de la crisis, el paro y la miseria social que está provocando este sistema y este gobierno está empezando a generar sus consecuencias en la reacción fascista y racista que suele ir acompañada a este tipo de fenómenos.

Las elecciones de mayo de este mismo año ya empezaron a desatar todas las alarmas en la Comunidad de Madrid. El incremento de votos y la presencia de concejales ultraderechistas en varios municipios del Corredor del Henares (siendo los más significativos los de San Fernando y Alcalá de Henares) dieron el punto de partida a una mayor visibilizacion del fenómeno ultraderechistas en las calles madrileñas.

Apenas unos días después del triunfo de las candidaturas populares, el pasado 28 de mayo, y en el contexto de la Feria del Libro de Madrid celebrada desde hace años en el Parque del Retiro, un stand de la librería anarquista La Malatesta, se convertía en el objetivo de un grupo ultraderechista local, que insultó y atacó la caseta, amenazando a la gente allí presente.

Dos días después, y en el contexto del incremento de presencia ultraderechista en los plenos municipales de varias localidades del Corredor del Henares, un grupo de extrema derecha quemó un puesto de las fiestas de San Fernando de Henares en cuyo interior dormían varias familias inmigrantes, que además fueron insultadas y atacadas, con la impunidad que les da a estas personas el saberse respaldados en el pleno municipal de dicha localidad.

A inicios de julio, fue un chico latinoamericano el que sufrió en sus carnes las agresiones racistas y los ataques de un grupo ultraderechista en una parada de autobús del barrio de Arganzuela (al que grabaron un anagrama neonazi en el brazo), perpetrado por unas personas ataviadas con simbología del Hogar Social neonazi, que ha visto un incremento en su presencia y en la impunidad de sus acciones en los últimos meses en la ciudad de Madrid. Recordemos que, de hecho, el último de los hogares sociales neonazis donde se han instalado, sigue en pie y continuando con su actividad política de promoción de valores segregadores.

A ellos, se le añadieron la doble agresión ultraderechista cometida  en 48 horas del pasado miércoles 15 de julio, cuando fueron simultáneamente atacadas por individuos de extrema derecha una asamblea contra la Ley Mordaza en la Puerta del Sol de Madrid y una asamblea anti-taurina con activistas de izquierdas en San Sebastián de los Reyes, al norte de Madrid, seguidas por amenazas de muertes constantes contra los concejales de izquierdas de la ciudad.

A ello se debe añadir a otra agresión ultra cometida esta misma semana por parte del dueño del bar "Los Cien Balcones" ubicado en la Calle Paseo del Rey, 10 (Príncipe Pío) quien, con un grupo de militantes de la Falange Auténtica, propinó una paliza a unos jóvenes que protestaron por la colocación en la fachada del bar de una pancarta racista alusiva a la reciente crisis migratoria de Siria

Muchos de estos actos han sido provocados por la nueva táctica utilizada por la ultraderecha en todo el estado español y que parece estar intentado ser impuesta por la fuerza en Madrid, la de los centros y sedes sociales de los colectivos de la extrema derecha.

Esta medida no es nueva en España, y ya fue utilizada por colectivos vinculados con al movimiento neonazi en Zaragoza, Cataluña, y  Valencia. Tras ellos, se inauguró hace meses el llamado Hogar Social Madrid, especialmente activo desde enero de 2015 y situado inicialmente en la Calle Bretón de los Herreros 41, y posteriormente en la cercana Calle José Abascal 51, en el sitio del antiguo Fórum Filatélico, ambos en el Distrito de Chamberí.

El HSM está liderado por uno de los partidos más radicales de la extrema derecha,  el Movimiento Social Republicano (MSR), partido político de ideología neonazi,  cuyo principal objetivo es señalar a los vecinos migrantes como culpables de muchos de los problemas actuales; el paro, la pobreza y la falta de oportunidades, y aspiran a expulsarles de nuestro país. Es, de hecho, sintomático que una de las actividades más publicitadas de este colectivo es la recolección y reparto de alimento solo para españoles, además de agredir, desde hace meses a inmigrantes y activistas de izquierdas en el Distrito de Chamberí.

Este mismo fin de semana,  otro de los colectivos más radicales del panorama ultraderechista, Alianza Nacional, daba luz pública a la inauguración de su sede social, llamada “Baluarte” (que durante semanas ha sido literalmente fortificada con rejas y vallas, indicando claramente las intenciones y la actitud conflictiva de este centro), situada en la  Calle Azcona 21, en el barrio de clase obrera de La Guindalera (Distrito de Salamanca), y que tiene intención de ser otro centro público del activismo racista, violento e intimidador de la ultraderecha madrileña.  La sede se encontraba alquilada desde hace varios años pero hasta este momento se mantenía inactiva públicamente.

Alianza Nacional es uno de los partidos más radicales y vinculados a los movimientos skinheads neonazis, ejerciendo públicamente la violencia física como método de hacer política. Hasta hace unas semanas, este partido formaba parte de la coalición ultraderechista “La España en Marcha” que abandonó por diferencias ideológicas con los otros partidos más moderados del ámbito ultraderechista español.

Como ejemplo de su radicalidad es la figura de su máximo dirigente, el conocido activista ultra Pedro Pablo Peña, que fue condenado en el año 2000 a 7 años de cárcel por posesión de explosivos e intento de asesinato y atentado contra ciudadanos vascos. Su radicalidad la volvió a manifestar nuevamente en el año 2013, cuando defendió y justifico las agresiones violentas de ultraderecha a la librería y centro catalán “Blanquerna” de Madrid, haciendo además apología del uso de la violencia contra el “separatismo” y los colectivos antifascistas.

Es conocida su cercanía, además, y su cooperación constante a lo largo de los últimos años con Alberto Ayala Cantalicio, líder de los grupos ultraderechistas del barrio de Canillejas-Madrid y conocido por ser otro de los más violentos líderes de la extrema derecha madrileña.

Como vemos, y pese a las promesas de los consistorios  del PP de Madrid de erradicar la violencia y la presencia pública de la intolerancia ultraderechista en Madrid, ésta no hace más que ir en aumento. Ni el viejo consistorio ni el nuevo parecen estar haciendo demasiado trabajo en lo relativo a frenar las actitudes extremistas, intolerantes y racistas en nuestra ciudad que, con la crisis actual, no hacen sino acrecentarse cada vez más.

Y es que, a la par de las agresiones callejeras, ya son dos, junto con el recién estrenado centro de la Guindalera, los centros de ideología extremistas de derechas que pretenden levantar cabeza e implantarse en Madrid, intentando hacer de esta ciudad un centro de referencia de la ultraderecha más violenta y radical de nuestro país.

Desde aquí debemos hacer un llamamiento activo a todos los colectivos ciudadanos, políticos, sindicales y sociales de Madrid para presionar y exigir al nuevo consistorio madrileño contundencia para expulsar a los que solo quieren fomentar el odio, el rencor y la intolerancia en nuestra ciudad.

Fuera racistas de nuestros barrios!!

 

Enlace al artículo: https://www.lahaine.org/eT7D