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Madrid :: 11/12/2015

III Jornadas Vallekas independiente, comunera y desobediente

Yesca Vallekas

Dimos nuestros primeros pasos en las estrechas calles donde aún hoy la ropa cuelga de ventana a ventana, entre casas construidas con manos gruesas, las de nuestros abuelos y abuelas, las de las trabajadoras, los y las chicas a las que voces elevadas llamaban para recordar que era la hora de ir a comer a casa, mientras entre gritos inundábamos las calles de entusiasmo corriendo tras un balón, las que llenamos parques en nuestra adolescencia, las que nuestro entorno nos hizo adquirir la conciencia.

Somos los y las vallekanas, ese municipio rebelde del pueblo castellano. Rebeldía que nos caracteriza y a forjado entre nosotras un orgullo de pertenencia e identidad colectiva, que es sin duda una rareza, en un capitalismo feroz que trata de borrar cualquier expresión de comunidad. Quizás haya sido eso lo que nos haya salvado, el ser rebeldes, y el haber sabido trasmitir esa rebeldía de generación en generación, haciéndonos desde bien pequeñas participes de la idea, que cualquier proyecto político es materializable si existe voluntad popular.

Por eso la juventud castellana hacemos un llamamiento a la rebelión vallekana, a como decían los y las comuneras hacer posible que vuelva común al pueblo lo que del pueblo saliera, es hora de orientar esa rebeldía, ese orgullo que todos/as tenemos de ser vallekanas, hacia un objetivo concreto, que nos haga volver a ser las dueñas de nuestro futuro.

Nuestra historia la han escrito grandes derrotas que se convirtieron en ejemplo y pequeñas victorias.
Derrotas como la caída de nuestro municipio en la revolución comunera en manos de las tropas imperiales de Carlos V, en último lugar de toda la provincia de Madrid; derrota en la Guerra Civil del Madrid antifascista, que durante la resistencia estuvimos abasteciendo y siendo el municipio que más tiempo se mantuvo en resistencia..., y muchas pequeñas victorias, a base de rebeldía como el asentar nuestras expresiones populares, como el Palomeras Rock/Rap, La Karmela, o La Batalla Naval, o conseguir que fracasará aquel intento de los continuadores del régimen de hacer un mitin con Fraga en Vallekas, o hace menos de un año la creación del primer CSOJ en nuestra tierra, el CSOJ Atalaya.

Esa rebeldía se debe mostrar hoy con un sentido político concreto, es hora de reivindicar que Vallekas se pertenece a nadie perteneciera. El día 22 se conmemorara el 65º aniversario desde que los planes de anexión franquistas acabaran con nuestra independencia municipal haciéndonos formar parte del proyecto de la ciudad de Madrid, robándonos nuestras instituciones propias, poder de decisión y auto-gobierno, hoy muchos nos hablan de democracia participativa, de gobiernos de la gente y quizás lo que obvien sea que no hace falta gobiernos de la gente, si no gente, gobernándose así misma, y para ello es indispensable que recuperemos nuestro poder municipal, como base para acercar el poder al pueblo, e iniciar ese proceso constituyente, que nos lleve a esa libre federación municipal y esa libre federación de comarcas y provincias que haga que en nuestra tierra ¡Nadie sea más que nadie!.

Que nadie se lleve las manos a la cabeza no estamos proponiendo nada novedoso, esa tradición de gobiernos del pueblo, es de lo más extendida en nuestra tierra, desde aquellas Behetrias de la Castilla medieval, a esas comunidades de villa y tierra y/o esos concejos abiertos que siguen resistiendo en los pequeños núcleos rurales de nuestro país. Se trata de una necesidad para que vuelva común al pueblo lo que del pueblo saliera, es la hora de remunicipalizar nuestros servicios, de remunicipalizar nuestra economía y remunicipalizar nuestra política.

Por eso hoy más que nunca Vallekas: ¡Municipio castellano, municipio soberano!.

 

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