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Las acciones del FLA y el estupor hipócrita que desencadenan
Recientemente el FLA (Frente de Liberación Animal) volvió a liberar a miles de visones que estaban en condiciones de explotación. Las críticas por los "ecologistas", las instituciones y los medios de comunicación no se han hecho esperar. El especismo y la hipocresía se entremezclan para "condenar" una acción directa en la que cabe reflexionar un momento antes de ponerse a criticar sin más miramientos.
El alcalde de Santiago de Compostela, perteneciente al mismo partido que está ampliando la base de Rota para que los bombarderos estadounidenses puedan seguir masacrando a iraquíes y afganos, tiene la solera de afirmar que estamos ante un caso de "terrorismo ecológico". Las organizaciones "ecologistas" gallegas como Adega, la Federación Ecoloxista Galega o la Sociedade Galega de Historia Natural, que nos hablan de desarrollo sostenible, defendiendo a golpe de subvención, un posible mundo sin contaminación pero con capitalismo, tienen la solera de calificar la acción como un "atentado ecológico". Los medios de comunicación, en manos de patrones, mafiosos, políticos, iglesia y caciques, que en definitiva, son la voz de sus amos, tienen la cara de publicar los siguientes titulares:
El Alcalde Santiago califica de 'atentado' la suelta visones
Un grupo radical suelta a 30.000 visones de una granja gallega
Miles de visones causan el caos al escapar de una granja en Santiago
Un «atentado ambiental» criticado por todos los grupos ecologistas
Radicales liberan a 35.000 visones y siembran la alarma en Lavacolla
Los radicales son aquellos que liberan a los animales, sin embargo, nadie se extraña de que un salvaje empresario hacine, torture y mate a 30.000 visones en diminutas jaulas sin más ánimo que el lucro para que los ricos puedan vestir con una piel "fasion". ¿Quién es el radical? ¿Quién es el terrorista?
Del mismo modo, que al que pone una bomba lapa se le denomina un terrorista desalmado y a quien dispara una bomba de racimo desde un bombardero en una escuela es un honrado militar; los compas del FLA son terroristas ecológicos y los empresarios que se lucran con el negocio de las pieles son "buenos ciudadanos" que se resienten de unas perdidas económicas injustificadas.
Los "ecologistas" argumentan que el visón es una especie depredadora, no autóctona, que no pertenece a ese hábitat, por lo que, es un peligro para el resto de los animales y la estructura ecológica en general de la zona. Pero... ¿Quién cazó y sacó de su hábitat a los visiones para hacinarlos y enriquecerse con ellos? ¿Fueron acaso los activistas del FLA? La respuesta es NO. Los empresarios peleteros son quienes capturan, torturan y asesinan a los visiones; son quienes, en este caso, les han llevado a Galicia con el único fin de engordar sus bolsillos para sustentar un lujo innecesario, sin importarles lo más mínimo que esos seres sufran, sientan, padezcan y mueran para ello. Sin embargo, ante estos hechos cotidianos, no se oye ninguna voz de protesta de ningún alcalde, ni de ninguna asociación "ecologista", ni de la prensa burguesa.
Sólo ahora, que el FLA libera a miles de visones, para que aunque sea por unas horas disfruten de la libertad de la nunca hubieran gozado en esas jaulas, se acuerdan de los visones. Sólo ahora, que los empresarios dejan de engordar sus bolsillos por un momento, cuando por una vez los asesinos peleteros tienen déficit, se acuerdan de los visones. Sólo ahora recuerdan la zona y el hábitat, no obstante, cuando cientos de miles de visones son extraídos brutalmente de sus territorios naturales, nadie si quiera, se plantea el impacto ambiental que eso genera en sus zonas de origen. Sólo ahora hablan de muerte y sufrimiento animal pero callan cuando cientos de miles de visones sufren y mueren todos los días en post de una rentabilidad criminal. Oportunismo e hipocresía del peor pelaje.
Las personas que sostienen estas tesis poseen, cuanto menos, una cosa en común: son especistas. Consideran a los animales objetos a su servicio bien sea para vestir, comer, cazar, torear, pescar, etc.... El esclavismo hacia los animales (humanos y no humanos), seres sensibles al dolor, al que se les puede (y debe) evitar muchísimo sufrimiento innecesario, sólo puede ser fruto de esta sociedad abruptamente capitalista, autoritaria, consumista e insensible. La hipocresía ecologista puede justificarlo todo y poner la voz en el cielo sólo cuando le conviene.
Quieren distorsionar la realidad, distorsionar la mente, hasta que como seres amorfos, carentes de criterio y personalidad, creamos, sin tan siquiera dudar, la visión de la realidad que nos viene deglutida desde arriba. La mayoría de las veces, afortunadamente, las cosas no son lo que parecen, mas bien no son como nos las muestran los "interlocutores válidos" de esta podrida sociedad.
¡Aupa el FLA! ¡Liberación animal!
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