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Nacionales E.Herria :: 11/01/2016

Euskal Herria. Una visión comunista e independentista

Andoni Baserrigorri
Articulo escrito para el partido comunista e independentista galego Primeira Linha

Publicado en su web originalmente en galego

Existe una opinión generalizada fuera de Euskal Herria de que tras más de 50 años de haber llevado una lucha heroica en pos de la construcción de una patria socialista en el corazón de la Europa capitalista e imperialista, la izquierda abertzale, bajo el pretexto de unos supuestos nuevos tiempos, ha renunciado a sus objetivos históricos y que si se esta esforzando en algo en los últimos años es en cerrar ( de cualquier manera ) esta etapa histórica e incorporarse al juego “democrático” que permite el estado español o el francés, convirtiéndose en un honorable y respetable partido político que con otros honorable y respetables partidos he generado una coalición electoralista llamada EH Bildu.

Este camino con las obvias diferencias histórica de hacerlo en los años 80 a hacerlo hoy, ya lo emprendió Euskadiko Ezkerra y tras los años transcurridos podemos decir sin equivocarnos que aquel cambio de rumbo no solo era para liquidar una manera de lucha concreta, pero también para renunciar al proyecto de una Euskal Herria socialista, de la creación de un estado socialista vasco.

Independientemente de las formas de lucha que los diferentes movimientos adoptan en cada etapa histórica y que una determinada forma de lucha se haya optado por dejar de practicarla ( en ese sentido son quienes la practican quienes deben tomar una decisión al respecto) al igual que en los años 80 con el cambio de viraje de Euskadiko Ezkerra los cambios son de más calado. Y es que se puede seguir apostando por la revolución y el socialismo, por la creación del estado vasco, socialista, anti imperialista, internacionalista y feminista, apostando por vías de actuación sólo políticas. El gran problema es ese. Que estos nuevos tiempos, nos traen consigo una renuncia al estado vasco con las características que hemos comentado en las líneas anteriores.

Pese a que nuestro pueblo dijo un No contundente a la incorporación de nuestra patria a la banda criminal OTAN, pese a que forma parte de dicha organización criminal dentro de las estructuras del estado español, en el caso de Hegoalde y francés en el caso de Iparralde, no existe una línea de actuación que vaya en la línea de sacar al país de la OTAN, que aunque no somos aún estado se podría ir haciendo. No se fomentan desde Sortu ni movilizaciones ni ningún otro tipo de actuaciones contra el imperialismo pese a sus barbaridades. No sólo eso y es que leyendo Gara da la sensación que desde la IA existe mayor empatía con el imperialismo que con los pueblos que luchan contra el. Los casos de Libia, Siria o Irak ahí están y el penoso, por nulo, papel que se ha jugado. Y formamos parte de un pueblo con una larga trayectoria de internacionalismo y solidaridad, al que en estos casos no se le ha propuesto movilización alguna.

La postura de la izquierda abertzale en la practica respecto al imperialismo y la OTAN es muy semejante a la hipócrita postura del grupo ciudadanista Podemos.

Que la Izquierda Abertzale no se plantea en absoluto salir de la Unión Europea es una obviedad. Jugando con la trampa semántica diciendo “Un pueblo libre en Europa” se tapa lo que realmente piensa los actuales dirigentes independentistas. “Un pueblo libre en la Unión Europea” es lo que realmente tienen en mente. Si no lo dicen es sencillamente porque saben que aun es muy pronto para decir ciertas cosas de manera muy abierta. Son consientes que en el movimiento popular vasco, el anti capitalismo es muy fuerte y aun aspiran al voto de esos sectores. Electoralismo puro y duro e hipocresía electoralista.

Pese a que hablan de socialismo, no tenemos la sensación que estén por la creación de un estado socialista. Más bien parece que están por unas formas de gestionar el capitalismo desde la socialdemocracia o el populismo del llamado “socialismo del siglo XXI” que no es otra cosa que un vergonzante revisionismo más cercano incluso a la socialdemocracia que al eurocomunismo.

Nos hablan de formas de gobernar el futuro estado vasco “democráticas”. Y la pregunta es obvia ¿Sólo entienden por democrática a la democracia burguesa? ¿No existen otras formas de gobiernos diferentes, más populares, más participativos que la democracia burguesa? ¿Acaso no han conocido la democracia popular, tal y como se practica por ejemplo en Cuba? Ahh!! Es que entonces hablamos de comunismo si hablamos de “democracia popular” y todo se debe decir, el anticomunismo es hoy bandera en la izquierda abertzale.

Una cara muy conocida de la izquierda abertzale en un artículo publicado en Gara recientemente y en el cual analizaba los resultados electorales del pasado 20-D achacaba como una de la razones del fracaso electoral a los que el llama “disidentes”, a los que etiqueta como “Nostálgicos de la Stasi”. La expresión que puede no tener mayores comentarios que los que produzca la rabieta de una arribista ante tales resultados, evidencia un perfil de esta persona y de muchas más que ocupan cargos de dirección en las estructuras políticas marcadamente anti comunista. La hoz y el martillo parecen símbolos condenados al ostracismo en la actual estrategia y los símbolos (o su ausencia) siempre tiene detrás un estado de opinión concreto.

Esta adaptación a las maneras “democráticas” de hacer política ha llevado a la actual izquierda abertzale a apostar su casi totalidad actividad a lo electoral. La calle prácticamente abandonada, la participación en los movimientos populares desactivada cuando no mal vista, las tragaderas ante situaciones concretas como peticiones de perdón o la participación en determinados actos, nos lleva a pensar que el strestees ideológico va mucho más allá de lo que nos temíamos.

Tragaderas que van mucho más allá de lo pensado cuando un miembro del Opus Dei como Rafa Larreina de EA, ocupó escaño en Madrid ofendiendo con su mera presencia a miles de votantes de EH Bildu que apuestan por una Euskal Herria anti patriarcal y feminista. U otro como Jon Iñarritu de Aralar conocido defensor del estado asesino de Israel, ofendiendo a quienes tenemos marcada conciencia internacionalista. Estos y otros detalles han provocado el desafecto de gran parte de quienes formaban la masa social de la IA.

Una masa social desencantada y en gran parte “volviendo a casa”. Pocas ganas de militar de cientos de buenos y buenas activistas, pocas ganar de acudir a los actos “de masas”, pocas ganas de ir a asambleas donde se sabe que el bacalao llega muy cortadito, pocas ganas finalmente de votar que se ha reflejado en unos resultados paupérrimos y que exigen o deberían exigir un estudio y análisis muy serio que condujese a una rectificación profunda en decenas de actuaciones de los últimos años.

Sortu el supuesto heredero que de lo que fue la izquierda abertzale y que se erige en partido único (¿no se supone que eran anti estalinistas?) es quien lleva adelante toda esta estrategia y el mayor responsable de este cúmulo de despropósitos. Con una dirección que ha renuncia a la forma movimiento por la forma partido y que al mismo tiempo ha renunciado a las maneras de trabajar de una Unidad Popular en pos de una Coalición electoralista a la que aun se le llama “frente amplio” ha elaborado una estrategia que esta llevando a la ruina una lucha que ha sido referencia durante muchos años a miles de personas en el mundo.

Aunque fuesen exitosas sus comparecencias electorales, de nada serviría dejando como han dejado de lado un proyecto político que nos hacia iluminar los ojos de ilusión ante la perspectiva de un estado socialista vasco en el futuro. Se sabia porque se luchaba, ahora muchos nos tememos que hemos perdido esa referencia y esa brújula. Se vota a EH Bildu, sin la pasión con que se votaba a Herri Batasuna. La revolución es también ilusión, pasión, alegría… perdidas todas esas características, los votantes de EH Bildu se ven así mismos como unos votantes más de una opción más del sistema. Una socialdemocracia independentista, a la que le falta explicar de forma convincente como es posible lograr el estado socialista vasco por el que tanto hemos luchado, simplemente yendo cada 4 años a votar a unas elecciones burguesas y por lo tanto controladas desde el poder burgués español o francés.

Un Sortu que aun debe a su escasa militancia la aparición de sus bases ideológicas y muchos datos más que de ser consecuentes a un proceso democrático habría hecho de Sortu un partido diferente. Nos metieron con calzador este engendro reformista y socialdemócrata.

¿Ante esto qué? Reaccionar. Lo primero ser consientes de la situación en que estamos y ser sinceros con nosotros mismos y reconocer la derrota que hemos sufrido en toda regla. No debemos ser complacientes con nada ni con nadie y hablar con total franqueza de esta situación. Aunque nos miren mal, nos señalen con el dedo y nos llamen “nostálgico de la Stasi” decirle al pan, pan, al vino, vino y al reformista reformista. Ser ejemplo de honestidad y trabajo. Militar, en lo que sea, hay aun campos de trabajo donde hacerlo, desde la internacionalismo o el sindicalismo, hasta colectivos de base. Y organizarse. Las y los comunistas siempre hemos tenido que organizarnos para llevar adelante nuestras luchas. Hacerlo esta vez con mas ilusión si cabe y empezar a empujar para que llegue lo antes posible esa izquierda abertzale, que fue referencia de lucha y organización para miles de personas y que tenia claro como norte una Euskal Herria soberana, socialista, feminista e internacionalista.

 

Enlace al artículo: https://www.lahaine.org/eW3i