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México :: 20/01/2018

Chile: "El discurso del papa fue tremendamente tibio, ambiguo e impreciso"

Julieta Nassau
El papa "progresista" justificó la represión del Estado chileno contra los mapuche al decir que “la violencia termina volviendo mentirosa la causa más justa”

Un mensaje: “Aukiñ Wallmapu Ngulam”. Una bandera: la mapuche. Un graffiti: 20 años de la CAM (Coordinadora Arauco Malleco). Son los tres elementos que decoran el frente naranja y azul de la sede del Consejo de Todas las Tierras (Aukiñ Wallmapu Ngulam, en mapuche) en esta ciudad, 680 kilómetros al sur de Santiago.

Allí, el werken (vocero) de la histórica organización independentista, Aucán Huilcaman, recibió a 'La nación' horas después de la misa del papa Francisco I en esta ciudad, corazón de la Araucanía y del conflicto mapuche en Chile, en la que lanzó que “la violencia termina volviendo mentirosa la causa más justa”, en un tiro por elevación a la CAM, la organización mapuche que lanza ataques incendiarios en su reclamo por las tierras usurpadas.

Enojado porque pese a sus reiterados pedidos no logró su reunión con el Santo Padre, Huilcaman, ex candidato a la presidencia y al Senado, cuestionó duramente las palabras del papa en la misa por el 'progreso de los pueblos': “El discurso del papa fue tremendamente tibio, ambiguo e impreciso”, dijo.

-¿Qué opina del mensaje de Francisco I en la misa de Temuco?

Si lo miramos desde el punto de vista de [el antecedente de 1987, con] Juan Pablo II, es incomparable. Esta declaración es verdaderamente limitada, genérica e insuficiente. Juan Pablo II planteó tres asuntos de la Araucanía: el fortalecimiento y respeto a la cultura del pueblo mapuche, el respeto a los derechos humanos y la relación de la cultura y la tierra. Desde el punto de vista de los contenidos, es muy irrelevante lo que ha manifestado el papa Francisco I. Pero también es entendible, porque él sabe a la perfección qué pasó en Neuquén, Río Negro y Chubut con los despojos de tierra de Julio Argenitno Roca [general de la campaña del desierto, donde se cometió un genocidio contra miles y miles de indígenas para robarles sus tierras] y la acción del Ejército chileno en la "Pacificación de la Araucanía" hasta la actualidad.

-¿Por qué eso lo hace entendible?

Porque hay responsabilidad del Vaticano ante esa situación.

-¿No consideró como un gesto que el papa haya invitado al altar a mapuche y almorzado con otros miembros de la comunidad?

Creo que es parte de la estrategia comunicacional, simplemente para omitir su responsabilidad como jefe del Estado del Vaticano. Eso lo hacen los gobiernos de Argentina y de Chile periódicamente: invitar a mapuche, pero con finalidades simbólicas, sin efecto alguno.

– ¿Esos mapuche que se reunieron con él no trasladaron el mensaje de la comunidad?

Los mapuche con los que Francisco I se reunió spn el típico mapuche producto de la dominación y el colonialismo. Todo el que viene aquí ha utilizado el asunto mapuche a su manera y la iglesia lo ha hecho a su manera, sin entrar a fondo. Fue una visita lamentable porque debieran estar con los que sufren y los que han sufrido son el pueblo mapuche.

-Para ustedes, ¿qué le faltó al mensaje del papa hoy?

Le faltó reconocer el derecho a la tierra, que es la causa de las tensiones y controversias. Le faltó señalar que el Estado tiene una responsabilidad en lo que sucede con los mapuche.

– Ustedes pidieron una reunión con el papa que finalmente no sucedió. ¿Qué querían trasladarle?

Queríamos hablar dos asuntos: el tema de la responsabilidad institucional del Estado argentino, el chileno y el vaticano en el asunto del crimen de lesa humanidad, del genocidio [en la Conquista del Desierto y la Pacificación de la Araucanía]. Queríamos hablar del genocidio y de la toma, confiscación y ocupación del territorio mapuche que se hizo allí por la fuerza y que tiene un problema de legitimidad. El derecho internacional nos ha dado dos grandes herramientas: el derecho de libre determinación, que nos permite hasta conformar un gobierno y en eso estamos trabajando, y en segundo lugar llevar esos tratados celebrados entre Estado chileno y el mapuche hasta 1825 y que el derecho ha reconocido en la declaración americana de los derechos de los pueblos indígenas firmado en 2016 y en la declaración de la ONU de los pueblos indígenas.

– ¿Van a insistir para ver a Francisco I?

Yo creo que al papa Francisco I le vamos a hacer llegar una nota manifestando nuestras lamentaciones por su discurso tremendamente tibio, ambiguo, impreciso. Su tibieza es inexplicable cuando él es conocedor de la historia, lo cual evidentemente lo llevó a tomar precaución. Vino a actuar políticamente. Fue un discurso político, que estuvo mirando más al Estado argentino, el chileno y las corporaciones.

– Francisco I dijo que “la violencia termina volviendo mentirosa la causa más justa”, en un mensaje que pareció dirigido a los mapuche radicales. ¿Está de acuerdo?

Eso es una verdad a medias. Porque él sabe que la violencia institucional comenzó hace más de un siglo y sigue hasta el día de hoy. Si hubiese dicho “violencia institucional histórica y actual”, eso sí hubiese sido completo.

– ¿Considera que es útil la violencia como vidriera del conflicto mapuche?

Yo creo que en la quema de las iglesias de la semana pasada [en Santiago, tres días antes de que llegara al papa], tengo muchas dudas que estén participando los mapuche del todo. Si así fuera, no es mi manera de actuar.

– ¿Usted tiene vínculos con la CAM?

Claro, conocemos a la gente de la CAM. Sus dirigentes son conocidos, actúan públicamente.

– Usted dijo que están trabajando en un gobierno mapuche, ¿cómo lo imagina?

La formación de un gobierno aquí depende hoy en gran medida de la capacidad orgánica mapuche, de su voluntad de autoconvocarse y autodeterminar un gobierno. Tenemos que iniciar un proceso orgánico y de descolonización porque hasta el momento solo tenemos la figura del estado y la idea es que un día nos reunamos y digamos “hoy formamos gobierno”, y lo haremos al amparo del derecho internacional.

– ¿Ese gobierno incluiría a los mapuche de la Argentina?

Por el momento, hemos estado hablando preferentemente de los mapuche de acá. Creo que los mapuche de Argentina tienen que tomarse su tiempo, que puede ser igual o menos. Es una situación de ellos. Pero todavía no hemos discutido si este gobierno tendría alcance reciproco, en los dos países.

– ¿Cómo están las relaciones mapuche de Chile y la Argentina?

Muy buenas. Hay muy buena comunicación y relación desde los 90, cuando empezamos a renovar el reclamo. La bandera la hicimos conjuntamente. Y tiene que seguir la relación. Tenemos un pasado común, un futuro común y desafíos comunes. Si aquí se forma un gobierno mapuche, con seguridad tendrá un impacto al otro lado de la frontera.

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