Principalmente, porque la guerra de agresión contra Siria ha dejado como lección, que ninguna tregua puede ser adecuada, si se deja de atacar o se permite la reagrupación de movimientos de raíz takfirí, que en modo alguno pueden ser calificados de “rebeldes moderados” como los signa occidente y que cuentan con la protección política de Washington y sus aliados de la OTAN que adicionan a la triada conformada por Ankara-Tel Aviv y Riad, junto a las Monarquías Ribereñas del Golfo Pérsico.