Con la escenificación de un "nuevo Srebrenica", como lo llamó el Ministerio de Defensa ucraniano, trasladando la culpa de una masacre de la que no formó parte a los rusos, los medios y los portavoces políticos que propagan la versión de Kuleba llevan a cabo un blanqueamiento de los nazis en el poder de Kiev
Si bien la ciudad de Bucha, en Ucrania, está copando la agenda mediática corporativa estadounidense y europea con el objeto de criminalizar a Rusia de haber asesinado a mansalva supuestamente a más de 300 civiles, la falta de evidencias de esta versión da cuenta de que el ejército ruso nada tiene que ver con ello.
Luego de que este fin de semana el régimen de Volodímir Zelenski publicara imágenes en el que se muestran cadáveres presuntamente asesinados por el ejército ruso en medio de las calles y en fosas comunes de Bucha, se han alzado las voces de que Rusia debería ser juzgado internacionalmente por crímenes de guerra.
Corresponsales de Reuters afirmaron haber visto cadáveres en el suelo de las calles, amarrados de manos y pies, habiendo sido ajusticiados.
El ministro de Relaciones Exteriores ucraniano Dmytro Kuleba publicó en inglés una serie de tuits para mostrar las fotos y pedir al G7 la emisión de más "sanciones" contra la Federación Rusa, llamando a la escena una "masacre" deliberada por parte del Kremlin. También clamó por mayor ayuda militar internacionales: "Tanques, aviones de combate, sistemas de defensa antiaérea. Proporciónenlos DE INMEDIATO".
Algunos de los cadáveres hallados en las calles de Bucha, cerca de Kiev.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, respondió: "Otro ataque de falsificaciones se lanzó en la ciudad de Bucha, región de Kiev, luego de que los militares rusos salieron de allí de acuerdo con los planes y acuerdos alcanzados. Unos días después, allí fue organizada una escenificación que van difundiendo por todos los canales y todas las redes sociales los representantes ucranianos y sus patrocinadores occidentales".
El Ministerio de Defensa lanzó un comunicado con el que rechaza las acusaciones de Kiev: "Todas las fotos y videos publicados por el régimen de Kiev que supuestamente atestiguan algunos 'crímenes' cometidos por militares rusos en la ciudad de Bucha, en la región de Kiev, son una nueva provocación.
"Mientras esta localidad estaba bajo control de las Fuerzas Armadas rusas, ningún residente local fue víctima de acciones violentas. Los militares rusos entregaron a la población civil de la región de Kiev 452 toneladas de ayuda humanitaria.
"Durante todo el período que la ciudad estuvo bajo el control de las FF.AA. de Rusia y más aún después, los habitantes locales se movieron libremente por la ciudad de Bucha y utilizaron los teléfonos móviles.
"Las salidas de la ciudad de Bucha no fueron bloqueadas. Todos los residentes locales tenían la oportunidad de salir libremente de la localidad en dirección norte, incluso hacia Bielorrusia. Al mismo tiempo, al sur de la ciudad, incluidas las zonas residenciales de las afueras, fueron bombardeadas las 24 horas por las tropas ucranianas con artillería de gran calibre, tanques y lanzacohetes múltiples.
"Queremos señalar que todos los militares rusos abandonaron Bucha el 30 de marzo, un día después de la ronda de negociaciones de paz entre Rusia y Ucrania en Turquía.
"Más aun, el 31 de marzo, el propio alcalde de la localidad, Anatoli Fedoruk, no solo confirmó en su videomensaje que en la ciudad no quedaban militares rusos y ni siquiera hizo mención alguna sobre residentes locales con las manos atadas, fusilados en las calles.
"Por lo tanto, no es de extrañar que todas las así llamadas 'pruebas de los crímenes' en Bucha aparecieran solo al cuarto día, cuando los efectivos del Servicio de Seguridad de Ucrania y los representantes de la televisión ucraniana llegaron a la ciudad.
"Resulta especialmente preocupante el hecho de que ninguno de los cuerpos cuyas imágenes fueron publicadas por Kiev parecía sufrir de rígor mortis, carecían de la característica ausencia de color propia de un cadáver y no estaban manchados de sangre coagulada.
"Todo esto confirma irrefutablemente que las fotos y videos de Bucha son otra producción del régimen de Kiev para los medios occidentales, como fue el caso del hospital de maternidad de la ciudad de Mariúpol".
De esta manera, la versión rusa contrasta de la ucraniana muy bien propagada por los medios occidentales, en un nuevo episodio de la guerra informativa contra Rusia. El gobierno del presidente Vladímir Putin no solo rechaza las acusaciones de la contraparte ucraniana, sino que también afirma que se trata de una "escenificación" y una "provocación".
Aunque el gobierno de Zelenski pide que se juzgue al Kremlin ante la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra, el Reino Unido impugna el llamamiento de Rusia a una nueva sesión en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para tratar el tema, paradójico si se toma en cuenta que este sería el escenario propicio para hacer una demanda como la del ministro Kuleba.
Verificando con lupa una cronología de los hechos, se puede atestiguar que los rusos están más cerca de la verdad que el régimen de Ucrania.
Evidencias de una escenificación
El ejército ruso, durante el sitio a las afueras de Kiev, estuvo en Bucha, a casi 40 kilómetros de la capital, unas cinco semanas aproximadamente.
El sitio War On Fakes, que se ha encargado de desmontar muy seriamente los mayores bulos, noticias falsas y demás operaciones psicológicas e informativas llevadas a cabo en el campo de batalla ucraniano, hace una cronología del 30 de marzo hasta el presente para verificar si las acusaciones ucranianas tienen algún sentido.
Lo dicho numerosas veces en este portal: han sido las tropas ucranianas y los batallones paramilitarizados los que han tomado las armas contra la población civil, usándola asimismo como escudos humanos ante la ofensiva militar rusa.
Los reportes de que las fuerzas ucranianas ha asesinado a civiles que han recibido la ayuda humanitaria rusa o han sido acusados de traición no están siendo propagados por la agenda mediática occidental, en su propósito de blanquear los crímenes cometidos una y otra vez por el régimen de Kiev.
Con este montaje en Bucha se puede atisbar algunas finalidades que traspasan las fronteras del campo de batalla en cuestión:
Con todas las evidencias en la mesa, queda de la lectoría sacar sus propias conclusiones. Desde luego, haría falta que una comisión internacional liderada las investigaciones con expertos forenses, criminólogos y médicos en la ciudad ucraniana para que se desvelen los acontecimientos en su real dimensión. Sin embargo, la operación parece haber tenido el efecto deseado en Occidente.