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Medio Oriente :: 16/11/2016

Las opciones de Rusia y EEUU en Siria

Yusuf Fernández
La política norteamericana en Siria supone una amenaza para la propia Rusia y forma parte de los intentos de Washington para cercar a ese país

El despliegue del S-300VM (SA-23 Gladiator en terminología OTAN) en Siria ha irritado a EEUU que ha expresado su alarma por tal medida, a pesar el hecho de que medios norteamericanos habían afirmado poco antes que Washington estaba considerando “opciones militares y otras” contra Rusia por la crisis siria. Esta última amenaza ha llevado a Rusia a tomar sus propias medidas, como el despliegue del antedicho sistema, capaz de abatir aviones y misiles de crucero, y reforzar su Flota en el Mediterráneo.

Rusia ha recordado, por su parte, que el S-300VM es un sistema defensivo y ha afirmado no entender por qué EEUU están expresando tal alarma.

EEUU ha estado quejándose de los ataques rusos en Siria contra el Frente al Nusra y otros grupos terroristas y pidiendo que los aviones rusos y sirios sean inmovilizados, en una forma que muestra de nuevo su apoyo al terrorismo. El despliegue del S-300MV es irrelevante frente al Frente al Nusra, que no tiene poder aéreo, pero constituye un muro frente a posibles ataques norteamericanos o de sus aliados contra Siria.

En realidad, la amenaza contra Rusia y Siria es real. EEUU ha manifestado que no llevará a cabo más esfuerzos diplomáticos en Siria, mientras culpa a Rusia por su propio fracaso a la hora de respetar los compromisos que adquirió en Siria y que, según todos los indicios, nunca tuvo intención de respetar.

Una próxima reunión del Consejo de los Directores, que engloba a los secretarios de Estado y Defensa, el jefe de la Junta de Jefes de Estado Mayor y el director de la CIA examinará diversas medidas políticas y militares en Siria. Una de las propuestas sobre la mesa es la de atacar las pistas de los aeropuertos militares sirios con misiles de crucero y otras armas a larga distancia disparadas desde aviones y barcos así como otras acciones militares.

Se trataría, en realidad, de una abierta agresión militar contra otro país sin autorización del Consejo de Seguridad de la ONU. Por ello, un responsable militar estadounidense, citado por el Washington Post, señaló que los ataques serían llevados a cabo “de forma encubierta o sin un reconocimiento público”.

En realidad, EEUU se encuentra solo a nivel de sus aliados occidentales al hablar de “opciones militares o de otro tipo” puesto que parece difícil pensar que los aliados europeos vayan a arriesgarse a una guerra con Rusia para proteger al Frente al Nusra, una organización vinculada a Al Qaida.

El reforzamiento de la Flota del Mediterráneo y el despliegue del S-300MV sugieren que Rusia es consciente de tales planes agresivos de EEUU y ha decidido plantar cara a ese país en Siria. Por contra, la reacción histérica de Washington sugiere que ellos están perdiendo una opción militar estratégica, por los riesgos que supondría un ataque de este tipo en un momento en el que Rusia ha incrementado sus defensas en Siria.

En realidad, la política norteamericana en Siria supone una amenaza para la propia Rusia y forma parte de los intentos de Washington para cercar a ese país. Una operación exitosa de cambio e régimen en Siria llevaría después a una intervención norteamericana en Rusia, incluyendo el envío de terroristas financiados por la CIA al Cáucaso ruso para alimentar a un movimiento separatista allí. Un régimen títere en Damasco ayudaría a canalizar estas fuerzas, ya entrenadas en el campo de batalla sirio, hacia Rusia para llevar allí una campaña dirigida a desestabilizar y, en último término, desmembrar la Federación Rusa.

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