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Mundo :: 26/08/2005

Perú: El modelo neoliberal en dos actos

Julio Yovera B
La tendencia alternativa al neoliberalismo desde las opciones nacionalistas y de izquierda empieza a asomarse en el país y en América Latina y preocupa a los privilegiados del sistema

PRIMER ACTO

El imperialismo y la dictadura de los Fujimori & Montesinos, a inicios de los noventa, valiéndose de una Constitución hecha para robar y delinquir, aplicaron en Perú el modelo neoliberal, que generó un largo periodo de polarización social, pues, en tanto festinaron con los recursos estratégicos y el patrimonio nacional, violaron el derecho de los trabajadores, acentuaron el desempleo, incrementaron la pobreza e institucionalizaron la violencia.

El mensaje que dieron a diestra y siniestra fue que en un mercado libre vendrían las inversiones y que ello traería el desarrollo.

Después de más de un lustro, las masas fueron aprendiendo por su propia experiencia que el modelo, efectivamente, amasaba enormes fortunas pero que éstas nada tenían que ver con la prosperidad de las mayorías. En todo caso, quienes se habían enriquecido eran los hampones que oficiaban de gobernantes, algunos de los más connotados, como se supo después, ligados al narcotráfico. Paralelamente se impuso una corrupción institucionalizada.

Este fue un periodo de polarización social: de un lado los que se habían engullido con las "bondades" del modelo y, del otro, los sectores populares que habían incrementado sus... necesidades y su pobreza. Posteriormente, la polarización adquirió carácter político: dictadura corrupta versus aspiración democrática del pueblo.

Las masas, en la lucha directa, hartas e indignadas, se trajeron abajo la dictadura. El detonante, no la causa, fue la exhibición pública de una cinta de vídeo donde aparecía Kuri, un sujeto que oficiaba de congresista, recibiendo de Vladimiro Montesinos, una montaña de billetes verdes como paga por los servicios prestados. Fue la gota que rebasó el cántaro. Fujimori renunció y huyó del país que "gobernaba" (Perú) a su país natal (Japón).

SEGUNDO ACTO

Vino después el Gobierno de Valentín Paniagua que fue una suerte de ensamblaje entre la dictadura y el gobierno de Toledo, quien se benefició de la lucha antidictatorial.

En materia de política económica, Toledo, lo había dicho en plena campaña, se comprometió a construir el segundo piso del modelo neoliberal; en realidad, ha hecho más que eso: ha reforzado sus vigas maestras. Por eso es que los dos regímenes han sido bendecidos por los popes del imperialismo.

No tiene por qué sorprendernos entonces que después de la crisis gestada en la cúpula del gobierno, la hegemonía, en este último tramo del régimen, lo asuma de manera abierta un hombre del staff del imperialismo como es Pedro Pablo Kuczynski.

Y ahí están los grupos de poder, exigiendo que les atiendan su Pliego de Regalos: más privatizaciones; más reformas a favor de la libre empresa; firma inmediata del Tratado de Libre Comercio (TLC), reducción del Estado en la parte que concierne a sus responsabilidades con la educación y la salud; más represión contra los pueblos que exigen que se respete sus derechos, como los de Ayavaca, Huancabamba, San Ignacio y Jaen, en los departamentos de Piura y Cajamarca, que han logrado remover la conciencia del país, al extremo que hoy se sabe que los violadores de la propiedad no eran los comuneros ni de los ronderos, como decían los parlantes apoltronaos en los principales mass media, sino la empresa Majaz.

La vocación servil del gobierno ante el poder es tan intensa como intensa es su sordera y su soberbia frente a las demandas de los sectores populares. Nada indica que será diferente en este último tramo cuya "hoja de ruta" fue siempre la matriz dictada por el Fondo Monetario Internacional.

Pero, el escenario está cambiando: las tendencias contestatarias al modelo neoliberal han empezado a asomarse en el horizonte. Esto es lo que les preocupa al imperialismo, sus socios nativos y sus escribas y parlantes mediáticos. No se harían problemas si supieran de antemano que el gobierno que tome la posta sea uno de la gama a fin al sistema.

El imperialismo quiere que en su patio trasero, los regímenes le sirvan de escudero de sus agresiones económicas y de sus crímenes. La visita de Donald Rumsfeld, secretario de defensa de Estados Unidos, busca que el gobierno de Toledo se adhiera a la tesis de dar impunidad a los soldados norteamericanos que cometen crímenes de lesa humanidad.

Su estrategia es garantizar una vez más su hegemonía de clase; quién administre no es algo que les produzca insomnio. Pero, ¿y si aparece de pronto una corriente de izquierda y una tendencia nacionalista? Tenga cuidado - advierte el imperialismo - ellos no están invitados a la cena electoral. Por eso es que tratan de desprestigiar a la izquierda y vincularla al terrorismo y al narcotráfico. En realidad, tratan de neutralizar la polarización que se viene gestando entre derecha e izquierda, entre neoliberales y partidarios del desarrollo sostenido; entre partidarios del capitalismo salvaje y partidarios de una economía orientada no sólo al crecimiento, sino al desarrollo y la distribución equitativa de la riqueza.

La tendencia alternativa al neoliberalismo desde las opciones nacionalistas y de izquierda empieza a asomarse en el país y en América Latina y preocupa a los privilegiados del sistema. No en vano la señora Condoleezza Rice, ha declarado que Estados Unidos no va a permitir ningún Chávez más en América Latina.

En las calles de Perú hay una indignación que se resume en un solo grito: ¡Basta ya de dictaduras corruptas y de regímenes pirañas! La izquierda, si es audaz, si se une, no detrás de un caudillo sino de un programa puede ser la sorpresa que le dé esperanza y futuro a quienes son los más.

 

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